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Antioquia, desde finales de marzo se comenzaron a aplicar medidas para restringir la movilidad, y posteriormente, cierres los fines de semana bajo el modelo 4x3, con el fin de mitigar el crecimiento de los casos de covid-19.
Tras los esfuerzos de empresas, autoridades y ciudadanos, se alcanzaban a ver resultados, pero actualmente no son los esperados, pues para esta fecha se preveía que el departamento tuviera entre 1.000 y 1.100 casos nuevos de covid-19 al día, pero el promedio es muy superior: entre 1.900 y 2.000 nuevos contagios, lo que plantea, como lo mencionó hace varios días el gobernador, un cuarto pico.
Los últimos días no han sido la excepción: tan solo el lunes 24 fueron 2.183 casos nuevos reportados; el domingo, 2.404; el sábado, 2.386 y el viernes, 2.141.
Autoridades departamentales han sido enfáticas en que, como siempre, las dificultades se han visto en poner medidas que guarden un equilibrio entre salud pública y economía, asunto al que ya se le sumaron las manifestaciones, que están a tres días de completar un mes.
Leopoldo Giraldo, gerente para la atención del covid en Antioquia, explicó que con el modelo4x3 se logró reducir la movilidad de las personas de manera importante, y en la misma medida, redujeron los casos diarios.
“Bajamos de 3.800 a 2.000 y 2.100 casos, entonces se redujo, pero también hay unas dificultades importantes que nos ponen a un lado estas medidas. Tenemos que avanzar en unas medidas que nos ayuden a resolver y a complementar la situación social que se tiene y posiblemente aumentan la movilidad”, explicó en diálogo con EL TIEMPO.
En cuanto a si este puede ser considerado o no el cuarto pico, Giraldo explicó que Antioquia lleva cuatro picos del coronavirus: uno en julio-agosto, uno en octubre, otro en enero y el de abril, que es el cuarto. Este último mes, por ejemplo, fue el más
letal en Antioquia desde el inicio de la pandemia por el covid-19, con 2.697 muertos.
Por lo pronto, lo que preocupa es que con la flexibilización de medidas (esta semana se eliminó el pico y cédula y se redujo el toque de queda nocturno) y las manifestaciones, no haya la capacidad de atender a los pacientes que lo requieren.
Esto porque el departamento continúa en alerta roja hospitalaria y su ocupación no baja de estar en niveles por encima del 90 por ciento. Por ejemplo, este martes 25 de mayo está con una ocupación del 97,48 por ciento, es decir, con 1.433 camas ocupadas de las 1.470 habilitadas.
“Entre mayor movilidad tenemos en las calles, el riesgo del número de casos aumenta. Las movilizaciones empezaron el 28 de abril y ha habido creciendo en algunos momentos. ¿Que eso da lugar a que puedan haber mayores contagios? Es posible, pero también la población que tenemos ahí es más joven”, apuntó Giraldo.
Lo que sí ha disminuido es la lista de espera para una cama de cuidados intensivos. Para el 22 de abril, Antioquia tenía en lista de espera 304 personas, momento en el que fue el pico, ahora el promedio es de 100 personas.
Volviendo a lo que en el departamento sigue generando alertas, es por ejemplo el índice de positividad, que quiere decir la cantidad de pruebas que salen positivas del total que se realizan.
Este indicador hace tres semanas estaba en el 24 por ciento y ya está cercano al 27 por ciento, con el mismo promedio de pruebas realizadas.
¿Por qué no bajan las cifras?
Yessica Giraldo, epidemióloga de la Universidad CES explicó que en Antioquia no se puede hablar de un cuarto pico, debido a que ni siquiera fue superado el tercero. "Cuando se miran las gráficas con los datos, aún con el subregistro, esto ha mantenido una tendencia al alta, o sea que lo que hay un recrudecimiento y cuando uno mira las gráficas históricas, Colombia tiene mucho ese problema", dijo.
A su vez, explicó que hay varios factores por los cuales no baja el número de casos en el departamento.
El primero es que el Rt está en 2, un indicador que se refiere al promedio de personas que contagia un infectado con covid-19, cuando el promedio del país es de 1,75, lo que quiere decir que hay una tendencia a la propagación.
“Lo que esté por encima de uno, quiere decir que hay tendencia a la expansión, y quiere decir que las medidas no se están implementando tendientes a la supresión, se está permitiendo mitigación y es muy delicado porque eso es lo que nos está pasando; en cualquier momento vuelve y se desborda”, explicó la epidemióloga.
Otro de los factores es que no hay una estrategia de búsqueda activa potente y medidas flexibles. Esto teniendo en cuenta que la transmisión puede ser asintomática, entre un 33 a un 59 por ciento.
“La vigilancia activa quiere decir que yo salgo y busco los casos y, a partir de un caso, se hace rastreo de os, eso es vigilancia activa, no es quedarse esperando a que la gente quiera venir a hacerse la prueba, porque si no tienes síntomas o son tan leves que pasan desapercibidos, no te vas a hacer una prueba”, explicó la experta.
Afirmó que el tomar decisiones con base en el número de casos diario no es efectivo debido a que es un indicador que no es riguroso en términos técnicos y científicos, porque suele estar "sesgado por el déficit de pruebas".
Esto teniendo en cuenta que Colombia es uno de los países donde menos pocas pruebas se están realizando, por lo que si se hacen pocas pruebas, se detectan mucho menos.
“Inglaterra está haciendo 278 pruebas por cada caso que detecta, Colombia hasta la semana pasada estaba en 3,8 por cada caso. Sigue habiendo una alta transmisión comunitaria, así aparentemente el número de casos no sea tan alto”, explicó Giraldo.
Para la epidemióloga, las decisiones deben tomarse con base en la alta proporción de letalidad, teniendo en cuenta que Antioquia está por encima del promedio nacional y el promedio nacional está muy por encima del promedio mundial. Ello sumado a la ocupación UCI.
Finalmente, concluyó que de todos modos las manifestaciones sí han influido en los contagios.
"Al margen de que es protector estar al aire libre, sí se han generado aglomeraciones, pese al distanciamiento físico, infortunadamente uno ve que la gente no siempre está portando la mascarilla y actividades como cantar duro, hablar, gritar, incrementa la producción de secreciones y compartir objetos, por el mecanismo de o", explicó la experta.
La semana pasada, el departamento comenzó a tener alertas tempranas sobre el aumento de casos, datos que se obtienen de las demandas telefónicas, las consultas médicas, los servicios de urgencias y las solicitudes de pruebas de laboratorio, que si se compara con la semana antepasada, hay un aumento del 10 al 15 por ciento, según la Secretaría de Salud.
MELISSA ÁLVAREZ CORREA
CORRESPONSAL DE EL TIEMPO
MEDELLÍN