Justo a las 5:30 de la tarde suenan las campanas. Diez veces la mayor, otras 10 la menor, después se combinan. Al final, un solo campanazo a la mayor. Así comienza el llamado a la confinada comunidad del barrio Antonio Nariño, en la comuna 13, media hora antes de iniciar el acto litúrgico desde la terraza de la casa cural del Santuario Del Divino Niño.
En ese momento se puede observar cómo las luces de los edificios y casas vecinas se encienden, se abren los balcones y ventanas y salen decenas de personas para participar de la Eucaristía diaria, sin tener que salir de sus casas.
“Días antes, mientras estaba en el atrio de la parroquia, con las puertas cerradas, pensando cómo llevarle el mensaje de Dios a la comunidad, el Espíritu Santo me iluminó. Pensé, no tenemos cornetas, pero tenemos la terraza de la casa cural, es perfecta para el altar”, cuenta el sacerdote Wilson Grajales Cano explicando cómo iniciaron las eucaristías que la comunidad recibe desde sus ventanas e incluso de pié en la calle.
Todo el proceso surgió a raíz del cierre de los templos por el covid-19 y el impedimento de realizar las misas en los templos para evitar la aglomeración de personas. La única opción es realizarla a puerta cerrada, solo el sacerdote.
Entonces, el padre Grajales aprovechando la ubicación geográfica del barrio, que es en forma de montaña, con las construcciones en la parte alta y la casa cural y su terraza en una especie de hueco, justo en medio de todos, en compañía de un reducido grupo de personas que lo acompañan, se las ingenió para improvisar el altar en la terraza.
El Espíritu Santo me iluminó. Pensé, no tenemos cornetas, pero tenemos la terraza de la casa cural
Acompañado de los feligreses consiguió un gran equipo de sonido y comenzó el 22 de marzo pasado, el primer domingo de confinamiento nacional obligatorio. Un día antes, hizo una oración con una excelente respuesta.
La diferencia con la tradicional celebración es que no se puede comulgar y no se reúnen grupos de personas, pero para el sacerdote Grajales lo más importante es “que la gente lo ha valorado, porque en medio de estas dificultades Dios es muy necesario. Es muy emocionante ver cómo a las 6 de la tarde las personas y familias salen unidos a los balcones y a las ventanas a escuchar y participar de la santa misa, es muy bonito verlos”, expresa.
Para el desarrollo de la liturgia se deben cumplir unas mínimas condiciones, aunque el pequeño grupo de colaboradores siempre va un poco más allá. Para que la terraza parezca el altar de una iglesia, por ejemplo, en este momento como estamos en tiempo de Cuaresma, los implementos del sacerdote y los telones de fondo son de color blanco y morado. Hoy domingo serán de color rojo y blanco.
También hay a la izquierda del líder religioso, el cristo crucificado sobre unos adobes, una mesa de altar en frente y otra más pequeña donde están ubicados los implementos de la santa comunión. Así se compone todo el sagrado altar.
El cristo crucificado sobre unos adobes, una mesa de altar en frente y otra más pequeña donde están ubicados los implementos de la santa comunión. Así se compone todo el sagrado altar.
John Jairo Blandón es uno de los cinco colaboradores que acompañan al padre y, además, es coordinador de logística en la parroquia desde hace 22 años. “Ahora es donde necesitamos de Dios, por eso decidimos apoyar las iniciativas del padre, iniciamos un día para ensayar el sonido con una oración, al día siguiente comenzamos con la misa y vimos la respuesta de la comunidad que nos motivó para continuar todos los días”, dice Blandón.
El sacerdote Grajales asegura que el arzobispo autorizó a los sacerdotes realizar las eucaristías en las parroquias, pero a puerta cerrada y sin feligresía. Entonces, como líder espiritual, invita a los demás sacerdotes a ingeniar métodos para llevar el mensaje de Dios y para esto sugiere usar internet y las redes sociales que, como en el caso de él, en menos de una semana más de 5.000 personas comenzaron a seguir el Facebook de la parroquia y las transmisiones en vivo que están haciendo alternamente con el fin de alimentar la fe de las personas en momentos donde más la pueden necesitar.
Como líder espiritual invita a los demás sacerdotes a ingeniar métodos para llevar el mensaje de Dios y para esto sugiere usar internet y las redes sociales
Desde la misma terraza, el padre prepara la celebración de algunos momentos importantes de la Semana Santa. Hoy, Domingo de Ramos, y el jueves santo, celebrará la misa del Señor y exhibirá el Santísimo en la noche por un momento, para que las personas lo adoren y alaben desde sus hogares. El sábado será la vigilia pascual, más una Eucaristía diaria a las 6 de la tarde.
Al final de cada celebración eucarística, un gran aplauso hace eco en toda la comuna 13. La salva de aplausos acalla los sonidos de la violencia que siempre se ha ensañado con ese sector de la ciudad y reivindica a una comunidad llena de fe y agradecida por lo que la misa le brinda.
ESNEYDER GUTIÉRREZ
MEDELLÍN