El cine es siempre lo presente y lo visible como decía John Berger. El intenso ahora del brasilero João Moreira Salles confirma la fuerza del cine para expresar la vida misma y para hacer sentir nostalgia por las personas, las cosas y las emociones que ya no están.
Presente y pasado, encuentros y despedidas, júbilo y melancolía, plenitud y vacío. “Siempre he querido saber lo que pasa cuando dos contrarios se encuentran”, apunta la voz del narrador que es el propio Moreira Salles. En esta película muchas experiencias y sensaciones opuestas se encuentran.
La cinta es un ensayo que habla de lo político, de lo social y de los sueños colectivos; pero también del ámbito íntimo y personal. Mayo del 68 fue un sueño que de manera espontánea logró unir a los estudiantes y a los obreros. Y este hecho le sirve al director para establecer un diálogo con el pasado, el presente, el cambio y, también, con la sensación de derrota.
Siempre he querido saber lo que pasa cuando dos contrarios se encuentran
La película logra un perfecto ritmo entre las imágenes, los comentarios y la música. El material lo componen cintas caseras que tienen un encanto particular y películas de archivo, en las que sobresale la figura inolvidable de Daniel Cohn-Bendit. Los hechos remiten a momentos convulsionados de los años 60: el golpe militar en Brasil, la Revolución cultural en China, el levantamiento estudiantil en París y el fin de la primavera de Praga. El trabajo de edición, que fue muy largo, es asombroso e implicó el ejercicio de ver muchas veces, bajo la superficie, hasta revelar parte del misterio.
Los acontecimientos políticos le sirven al director para hablar de temas que lo tocan profundamente. “Me interesa comprender cómo se tiene la capacidad de ser feliz y cómo se pierde”, así empezó esta cinta como él mismo lo confiesa y señala: “Mi película es sobre tener el sentido de la vida y perderlo”.
Esta singular y maravillosa producción habla del paso del tiempo y de la dificultad para aceptarlo, de los sueños y los fracasos. E invita a hacer una reflexión sobre el significado de las imágenes, sobre el observador y el que es observado, sobre lo que se ve y lo que hay más allá. La pregunta que se hace Moreira Salles es “cómo seguir adelante (lo que no es fácil), pues la vida no se pasa en los momentos intensos. La vida se pasa en los momentos del trabajo, de la cotidianidad”
Martha Ligia Parra - Crítica de cine
Para EL TIEMPO