Las técnicas analíticas nucleares que el Área Metropolitana del Valle de Aburrá (AMVA) y la ONU vienen trabajando para analizar la calidad del aire en el Valle de Aburrá, ya empiezan a arrojar algunos resultados.
Así lo dio a conocer Juan David Palacio, director del AMVA, quien explicó que con base en los resultado de esos estudios es que han identificado qué tanta incidencia están teniendo los factores externos, como la quema de biomasa o incendios, en el deterioro de la calidad del aire en la región.
“Este estudio, inicialmente, está arrojando que entre un 20 y un 27 por ciento sabemos cuán responsable de la afectación del aire es esta quema de biomasa”, agregó el funcionario.
El Área Metropolitana está vinculada desde el 2018 al proyecto ‘Evaluación y caracterización de los aerosoles atmosféricos y de condiciones meteorológicas para la estimación de aportes de fuentes locales y regionales en pro del Mejoramiento de la calidad del aire y la Gestión del Cambio Climático’, desarrollado con la Alianza de Cooperación Técnica y Científica de América Latina y El Caribe (Arcal) y financiado por la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA) de la ONU.
El proyecto busca identificar y cuantificar los aportes de las fuentes principales de emisión de PM2.5 en las áreas urbanas de América Latina y el Caribe, tanto locales como aquellas procedentes de otras regiones, mediante el uso de técnicas analíticas nucleares como el monitoreo del transporte de polvo a larga distancia, el cual se realiza combinando la información de imágenes satelitales, observaciones meteorológicas de superficie cercanas a los ciudades en estudio, y datos de análisis del National Center for Environmental Prediction (NCEP) -Centro Nacional de Predicción Ambiental-, de Estados Unidos.
Esta iniciativa permitirá conocer el aporte a la contaminación local procedente de otras regiones del mundo. Por ejemplo, polvo del Sahara, humo del Brasil, quemas en Venezuela, entre otros.
Palacio insistió en que se trata de estudios desde lo técnico y que en ellos también se evalúan los aerosoles. “Históricamente se ha hablado de PM 2.5 como el principal causante de las afectaciones, pero no solo lo es. Existen muchos más contaminantes como pueden ser los compuestos orgánicos y volátiles que el Área Metropolitana viene estudiando, pero que hoy en día no son parte de la principal dificultad sin desconocer que estas condiciones pueden cambiar a corto o a largo plazo”, agregó.
Existen muchos más contaminantes como pueden ser los compuestos orgánicos y volátiles que el Área Metropolitana viene estudiando
Indistintamente de que sea un estudio con la ONU, el Área tiene muy claro en sus líneas seguir avanzando en todo lo que tiene que ver con calidad del aire. Palacio advirtió que en todo lo que tiene que ver con Siata, equipo técnico, la inversión es cercana a los 20.000 millones de pesos para hacer monitoreo y seguimiento a todo lo que tenga que ver con calidad del aire.
“Tenemos instrumentos que son objetivos para medir la calidad del aire. Esos estudios son los del Pigeca y el Poeca que son los instrumentos que tenemos para la atención del episodio y para el cuidado de la calidad del aire. Estos son instrumentos que constantemente están en construcción, pero que también implican actualización precisamente por los cambios de la sociedad”, precisó.
El propósito de la ONU es contribuir al fortalecimiento de las capacidades técnico-científicas del país y la incorporación de los resultados generados en la implementación de los planes del mejoramiento de la calidad del aire en la región.
MEDELLÍN
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