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Las casas sostenibles benefician el ambiente
En Santa Elena trabajan por cuidar la naturaleza con ideas que velan por los recursos del Arví.
La recolección de aguas lluvias ayuda a los habitantes de Santa Elena a optimizar los recursos que la naturaleza les brinda. Foto: David Fonseca / EL TIEMPO
Miguel Ángel Vásquez no conoce otro hogar diferente a la bucólica vereda Mazo, del corregimiento de Santa Elena. Toda su vida se la ha pasado entre la calma de las montañas boscosas y ha vivido de la tierra fértil y generosa que siempre le ha brindado todo lo que su familia ha necesitado para subsistir.
Sin embargo, su estilo de vida cambió radicalmente hace unos 10 años. Hasta hace 12, don Miguel salía a la montaña para explotar sus recursos: musgo, bromelias, orquídeas, anturios y tierra de capote, con la intención de comercializarlos en el casco urbano de Medellín y poder brindar un sustento económico para levantar a su familia.
También era cazador de especies nativas con las cuales suplía la proteína animal que muchas veces no le era posible conseguir. Así, pasaba su vida sacando provecho de la riqueza del gran pulmón de Medellín, la reserva Arví.
Pero el cambió empezó a surgir cuando se creó la Corporación Parque Arví en el 2007. Lo primero que se realizó fueron capacitaciones a las familias, como la de Miguel Ángel, que vivían de los recursos del parque.
En 10 años de Mercado Arví la vida de nosotros cambió mucho
Se les enseñó cómo proteger el entorno natural y sacar provecho de la fertilidad del terreno. Lo primero fue mostrarles cómo poder replicar las especies naturales que extraían del bosque en huertas ubicadas en los alrededores de sus viviendas.
Luego se iniciaron las labores para fomentar el cultivo de flores, frutas, legumbres y hortalizas con la idea de que fueran los mismos cultivadores quienes vendieran sus productos en un mercado campesino en el parque. Al inicio fueron 30 familias las que se involucraron, hoy la cifra ya alcanza las 120.
“En 10 años de Mercado Arví la vida de nosotros cambió mucho. Por ejemplo, hace 12 que no he cazado un solo animal. También tenemos cultivos nuevos y en uno o dos días que vaya al mercado se consigue el sustento para la semana y, además, come uno mejor y más sano”, expresó Miguel Ángel.
No obstante, el proyecto del Mercado Arví no ha sido lo único que ha cambiado la vida de la familia Vásquez. A esta iniciativa, que les ha brindado un nuevo sustento económico, se le sumó hace unos tres años el proyecto Hogares Sostenibles, que tiene por objetivo implementar buenas prácticas ambientales para consolidar hogares rurales sostenibles, que contribuyan a la mitigación y adaptación del cambio climático.
Julián Alzate, profesional de competitividad de la Corporación Parque Arví, explicó que la mecánica del proyecto radica en una transformación social de los habitantes de las veredas Mazo y Piedras Blancas del corregimiento de Santa Elena, en Medellín, y la vereda La Honda, del municipio de Guarne.
“No se pretende cambiar su cultura, sino generar costumbres donde puedan implementar alternativas ambientales que nos ayuden a mitigar impactos dentro de la reserva natural y que propicien condiciones de calidad de vida, como una mejora en sus viviendas, seguridad alimentaria, y disminución de consumo en recursos naturales como agua y energía”, puntualizó Alzate.
Mediante estufas eficientes se garantiza que la tala de árboles para conseguir madera se disminuya. Calientan más rápido con menos madera. Foto:David Fonseca / EL TIEMPO
Según cifras de la Corporación, en las inmediaciones de la reserva existe un aproximado de 600 familias, de las cuales hasta el momento se cobija a 40 con la participación de la Corporación Parque Arví, EPM y la Secretaría de Medio Ambiente de Medellín.
En el proyecto se han podido implementar 87 soluciones ambientales que se distribuyen en: 14 sistemas de recolección de aguas lluvias, 2 calentadores solares de agua, 7 sistemas de compostaje, 1 huerta casera, 3 biodigestores, 6 sistemas de aguas servidas, 2 es solares, 5 instalaciones que permiten el mejoramiento de la eficiencia energética, 2 filtros purificadores de agua, 10 sistemas ahorradores de energía, 15 boquillas presurizadoras de agua y 20 kits de iluminación led.
La casa de la familia Vásquez cuenta con tanques para la recolección del agua, huertas para el cultivo, pozos sépticos y una estufa eficiente que permite cocinar más rápido consumiendo menos leña.
Amanda Ramírez, esposa de don Miguel Ángel y quien también participa de la iniciativa de los mercados vendiendo dulces, comentó que la estrategia de Hogares Sostenibles les cambió la vida de muchas formas.
Para ella, la posibilidad de ayudar al cuidado del ambiente es de gran importancia y a su vez le permite mejorar su calidad de vida.