Con 12 máquinas captadoras espera terminar este año Kaptar, una empresa de reciclaje dentro del servicio público de aseo que nació en Medellín en febrero del año pasado.
Kaptar busca potenciar el aprovechamiento de residuos sólidos, su propósito es incentivar el reciclaje, la economía circular, disminuir los residuos en los rellenos sanitarios y brindar a las personas dinero para pagar productos y servicios de primera necesidad.
Tomás Villamil y David Valencia, un guajiro y un bogotano, iniciaron esta empresa porque conocen el potencial económico de lo que la gente llama basura.
“Hay países en Europa que solo depositan en los rellenos el 2 por ciento de todo lo que producen, nosotros estamos enterrando el 87 por ciento, literalmente estamos enterrando dinero en efectivo”, dijo Tomás.
Esto lo dice porque detrás de una botella, por ejemplo, está la industria petroquímica, la logística del transporte, especialidades de la ingeniería, que fabrican un producto con una vida útil que solo dura lo que las personas se demoren en vaciar su contenido. Esto a pesar de que el plástico con el que se fabrican podría ser reutilizado muchas veces más.
Con Kaptar quieren poner este gran potencial económico en función de la sociedad, beneficiando especialmente a las personas que tienen menos ingresos monetarios.
Es así como uno de los objetivos es que la gente pueda obtener pines para pagar los servicios públicos prepago de Empresas Públicas de Medellín (EPM).
EPM no corta los servicios luego de cierto número de facturas vencidas, sino que permite a las personas el pago anticipado, así los s hacen los consumos de agua y energía de acuerdo con sus ingresos.
En la actualidad, en el valle de Aburrá hay 16.660 s con agua prepagada y 222.900 con energía en esta modalidad.
“No habiendo más nadie que le interese, y no habiendo otro escenario que el sector de los más necesitados, pensamos que era ideal tomar ese potencial y repartirlo entre ellos, que de pronto las dificultades económicas no les permiten acceder a algunos productos o servicios”, comentó uno de los creadores de Kaptar.
Regulación
En el 2015 la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico expidió la resolución CRA 720, que aprobó el servicio de aprovechamiento como parte complementaria del servicio público de aseo; y en abril del 2016 el Ministerio de Vivienda expidió el Decreto 596, que reglamenta el esquema de la actividad de aprovechamiento.
Con este marco jurídico se cimentó Kaptar, y un poco después llegó al Distrito de Innovación de Ruta N, una plataforma que ayuda a empresas del sector de las Tecnologías de la Innovación y las Comunicaciones (TIC) a aterrizar en Medellín y desarrollar proyectos que potencien la innovación en la ciudad. Por el Distrito de Innovación han pasado 152 empresas de 23 países diferentes.
¿Cómo funciona?
Las máquinas captadoras, de fabricación china, funcionan en tres pasos.
El primero es identificarse, se hará con la tarjeta cívica del Metro de Medellín.
Luego de la identificación, se selecciona “inicio”, esto abre la compuerta de la máquina. Ahí se introduce la botella, con el código de barras hacia arriba para que el lector pueda identificarlo.
El último paso es redimir los puntos en la forma que el desee: donaciones a fundaciones, pines para pagar los servicios públicos, y eventualmente, bonos para alguna tienda.
Para que la máquina pueda recibir las botellas o latas, estas deben conservar su integridad, esto es: la botella, la tapa y la etiqueta. “La etiqueta es importante porque a través de ella identificamos qué producto está devolviendo la gente”, explica Tomás, este es un dato comercial valioso para las compañías que fabrican los envases.
Se espera que las botellas sean puestas en la máquina sin que hayan tenido o con la basura, en el mejor estado de aseo posible, puesto que la proveniencia de la botella determina qué porcentaje de su material puede ser reutilizado. “Si el material está en unos rangos de contaminación, solo se puede utilizar un 30 o 40 por ciento para hacer botellas otra vez, pero si está en muy buen estado de aseo, se puede reusar hasta el 100 por ciento del material”, dijo Tomás.
Por el momento las máquinas solo reciben botellas plásticas de máximo 1,5 litros pues botellas más grandes ocuparían demasiado espacio y la cantidad de plástico que contienen es casi igual al de las botellas más pequeñas.
En el momento hay dos máquinas captadoras ubicadas en Ruta N, pero ya hay un pedido para otras 10 que llegarán en julio y serían ubicadas en algunas estaciones del metro de Medellín.
MARÍA ISABEL ORTÍZ FONNEGRA
Redactora EL TIEMPO
MEDELLÍN