Las tareas pendientes para mejorar calidad del aire en Medellín

Aunque a días de ser levantado el Estado de Prevención, decretado por el Área Metropolitana del Valle de Aburrá (AMVA) desde el pasado 30 de septiembre, no ha sido revelado el balance de la aplicación de la medida, para la alcaldía y la autoridad ambiental esa reducción encarna el éxito de las medidas adoptadas para mejorar el aire.

Eugenio Prieto Soto, director del AMVA, destacó, además, que la región modernizó su sistema de monitoreo, tanto de la calidad del aire como de la previsión climática.

Así mismo, el funcionario resaltó que entre 2019 y 2016 el AMVA realizó 212.123 mediciones de gases de vehículos, 3.499 visitas de control y vigilancia a 372 empresas industriales.

Igualmente, evitó la emisión de cerca de 12.809 toneladas de dióxido de carbono, gracias a un programa de producción y consumo sostenible en el que participaron 1.192 empresas.

Por su parte, el secretario de Medio Ambiente de Medellín, Sergio Andrés Orozco, defendió la gestión del gobierno local y destacó los esfuerzos del Municipio por ejercer control al parque automotor, exigir un combustible más limpio a Ecopetrol y sembrar árboles.

Aunque para ambos funcionarios este paquete de políticas explican la disminución del material particulado en el aire, para líderes ambientales y algunos dirigentes gremiales del sector transporte todavía hay varios problemas que tendrán que ser resueltos.

Luis Guillermo González, presidente de la Asociación de Volqueteros de Antioquia, aseguró que el sector que lidera y que según los datos del AMVA aporta el 26 por ciento de las emisiones del parque automotor, se quedó por fuera de los planes de renovación vehicular.

“Una volqueta C2 de dos ejes, que carga un promedio de ocho metros de material equivalentes a 15 toneladas, tiene un peso bruto vehicular muy por encima de 10,4 toneladas. Si el Área Metropolitana determina que ese es el límite, no habrá ninguna volqueta que entre en este plan. Por otro lado, la Nación habla de un plan de renovación de 10,5 toneladas de peso bruto vehicular para camiones, pero no habla de volquetas”, precisó González.

Agregó que el único incentivo que podría tener el sector para renovarse es ser eximidos del pago del IVA para comprar vehículos, si así queda aprobado en la nueva Ley de Financiamiento.

Álvaro Alzate, director de la Asociación de Transportadores de Carga, aunque destacó los esfuerzos de los gobiernos locales por incentivar la renovación vehículo, aseguró que todavía son muy fuertes los impactos del pico y placa ambiental para el sector. Según calculó, las pérdidas diarias por cada día de restricción ascienden a los 200 millones de pesos.

Bajo esa misma lógica Clarita María García, directora ejecutiva de Defencarga, propuso que los tractocamiones sean eximidos de las restricciones ambientales, ya que durante los episodios críticos de contaminación la conexión entre la industria del oriente de Antioquia y el Eje Cafetero y la costa Atlántica se ve afectada, a pesar de que estos vehículos solo aportan el 1 por ciento de las emisiones.

Daniel Carvalho, concejal de Medellín por el movimiento Creemos, aunque destacó que gracias a las políticas ambientales se logró disminuir la concentración de material particulado, la ciudad deberá fijarse metas más ambiciosas, para que los próximos gobiernos no dejen a un lado el tema.

Carvalho agregó que todavía falta formular políticas para evitar que la ciudad siga comprando más vehículos a Diésel.

También aseveró que aún se hace necesario robustecer más el sistema Metro y otras alternativas de movilidad, para que el uso del automóvil particular cada vez sea menor.

Así que renovar los camiones y volquetas, que juntos aportan el 64 por ciento de las emisiones del parque automotor; fortalecer el sistema público de transporte masivo y reducir las emisiones, más allá de los episodios críticos de contaminación, son algunas de las acciones que deberá acometer la próxima istración municipal.

El Área Metropolitana anunció para este viernes la entrega de un informe con los resultados de la aplicación de la medida con la que se buscó anticipar cualquier contingencia en cuanto a la contaminación, lo que significó que no existió una crisis en la actualidad.

JACOBO BETANCUR PELÁEZ

Para EL TIEMPO