Un taller conformado por mujeres cabeza de hogar en Cartagena recuperó más de 1400 uniformes antiguos y otras prendas de vestir en desuso para transformarlos en nuevos productos - como canguros, morrales, cartucheras, delantales, entre otros- contribuyendo a la disminución de la contaminación textil.
“Para mí ha sido muy importante ser parte de este proyecto, pues este empleo me ha
dado buena calidad de vida para mí y para mis cuatro hijos”, aseguró Betilda Tovar Batista, una de las mujeres que forman parte del taller Hilando, ubicado en el barrio Bicentenario de Cartagena.
En total, se recolectaron 480 kilos de uniformes antiguos y prendas en desuso, el equivalente a ahorrar 25.000 kilos de CO (monóxido de carbono) aproximadamente.
“Saber que estábamos contribuyendo, por un lado, a mejorar el entorno, minimizando los residuos textiles, y, por otro lado, a incentivar el empleo de mujeres cabeza de hogar de comunidades cercanas a nuestra planta nos generó una experiencia muy gratificante y lo seguirá siendo, ya que continuaremos aportando", contó Mario Luna, activo participante de esta campaña.
Para mí ha sido muy importante ser parte de este proyecto, pues este empleo me ha
dado buena calidad de vida para mí y para mis cuatro hijos
Esta iniciativa es la continuación de la estrategia de Economía Circular en la industria textil que ha desarrollado Esenttia, empresa enfocada en lograr un uso responsable de los residuos sólidos, en los últimos dos años.
"No solo buscamos darle una nueva vida útil a nuestros uniformes y a otras prendas de vestir, sino también generar encadenamientos productivos que contribuyan a la reactivación económica de las familias, al tiempo que seguimos extendiendo las prácticas sostenibles en la cotidianidad de los hogares”, dijo Jessica Mac Master, vicepresidenta de Excelencia Corporativa Esenttia.
El proyecto estuvo apadrinado por la Fundación Grit y contó con la ayuda del Colectivo Traso para la articulación y diseño del encadenamiento productivo.
"Es una forma de resignificar el desecho textil: lo que antes era considerado
basura se transforma en oportunidades para la creación de nuevos productos y, sobre
todo, se vuelve una fuente de ingresos económicos para todas las mujeres que forman
parte de estos talleres ubicados en los barrios Bicentenario, Pasacaballos y Nelson
Mandela, en Cartagena", agregó Maria Stella Larios, directora de la Fundación Grit.
Las prendas que son parte de esta iniciativa están disponibles para ser adquiridas en la
página de Instagram
@fundaciongrit. Las ventas generadas serán destinadas exclusivamente al desarrollo de las iniciativas en beneficio de las modistas apadrinadas por la Fundación Grit.
ELTIEMPO.COM
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