Sucre: Envían a la cárcel a los policías implicados en el asesinato de 3 jóvenes

En la tarde de este miércoles fueron enviados a prisión los 10 de la Policía Nacional que fueron capturados la semana pasada por estar implicados en el asesinato de tres jóvenes el 25 de julio en Chocho, Sucre.

La jueza avaló los argumentos de la Fiscalía y la Prucuraduría, entidades que argumentaron que ante la gravedad de los hechos, estos uniformados debían ser enviados a una cárcel.

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"Legalmente, es procedente de acuerdo al análisis que anteriormente se hizo", dijo la jueza y afirmó que estas personas irían a un centro carcelario en el Atlántico.

Estos policías -9 patrulleros y una subteniente- habrían participado en la detención ilegal, tortura y asesinato de Jesús David Díaz, Carlos Alberto Ibáñez y José Carlos Arévalo.

Y según la Fiscalía, quien les disparó fue el coronel Benjamín Nuñez, quien actualmente está prófugo de la justicia y está por fuera del país.

"El coronel Benjamín Núñez les disparó a los jóvenes en Sucre", aseveró la Fiscalía durante las audiencias de imputación de cargos. 

Posterior al anuncio, la jueza procedió a entregar detalles de lo ocurrido el día 25 de julio, cuando les dieron muerte a los tres jóvenes, de acuerdo con las pruebas presentadas por la Fiscalía.

Informó sobre los testimonios recogidos por la Fiscalía General de la Nación, enunciando las fotografías y la epicrisis aportada por funcionarios de la Clínica María Reina, donde se da a conocer en forma detallada los golpes recibidos por los jóvenes, los lugares donde se los propinaron, si fueron con arma contundente y arma blanca, además los sitios de los disparos y la causa de las muertes.

Los testimonios leídos por la jueza dan a conocer que dos de los jóvenes practicaban stun con sus motocicletas, la forma como los policías dispararon contra ellos por hacer malabares y la forma como les dijeron que los iban a quemar junto con sus motos.

Dio a conocer el testimonio de una mujer habitante de una finca cerca de donde ocurrieron estos hechos iniciales, observando como retuvieron a los jóvenes y los subieron a la camioneta cargándolos por los brazos y las piernas en presencia de una joven quien resultó ser la hermana de Jesús David Díaz, uno de los asesinados.

Manifestó, además, que los patrulleros y la subteniente María Camila Buriticá no hicieron nada por impedir la acción que ocurría en la camioneta, a pesar de percatarse de lo que sucedía.

Así mismo, dijo que lavaron la camioneta y mandaron a arreglar los orificios que quedaron en el vehículo para presuntamente ocultar las evidencias.

Dijo que toda acción de un superior jerárquico puede evitarse a la luz de los derechos humanos.

Los abogados de la defensa indicaron que procederán a interponer los recursos de apelación a la decisión tomada por la jueza.

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En su momento, la Fiscalía les imputó a los implicados diferentes cargos, todos según su participación en los hechos, de acuerdo a las investigaciones.

A la subteniente María Camila Buriticá Valencia, homicidio agravado en concurso heterogéneo y sucesivo con privación ilegal de la libertad.

El Patrullero Jesús María Bolaño Castro, quien conducía la camioneta donde movilizaron a los jóvenes, se le imputó el delito de homicidio agravado en concurso homogéneo y sucesivo, en concurso heterogéneo con privación ilegal de la libertad, ocultamiento y destrucción de elementos materiales probatorios.

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Al patrullero Rafael Paz Barboza lo señalan de  por homicidio agravado en concurso homogéneo y sucesivo, en concurso heterogéneo con privación ilegal de la libertad.

Al patrullero Santiago Garavito Díaz, con homicidio agravado en concurso homogéneo y sucesivo en concurso heterogéneo con privación ilegal de la libertad.

Para el patrullero Yamil Alfonso Henao Araque fueron cargos de privación ilegal de la libertad, en concurso homogéneo y sucesivo, en concurso heterogéneo con favorecimiento.

El Patrullero Álvaro Antonio Álvarez Ricardo, acusado de privación ilegal de la libertad, en concurso homogéneo y sucesivo, en concurso heterogéneo con favorecimiento.

Al patrullero Uber Guillermo Mieles Arroyo se le imputó el delito de tortura agravada en concurso homogéneo y sucesivo, en concurso heterogéneo con privación ilegal de la libertad.

A la patrullera Leila Carolina Ávila Pestana se le imputó tortura agravada en concurso homogéneo y sucesivo, en concurso heterogéneo con privación ilegal de la libertad.

El patrullero Bernardo Pontón Mercado deberá responder por los delitos de tortura agravada en concurso homogéneo y sucesivo, en concurso heterogéneo con privación ilegal de la libertad en calidad de coautor.

Y la patrullera Diana Marcela Puerta Rodríguez, el delito de tortura agravada en concurso homogéneo y sucesivo, en concurso heterogéneo con privación ilegal de la libertad en calidad de coautora.

Francisco Javier Barrios

Para EL TIEMPO

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