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Los dos responsables por asesinar a un profesor universitario en Florencia, Caquetá, en el año 2023, fueron condenados a 19 años de prisión

La Fiscalía comprobó que los sujetos lavaron el lugar del homicidio con vinagre industrial y ácido nítrico, con el fin de borrar la evidencia.

Asesinato de un profesor universitario Foto: Fiscalía / Redes sociales

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Laura Daniela Alarcón Vargas

PERIODISTA13.06.2024 08:16 Actualizado: 13.06.2024 11:52

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Dos hombres fueron condenados a 19 años de prisión tras haber participado en el homicidio de Carlos Alberto Torres Sanza, profesor universitario en el municipio de Florencia, en el departamento de Caquetá, el pasado cinco de octubre de 2023.

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Los responsables, identificados como Jhon Jairo Osorio Pérez y Carlos Andrés Castro Vargas, fueron llevados a la cárcel después de que la Fiscalía General de la Nación recolectara las pruebas suficientes para demostrar su culpabilidad en el crimen.

Por lo tanto, los señalados aceptaron su responsabilidad en los delitos de homicidio agravado, robo agravado y ocultación, alteración o destrucción de prueba material. Al aceptar un acuerdo con las autoridades, los llevó a pasar de perpetradores a cómplices del asesinato.

Junto a ellos, el juez encargado del caso, sentenció a Yibran Arnovis Imbachi Jiménez, quien fue sentenciado a 22 años en el Penal El Cunduy, en Caquetá, donde también se encuentran Osorio Pérez y Castro Vargas.

¿Cómo sucedieron los hechos?

Carlos Alberto Torres Sanza. Foto:Redes sociales

Según la información recolectada por la Fiscalía, los hechos sucedieron en una vivienda ubicada en el barrio Los Transportadores, lugar en que el profesor se dirigía a cerrar la puerta de su camioneta y donde es apuñalado en el cuello y el pecho, lo que le causó la muerte inmediatamente.

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Tras lo sucedido, la entidad comprobó que los agresores lavaron la casa donde fue asesinado el hombre con vinagre industrial y ácido nítrico, con el fin de borrar cualquier evidencia.

Después de limpiar la vivienda, los dos sujetos llevaron el cadáver al municipio de Morelia en su propio vehículo y lo arrojaron al río Pescado, para posteriormente dirigirse a Valledupar y vender la camioneta de la víctima, "acción que fue frustrada por las autoridades", según la Fiscalía.

Al docente se le fue hurtado una cadena, un anillo, dinero en efectivo, un computador portátil, un celular. Todos estos objetos estaban valorados por un total de 90 millones de pesos, aproximadamente.

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