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Las sombras que enrarecen el panorama electoral de Cúcuta
El clima de violencia y los cuestionamientos a políticos condenados han dominado el debate.
Algunos detractores de Petro portaban publicidad alusiva a una candidata a la Cámara de Representantes por el Centro Democrático. Foto: Gustavo A. Castillo Arenas / EL TIEMPO
Los hechos de violencia registrados en Cúcuta durante un evento proselitista del candidato presidencial Gustavo Petro la semana pasada, sumado a fuertes señalamientos contra cuestionados dirigentes locales han marcado el ritmo de la campaña electoral que se desarrolla en la capital nortesantandereana a pocos días de la primera jornada electoral prevista para este año.
Por una parte, la sombra del exalcalde de Cúcuta, Ramiro Suárez, condenado a 25 años de prisión por homicidio, ha resurgido con fuerza en medio de la contienda política, pues algunas denuncias sugieren que las paredes de la cárcel La Picota, en donde está recluido, no han sido obstáculo para aceitar su maquinaria electoral.
En declaraciones recientes, el funcionario señalado de ser su heredero electoral, César Rojas, el actual mandatario de los cucuteños, ha salido en su defensa, argumentando que “no todo lo malo que pasa en Cúcuta puede ser por culpa de Ramiro. A ese señor déjemelo quieto pagando su condena”.
Precisamente, algunos actores políticos que tienen como consigna develar el nexo entre la istración municipal y el poder ejercido desde la prisión son quienes han reportado sobre situaciones de constreñimiento de su actividad proselitista, como ocurrió con la manifestación pública de la campaña Colombia Humana de Petro, el pasado viernes 2 de marzo, cuya prohibición desencadenó en brotes de violencia y enfrentamientos con la fuerza pública.
Los hechos del viernes demuestran que hay un riesgo por constreñimiento por la poralización (…) Estas disputas que se trasladaron a la plaza pública nos preocupa
Para algunos analistas y candidatos consultados, estos ejes programáticos se han convertido en fuente de indignación para capitalizar odios y atizar la polarización entre los 561.884 cucuteños llamados a depositar su voto en las urnas. Pero, la mayor preocupación de las autoridades electorales en torno a este panorama crispado es que estas tensiones sirvan para alentar el abstencionismo, o mucho peor constreñir al votante, práctica irregular de la que ya se tienen denuncias en los órganos competentes.
“El reporte que nos entregan las autoridades sobre el orden público para los comicios del próximo domingo 11 de marzo es de completa normalidad. Sin embargo, en vista de los hechos del viernes pasado, vemos que hay un riesgo por constreñimiento ante el clima de polarización vivido en la ciudad (…) Estas disputas que empezaron por las redes sociales ya se trasladaron a la plaza pública y eso nos preocupa”, puntualizó Jairo Eduardo Oviedo, coordinador regional de la Misión de Observación Electoral (MOE) de Norte de Santander.
El vocero de este órgano electoral añadió que estos hechos incitados por la violencia política nunca antes se habían registrado en la ciudad de Cúcuta y que esta división de la sociedad puede alterar el ambiente de las urnas y deteriorar los principios democráticos, como la equidad o la transparencia.
Percibimos un ambiente electoral muy enrarecido por las decisiones políticas que se han tomado desde la Alcaldía de Cúcuta en detrimento a esta cita de las urnas
En este último punto coincide el candidato a la Cámara de Representantes por la Alianza Verde, Francisco Javier Cuadros, quien se ha sentido intimidado en los últimos días por denunciar la injerencia de Ramiro Suárez por medio de osadas iniciativas, como la de extender un pendón sobre la fachada del Palacio Municipal, en el cual se insinuaba que la entidad se maneja desde la prisión.
El aviso, que hace referencia específicamente a la influencia política del exalcalde de Cúcuta, Ramiro Suárez, fue instalado en horas de la mañana del miércoles y duró cerca de 30 minutos exhibido. Foto:Archivo Particular
“Percibimos un ambiente electoral muy enrarecido por las decisiones políticas que se han tomado desde la Alcaldía de Cúcuta en detrimento a esta cita de las urnas. Pero también vemos que en estas elecciones la ciudadanía no tolera esta forma en que se hace política en el marco de unas redes oscuras, como lo que sucede con este exdirigente”, aseveró el aspirante.
Para José Fabio Torres Parada, politólogos y docente universitario, este condenado a 21 años de prisión, que gobernó la ciudad entre 2004 y 2007, es considerado un actor político con gran capacidad de movilización de las clases más humildes de la capital nortesantandereana.
“El escenario de rechazo hacia este exfuncionario profundiza mucho más esas polarización, que viene siendo exacerbada por la intolerancia, la apatía y la pobre formación en cultura política de los cucuteños”, concluyó el experto.