En la Alta Guajira, una estudiante estuvo a punto de morir al intentar atravesar un arroyo

Se siguen registrando intensas lluvias en el municipio de Uribia, más concretamente en la Alta Guajira. Una menor estuvo a punto de ser arrastrada por la creciente de un arroyo y 34 viviendas resultaron destechadas.

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Tremendo susto vivieron varios estudiantes del Centro Etnoeducativo del corregimiento de Tawaira, al tratar de cruzar un arroyo, cuyos terrenos se encuentran inestables y resbalosos. 

Una menor estuvo en riesgo de perder su vida, afortunadamente fue auxiliada por tres jóvenes, el hecho quedó grabado en un vídeo, en el que aparecen varios estudiantes con uniformes.

Esta situación generó un debate en redes sociales sobre la necesidad de suspender el calendario académico o modificarlo, para que cuando lleguen las lluvias los menores no se vean expuestos a estas situaciones.

De otro lado, 34 viviendas resultaron destechadas en la comunidad de Makalou, en el corregimiento de Castilletes, en la frontera con Venezuela.

Según infirmó el corregidor de Castilletes Yohedis Palmar, en la zona se registró este miércoles una lluvia de más de tres horas, acompañada de fuertes vientos.

Habitantes de la comunidad Flor de Olivo, ubicada en el corregimiento de San Antonio de Pancho, en zona rural de Manaure, completan nueve días de estar durmiendo en el cementerio de Pancho, debido a que es un lugar alto para refugiarse, luego de que sus viviendas quedaran bajo el agua, tras el desbordamiento del río Ranchería.

En o con EL TIEMPO aseguran que en el día van a darle vuelta a sus viviendas y para ello deben atravesar un arroyo de más de un metro de profundidad. Esperan que el agua baje pronto para regresar a su territorio. La creciente los sorprendió a medianoche y perdieron sus enseres, chivos y gallinas.

La preocupación ahora son los mosquitos y las plagas que comienzan a proliferar y hay más de 50 menores, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) hace presencia en la zona con una unidad móvil, compuesta por varios profesionales.

Esta comunidad con unos 170 habitantes, es un barrio apartado de Pancho, que se ha crecido y lucha por independizarse argumentando que no reciben apoyo. Afirman que para recibir el kit de alimentos que entregó el alcalde en la zona, debieron protestar y cerrar la vía, debido a que no aparecían en el listado.

“No llega ayuda, cada vez que llueve se hunde Flor del Olivo, no hay quien se mueva por nosotros. Pero el político sí, aquí está la platica. ¿Y ahora? No se acuerda de uno que está pasando necesidad y hambre”, indicó Yairt Uriana, una de las afectadas.

Manuel Antonio Cotes sostuvo que “nos pasamos para el cementerio, para que los menores y los animales no se vayan a ahogar. Pero no tenemos autoridad o líder que nos represente y nos den ayuda, a veces comemos una vez al día”.

Asimismo, unas 35 familias de la comunidad de Pipamana se trasladaron a un costado de la vía que conecta a Mayapo con el corregimiento de Pancho, en zona rural de Manaure, en busca de ayuda y un sitio en donde dormir y salvaguardar sus vidas, armando una improvisada carpa. Hace cuatro días recibieron un mercado de la alcaldía, pero dicen que no les alcanzó.

Desde hace una semana dejaron su territorio ubicado a una hora de camino, debido a que el nivel del agua superaba el metro de altura tras el desbordamiento del río Ranchería.

“Perdimos los enseres, chinchorros, chivos. No sabemos dónde vamos a quedarnos, aquí se bajó un poco el agua, pero allá está el agua, alcanza los 50 centímetros al interior de la vivienda”, indicó José Javier un líder de la comunidad.

En las últimas horas, las autoridades lograron el traslado desde el Hospital de Nazareth, en la Alta Guajira, de tres menores de edad quienes fueron remitidos hasta la capital guajira para recibir atención médica inmediata.

Dos de ellos son menores de un año y presentan problemas de desnutrición aguda y enfermedades asociadas, mientras que la otra paciente se trata de una adolescente de 16 años diagnosticada con apendicitis e infección de vías urinarias.

“No escatimaremos esfuerzos en nuestra misión. Mientras un guajiro necesite de nuestras acciones para salvar su vida, estaremos dispuestos a darlo todo”, enfatizó Tachy Brito Frías, directora de Desarrollo Institucional de la Secretaría de Salud Departamental, tras el traslado exitoso realizado con el apoyo de la Fuerza Aeroespacial Colombiana, debido a que esta zona se encuentra incomunicada por las lluvias.

En la mañana de este miércoles, arribó a Puerto López, en el extremo norte de La Guajira, el buque anfibio ARC Golfo de Urabá, de la Fuerza Naval del Caribe, con 1.550 ayudas humanitarias.

Están destinadas a 28 comunidades indígenas wayús de los corregimientos de Puerto López, Punta Espada y Castilletes, que han sido las más afectadas por las lluvias.

En total, se entregaran 130 toneladas de alimentos consistentes en 3.550 ayudas humanitarias en la Alta Guajira, las cuales hacen parte de un trabajo conjunto coordinado en el que participan el Ejército Nacional, la Armada Nacional, la Fuerza Aérea, la Gobernación de La Guajira, el Icbf y la Cruz Roja, Policía Nacional y el Programa Mundial de Alimentos.

El gobernador de La Guajira, Jairo Aguilar Deluque, indicó que con estas ayudas se busca mitigar la crisis humanitaria que atraviesa el departamento y que se ve reflejado en que es la primera vez que se juntan dos calamidades públicas, ambas decretadas en noviembre.

“Llevamos todo el año en emergencia, siendo Niño o Niña, sequía o lluvia y eso genera una alerta, de que todo el año el departamento de La Guajira está en emergencia”, expresó el mandatario.

Una vez termine con el desembarque de ayudas, agua y combustible, el buque continuará su recorrido hacia Puerto Estrella y luego a Taroa. Cada kit alimentario tiene un aporte calórico diseñado para sostener a las familias de 15 a 20 días.

La Armada informó que, en esta primera fase, el ARC 'Golfo de Urabá' y los vehículos del Batallón de Movilidad de Infantería de Marina de la Armada tendrán la misión de transportar y entregar ayudas humanitarias también en Bahía Honda, Bahía Hondita, Castilletes, Karasúa, Puerto Bolívar y Puerto Estrella, con apoyo de integrantes de las diferentes autoridades y entidades.

El buque regresará a Riohacha para continuar con la segunda fase, con el fin de reabastecerse y retornar con apoyos y esperanza para la población de La Guajira.

Por su parte, el secretario de Gobierno del municipio de Dibulla, Odacir Ospino Bermúdez, mostró su preocupación, debido a que las lluvias continúan y se han trasladado a la parte alta de la Sierra Nevada de Santa Marta.

Por lo anterior, las afectaciones aumentan, pero las ayudas de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo y Desastres (UNGRD) no llegan. Van más de 900 familias afectadas.

“Seguimos haciendo los censos, visitando las comunidades gracias al Bienestar Familiar y a los equipos extramurales de salud, solo hemos tenido la ayuda del departamento y lo que podemos hacer en el municipio. Seguimos mandando los censos a la UNGRD, pero no hemos obtenido respuesta, ni el saludo hemos recibido con esta emergencia por lluvias”, dijo Ospino.

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Advierte que el río Palomino amenaza con acabar con los pocos metros de playa que quedan en su desembocadura con el mar Caribe, en este sector se encuentran 10 restaurantes en riesgo y probablemente deberán ser reubicados. También se registra creciente en los ríos Cañas y Ancho.

“Seguimos esperado la mesa técnica de la UNGRD que anunció con bombos y platillos para reunirnos y presentar el plan de acción de obras civiles, donde tenemos que proteger las zonas aledañas a los ríos”, puntualizó el secretario de Gobierno.

Sobre el apoyo de la UNGRD hacia La Guajira en esta emergencia, el gobernador indicó que están varios funcionarios recogiendo información en los sitios, ya que están a la espera de recursos, “el apoyo ha sido de coordinación, como ellos lo han manifestado”.

Eliana Mejía Ospino

Especial para EL TIEMPO

Riohacha