Es de tal magnitud la crisis humanitaria que vive el pueblo indígena awá en Nariño, que ni las autoridades, que deben adelantar en su territorio las tareas de levantamiento y trasladado de las víctimas por la violencia, quieren seguir levantando estos cuerpos.
“Tampoco se realizan las labores de levantamiento y traslado de los cuerpos por parte de las instituciones competentes para atender estos casos”, fue la denuncia que hizo la Unidad Indígena del Pueblo Awá (Unipa), al señalar que así sucedió durante el pasado mes de septiembre, cuando tres de su etnia fueron asesinados de manera aislada y en distintos resguardos.
Eso quiere decir que los indígenas son quienes hacen los propios levantamientos de los cadáveres de su gente, en la zona rural, entre las montañas.
Todos, ubicados en jurisdicción de los municipios de Tumaco y Barbacoas, en la costa Pacífica nariñense.
“Lamentablemente, el pueblo awá Unipa continúa siendo víctima de la violencia por parte de los actores armados”, indicaron en la organización.
Y la citada organización lo demuestra con tres lamentables hechos que han causado su absoluto rechazo.
En la mañana del 14 de septiembre de este año, Leonicio Taicus Canticus, de 37 años, había salido de su vivienda en el resguardo Sangulpí Palmar, en Tumaco.
Se dirigía al corregimiento Llorente para realizar la remesa semanal, pero en el trayecto, dos hombres armados y motorizados lo interceptaron y se lo llevaron hasta el corregimiento El Pinde.
Al cabo de unas pocas horas su cuerpo fue encontrado sin vida cerca al río Pianulpí.
El segundo caso se produjo a las 3:20 de la tarde del 21 de septiembre, a la altura del kilómetro 92 de la vía que de Tumaco conduce a Pasto, allí Diocelino García Bisbicus perteneciente al resguardo Saundé Guigay, fue sacado a la fuerza de su casa y luego conducido hasta un vehículo particular por varios hombres desconocidos.
Tres horas después el hombre de 25 años fue encontrado muerto. Previamente había sido amenazado y desplazado.
El 23 de septiembre, a las 5:00 de la tarde, en el corregimiento Buenavista, jurisdicción de Barbacoas, Arturo García, de 36 años y del resguardo Pulgande Tronquería, cuando caminaba por el patio de su vivienda fue sorprendido por un hombre que le disparó y le causó la muerte instantánea.
Pero lo que las autoridades indígenas aún no se explican es de que estas muertes y otras más se han registrado “a pesar de la constante presencia de la Fuerza Pública en estos lugares, dejando claro que no hay garantías de seguridad”.
Es por eso que una vez más le solicitan al Gobierno Nacional la atención inmediata al pueblo awá, que desde hace muchos años atrás viene padeciendo por la presencia de grupos armados ilegales y narcotraficantes en sus resguardos sagrados.
“Instamos al presidente Gustavo Petro a que atienda de forma urgente e inmediata la crisis humanitaria que atraviesa nuestro pueblo awá, para que la política de paz total empiece a ser una realidad”, agregaron.
Recordaron que aunque se instaló el Puesto de Mando Unificado, el pasado 17 de septiembre, en Tumaco: “Hemos registrado hechos victimizantes que dejan en evidencia que no se han materializado acciones concretas para lograr la paz que nuestro pueblo ha exigido”.
Su mayor reclamo a los actores armados que hacen presencia en la región, es poner fin a las acciones violentas que ponen en riesgo la seguridad de la población indígena.
Según Juan Edgardo Pai, secretario técnico de la Mesa de Concertación para el Pueblo Awá, la comunidad indígena siempre ha estado al margen del conflicto armado, han sido víctimas de asesinatos, desplazamientos y amenazas.
“No existen rencores, ni revanchas, estamos dispuestos en contribuir a la paz total”, dijo Pai.
MAURICIO DE LA ROSA
ESPECIAL PARA EL TIEMPO
PASTO