Al caer en un campo minado en zona rural del municipio de Tumaco, Nariño, murió el médico tradicional y sabedor ancestral del pueblo indígena Awá, Gerardo Pai Nastacuas.
El lamentable hecho se registró el pasado 9 de octubre en cercanías al río Mira y en una zona selvática de la frontera entre Colombia y Ecuador.
Con 61 años de edad, casado y cuatro hijos la nueva víctima por la activación de un campo minado, se encontraba caminando hacia su vivienda cuando sin darse cuenta pisó el explosivo.
Fueron dos minas antipersonales las que acabaron con su vida, al parecer habían sido colocadas por los grupos armados ilegales que se disputan las rutas del narcotráfico en ese territorio.
La Unidad Indígena del Pueblo Awá, Unipa, tras lamentar y condenar su muerta en esa circunstancia indicó que se trata de una enorme pérdida para la cultura Awá, “por todo el conocimiento que tienen nuestros mayores sabedores”.
Precisó que Pai Nastacuas se había caracterizado a través de los años por ser un gran médico tradicional, interprete y minguero, al igual que por acompañar con dedicación y esmero el proceso de vida y la conservación territorial.
Como uno de los mayores sabedores del pueblo ancestral, siempre había defendido la cultura indígena y gracias a su conocimiento los de los distintos resguardos recibieron sus enseñanzas y consejos.
La misma organización declaró que “la instalación de minas antipersonal, MAP, no solo ha provocado la muerte de compañeros Awá, también ha afectado profundamente las formas de habitar y caminar el territorio”.
La colocación de estos artefactos explosivos también les ha impedido a las comunidades llegar hasta sus sitios sagrados, al igual que “limita nuestras actividades de recolección de alimentos y plantas medicinales para curar, obstaculizando el desarrollo de las tareas cotidianas”.
Puso de presente además que es otra forma de afectar el derecho a vivir y de violar la libre movilidad en los resguardos indígenas.
Frente a este caso solicitó al Gobierno Nacional llevar a cabo un plan urgente de desminado humanitario en la región, al igual que se activen los protocolos necesarios que permitan la prevención y protección de los indígenas, ante la presencia de dichos artefactos que representan un alto riesgo para la población.
En el pasado mes de agosto una persona había muerto en idénticas circunstancias, días antes de los fuertes enfrentamientos entre grupos armados ilegales, en los territorios colectivos de los Consejos Comunitarios Patía Viejo, Manos Amigas y la Voz de los Negros del municipio de Maguí Payán.
Territorios contaminados con minas
Por su parte la organización humanitaria OCHA Colombia que hace presencia en el territorio denunció que “los territorios colectivos se encuentran contaminados con minas antipersonal y municiones sin explotar o remanentes de guerra”.
La misma entidad informó que desde finales del pasado mes de agosto y hasta la fecha por la presencia de actores armados y de esta clase de artefactos, un total de 940 familias (1.830 personas) se encuentran confinadas en el territorio colectivo que conforman las comunidades de Las Lajas, Bolívar, Rosario, El Pinde, Yarumal y Naranjito, del municipio de Maguí Payán.
Por lo anterior recomendó a las autoridades y organismos de seguridad realizar acciones de protección, para salvaguardar la vida, la integridad y la libre movilidad de las comunidades afrodescendientes en sus territorios colectivos, de manera especial niños, niñas y mujeres.
Por la grave situación de violencia en esa jurisdicción el secretario de Gobierno de Nariño, Amílcar Pantoja, dijo que en un puesto de mando unificado efectuado este jueves en Maguí Payán, se determinó adelantar acciones de prevención y protección que garanticen la vida de los líderes sociales, defensores de derechos humanos y comunidades que han sido afectadas por la presencia de minas antipersonales.
“Este puesto realiza una labor de advertencia sobre los elementos que conforman el actual escenario de riesgo en las zonas aledañas”, recalcó el funcionario.
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