“Sigamos caminando juntos cada día para ir al encuentro del otro, en busca de la armonía y de la fraternidad. No podemos quedarnos parados”.
Ese fue el mensaje de despedida que este domingo dejó a los colombianos el papa Francisco, al concluir una gira de cinco días y en la que visitó cuatro ciudades –
Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena– y en la que se estima fueron a verlo en persona 3,5 millones de personas.
Además, Francisco copó la agenda informativa de un país que lo siguió minuto a minuto. En cada homilía, en cada intervención, repitió las palabras ‘perdón’ y ‘reconciliación’.
Expresiones que fueron asociadas por las multitudes al momento histórico que vive el país tras los acuerdos de paz con las Farc, el anuncio del cese del fuego y hostilidades con el Eln, y la posibilidad de sometimiento a la justicia por parte de la banda criminal del ‘clan del Golfo’.
En este contexto, ¿qué sigue ahora? El Papa dio luces: “El 8 de septiembre de 1654 murió aquí mismo San Pedro Claver; lo hacía después de cuarenta años de esclavitud voluntaria, de incansable labor en favor de los más pobres. Él no se quedó parado, después del primer paso siguieron otros y otros. Su ejemplo nos hace salir de nosotros mismos e ir al encuentro del prójimo”, señaló en Cartagena.
Luego, a las siete de la noche, abordó el avión de Avianca con destino a Roma. El presidente
Juan Manuel Santos lo despidió en el aeropuerto Rafael Núñez con parte de su gabinete. “Gracias por sus enseñanzas. Nos ha dejado muchas lecciones para reflexionar”, le dijeron los ministros mientras él se despedía con una calidez extraordinaria pese al esfuerzo de una agenda intensa y a sus 81 años de edad.
“Colombia, tu hermano te necesita; ve a su encuentro llevando el abrazo de paz, libre de toda violencia, esclavos de la paz, para siempre”, reiteró Francisco en la zona portuaria de Contecar.
La última eucaristía
En la homilía destacó el respeto por los derechos y la dignidad humana, tal como lo hicieron los antepasados en Cartagena, cuando defendieron la libertad.
“En esta ciudad, que ha sido llamada la Heroica por su tesón hace 200 años en defender la libertad conseguida, celebro la última eucaristía de este viaje a Colombia”, dijo conmovido.
“Condeno con firmeza esta lacra que ha puesto fin a tantas vidas y que es mantenida y sostenida por gente sin escrúpulos”, sentenció. “No se puede jugar con la vida de nuestros hermanos ni manipular su dignidad”, agregó.
También hizo un llamado por la explotación y contaminación de los recursos naturales, lo mismo que otros dramas, como la explotación laboral, el lavado de activos, especulación financiera y la prostitución.
Por último, invitó a los colombianos a colaborar a desatar los nudos de la violencia y desenredar la compleja madeja de los desencuentros.
Dijo que la paz no se alcanza con el diseño de marcos normativos y arreglos institucionales entre grupos políticos o económicos de buena voluntad. “Jesús encuentra la solución al daño realizado en el encuentro personal entre las partes”.
Más adelante agregó: “No necesitamos un proyecto de unos pocos para unos pocos, o una minoría ilustrada o testimonial que se apropie de un sentimiento colectivo. Se trata de un acuerdo para vivir juntos, de un pacto social y cultural”, al enfatizar en la importancia del diálogo de a dos.
Y, otra vez, volvió a citar al premio nobel de literatura Gabriel García Márquez: “Nos lo decía ya ese escritor tan de ustedes, tan de todos: “Este desastre cultural no se remedia ni con plomo ni con plata, sino con una educación para la paz, construida con amor sobre los escombros de un país enardecido”."
Francisco volaba este domingo rumbo a Roma y tenía previsto ofrecer en el avión una rueda de prensa sobre su histórico viaje.
Varias frases de francisco
“Todavía hoy, en Colombia y en el mundo, millones de personas son vendidas como esclavos, o bien mendigan un poco de humanidad, un momento de ternura. Lo han perdido todo”.
“Estos encuentros de hoy con proyectos para los más pobres me han hecho mucho bien, porque se puede comprobar cómo el amor de Dios se hace concreto, cotidiano”.
“María de Chiquinquirá y Pedro Claver nos invitan a trabajar por la dignidad de todos nuestros hermanos, en especial por los pobres”.
“Los abandonados, los emigrantes, los que sufren la violencia y la trata tienen su dignidad y son imagen viva de Dios. Hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios”.
“Porque Colombia hace décadas que a tientas busca la paz y, como enseña Jesús, si no te escucha, busca una o dos personas más”.
“Dar el primer paso es salir al encuentro de los demás con Cristo. Él nos pide dar un paso decidido hacia los hermanos, renunciando a la pretensión de ser perdonados sin perdonar”.
JAVIER FRANCO ALTAMAR Y LEONARDO HERRERA DELGHAMS
Enviados especiales de EL TIEMPO
Cartagena