Seis días completaron desaparecidos cuatro menores de edad pertenecientes al pueblo indígena awá de Camawari, en el municipio de Ricaurte, ubicado en el pie de monte costero de Nariño.
De acuerdo con la denuncia que hizo la Asociación de Autoridades Tradicionales Indígenas Awá, a partir del lunes 22 de julio de este año, los cuatro niños desaparecidos son Élver Darío Guanga Guanga, de13 años, del resguardo Palmar Imbi; Wílmer Gustavo Guanga García, de 15, del resguardo Ramos Mongon; Jáder Danilo Nastacuas Guanga, de 16 años, y Ríber Fernando Nastacuas Guanga, de 17. Estos dos últimos, residentes del resguardo Cuascuabi Paldubi.
La organización indígena informó que el primero de los menores pertenece al resguardo indígena Palmar Imbi, el segundo al resguardo Ramos Mongon y el tercero al resguardo Cuascubi Paldubi.
Al parecer los menores fueron citados por desconocidos en un paraje, en las afueras del casco urbano de Ricaurte. Esa fue la última vez que sus familiares tuvieron conocimiento de ellos. Algunos de los allegados indicaron que fueron citados, pero se desconoce quién y el porqué de esa cita misteriosa.
Hasta este 28 de julio, el paradero de los niños seguía siendo un misterio en una región donde históricamente ha existido el dominio del Eln.
“Rechazamos todo acto de violencia en contra de nuestros niños, niñas y adolescentes que afecten la integridad, libertad o que sean reclutados de manera arbitraria por grupos ilegales que operan en el territorio”, expresó la organización.
Ante este nuevo hecho de violencia hizo un vehemente llamado a las autoridades competentes a que investiguen el caso, al igual que solicitó se activen todos los mecanismos de búsqueda y las rutas de prevención, atención y protección de los niños.
En tal sentido expresó: “Hacemos un llamado urgente a las instituciones del estado colombiano, organizaciones garantes de los derechos humanos a nivel nacional e internacional a proteger y salvaguardar la vida de manera efectiva y armónica al pueblo Awá y el Katsa Su”.
Igualmente manifestó su malestar y preocupación toda vez que en el territorio donde se registraron las desapariciones “los actores armados siguen fallando a su palabra de diálogo y paz”, en una clara alusión al frente Comuneros del Sur del Eln, que desde hace unas pocas semanas inició un proceso de diálogo con la Gobernación de Nariño y la sociedad civil.
Se recordó las alertas tempranas emitidas por la Defensoría del Pueblo que advirtieron sobre la presencia en el territorio de grupos armados ilegales.
MAURICIO DE LA ROSA
Especial para EL TIEMPO
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