En un hecho de intolerancia que es investigado por las autoridades, un firmante del Acuerdo de Paz fue señalado de asesinar a otro ciudadano y, momentos después, este mismo hombre fue atacado a machete por otras personas, ocasionándole también la muerte.
Los hechos dejaron a otras dos personas heridas con arma de fuego que portaba el firmante del Acuerdo de Paz identificado como Mauricio Barragán Quintero, quien fue integrante de las otrora Farc, y laboraba como escolta de la Unidad Nacional de Paz, UNP.
"Se trata de hechos de intolerancia motivados por temas de tipo pasional", afirmó la Policía de Neiva.
Todo comenzó en un billar del asentamiento El Tesoro, ubicado en la comuna 9 de Neiva, Huila, a donde llegó el firmante de paz pero, al ver a su compañera sentimental departiendo con el ciudadano Ederson Devia Alarcón, le disparó con su arma de fuego causándole heridas en sus extremidades inferiores.
En la discusión intervino Valeriano Devia Ramírez, padre del hombre herido, pero también fue atacado a tiros por el exguerrillero causándole la muerte de manera instantánea. Los disparos del firmante del Acuerdo de Paz tambien alcanzaron a Brayan Devia Alarcón, otro de los hijos de Valeriano Devia.
Las investigaciones permitieron establecer que al salir del billar el ex combatiente fue atacado por un grupo de ciudadanos enardecidos que le quitaron el arma de fuego y le propinaron varios machetazos en su cuerpo por lo que falleció pese a la atención médica que recibió en un centro clínico.
La Policía señaló que, a través de la línea 123, fue informada de una riña al interior de un establecimiento de comercio en el asentamiento El Tesoro.
"De manera inmediata, el comando de la Policía Metropolitana de Neiva, dispuso el desplazamiento al lugar de las patrullas del cuadrante y unidades de la seccional de investigación criminal, en donde fueron trasladados los heridos a un centro asistencial”.
Eiderson y Brayan Devia, los hermanos heridos, son atendidos en un centro asistencial de Neiva donde se recuperan de manera satisfactoria. Presentan heridas de bala en diversas partes del cuerpo.
Fabio Arenas
Para EL TIEMPO