Ollas comunitarias: en este municipio hay comida caliente para 36.200 personas

$ 32 mil millones se invierten en el proyecto en esta región afectada por las inundaciones.

Ollas comunitarias en Sucre Foto: Archivo particular

01.12.2023 11:00 Actualizado: 01.12.2023 11:13

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La Unidad Nacional de Gestión de Riesgos, a través del programa de Ollas Comunitarias, entrega comidas calientes a 36.200 personas de la subregión Mojana en Sucre, constituidas en cerca de 10 mil familias.

En el proyecto se invierten 32 mil millones de pesos y el objetivo es entregarles las comidas a las comunidades utilizando productos de la misma región para beneficio de niños, mujeres en estado de embarazo, ancianos y personas con discapacidad.

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En esta zona del país funcionan 204 Ollas Comunitarias en diez municipios de Sucre y otros más ubicados en el sur de Bolívar, con el apoyo de facilitadores contratados por la Unidad Nacional de Riesgos.

Familias en los municipios afectados

Son además una expresión de la solidaridad, la cooperación y la resiliencia de los colombianos que se unen para superar las adversidades y construir un futuro mejor

Las familias beneficiadas se ubican en los municipios de Majagual, Sucre, San Benito Abad, Guaranda, San Marcos y Caimito, en Sucre.

Así mismo en San Jacinto del Cauca, Magangué y Achí, en el sur de Bolívar y Ayapel en Córdoba.

“El programa de ollas comunitarias busca garantizar el derecho a la alimentación de las comunidades afectadas por desastres, respetando sus tradiciones y fomentando la economía local”, indicó Olmedo López, director de la Unidad Nacional de Gestión de Riesgos.

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En los municipios escogidos para ‘prender el fogón’ se reúnen el mayor número de personas damnificadas por el invierno en La Mojana sucreña, de Bolívar y Córdoba, quienes llevan más de dos años viviendo en medio del agua.

Son familias damnificadas por el invierno, a raíz del desbordamiento del río Cauca por el sector de cara de gato, las cuales han esperado por mucho tiempo la ayuda del Gobierno Nacional.

“La Mojana es una de las regiones más afectadas por la pobreza, el conflicto armado y el cambio climático. Estas situaciones han generado una crisis humanitaria que ha puesto en riesgo la vida y la dignidad de sus habitantes”, dijo.

Manifestó el funcionario que sin embargo, la solidaridad y la esperanza se han mantenido vivas gracias a las ollas comunitarias, las cuales son gestionadas por organizaciones sociales y populares, líderes comunitarios y voluntarios.

Un espacio de encuentro

Son además una expresión de la solidaridad, la cooperación y la resiliencia de los colombianos que se unen para superar las adversidades y construir un futuro mejor

Para la Unidad Nacional de Gestión de Riesgos, el proyecto de Ollas Comunitarias no se basa únicamente en la entrega de alimentos a las familias más necesitadas, sino que se constituye en un punto de encuentro de las culturas y de integración.

“Son además una expresión de la solidaridad, la cooperación y la resiliencia de los colombianos que se unen para superar las adversidades y construir un futuro mejor”, precisó.

Por intermedio de las ollas comunitarias se busca que las familias beneficiadas puedan acceder al alimento con productos de la misma región, como una forma de reactivar la economía de la región.

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"Las ollas comunitarias son una respuesta solidaria ante la crisis en La Mojana. Desde la UNGRD, estamos trabajando para fortalecer esta iniciativa y brindarles todo el apoyo que necesitan", señaló el funcionario nacional.

Apoyo con líderes

Queremos que las ollas comunitarias se conviertan en un modelo de gestión social del riesgo, que integre la prevención, la preparación, la respuesta y la recuperación ante los desastres

Los líderes sociales de la región juegan un papel importante en el éxito de las Ollas Comunitarias. Son ellos quienes coordinan todo lo que tiene que ver con la preparación y la entrega de los alimentos en las mesas.

La Unidad Nacional de Gestión de Riesgos, por intermedio de los facilitadores, se encarga de ofrecer todos los recursos, la asistencia técnica y el acompañamiento a las organizaciones.

El director de la Unidad de Gestión de Riesgos anotó que el programa de Ollas Comunitarias se ejecuta en dos etapas, el alistamiento y la puesta en marcha.

“En el alistamiento se realiza una concertación entre la comunidad, los facilitadores y la UNGRD, para definir los menús, los cocineros, la organización y los proveedores. Luego el facilitador adapta los espacios y entrega los utensilios a la comunidad. En la puesta en marcha, se inicia la preparación y distribución de los alimentos calientes”, explicaron.

Las ollas comunitarias buscan mejorar las condiciones de los más vulnerables.

"Queremos que las ollas comunitarias se conviertan en un modelo de gestión social del riesgo, que integre la prevención, la preparación, la respuesta y la recuperación ante los desastres", dijo Olmedo López Martínez.

Francisco Javier Barrios

Especial para EL TIEMPO

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