Condena ejemplar: 20 años de prisión para los asesinos de la funcionaria de la Registraduría en Gamarra, Cesar

En audiencia pública, el juzgado primero penal especializado de Valledupar anunció el sentido de la sentencia condenatoria contra los implicados en el homicidio de la funcionaria de la Registraduría de Gamarra.

Duperly Arévalo Carrascal resultó incinerada en los lamentables hechos del 28 de octubre de 2023 donde una turba enerdecida incendió de la sede de la Registraduría en ese municipio.

Un grupo de ciudadanos protestaba porque su candidato, del movimiento 16 de octubre, perdió el aval por parte del Consejo Nacional Electoral. Algunos de ellos, energúmenos, en una actitud delincuencial y demencial, arrojaron gasolina a las instalaciones y a algunos de los funcionarios que trataban de escapar. 

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Arévalo Carrascal dejó dos hijos de 13 y 7 años. Era madre soltera. 

La mujer trabajaba en la Registraduría como auxiliar istrativa desde 2018.

Yuverlis Bermúdez, Isaías Peña Oliveros y William Castro Torrado serán sentenciados por no menos de 20 años de prisión por los delitos de homicidio agravado, homicidio agravado en grade de tentativa e incendio.

El humo aún no se disipaba cuando las autoridades llegaron a la sede de la Registraduría Nacional en el municipio de Gamarra, la noche del 28 de octubre de 2023. Lo que debía ser la antesala de la jornada democrática en la que se elegirían alcaldes, gobernadores, concejales y diputados, se convirtió en un episodio de violencia que terminó en tragedia.

Aquel día, un grupo de manifestantes exigía garantías para ejercer su derecho al voto. En un principio, la protesta parecía pacífica, pero el clima de tensión fue escalando hasta convertirse en una asonada. La furia de los inconformes se dirigió hacia la sede de la Registraduría. Entre gritos y consignas, el grupo irrumpió en el lugar, desatando el caos. El fuego comenzó a propagarse rápidamente, consumiendo papelería electoral y alcanzando a quienes se encontraban dentro del recinto.

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La peor parte la sufrió Duperly Arévalo Carrascal , auxiliar istrativa de 43 años, quien quedó atrapada entre las llamas y el humo. Su vida se apagó en cuestión de minutos, sin que nadie pudiera socorrerla.

Otras dos mujeres también fueron alcanzadas por el fuego. Ofelia Patricia Castro Roca , registradora municipal, permaneció 60 días en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario de Santander. Aunque logró sobrevivir, las quemaduras de segundo y tercer grado le dejaron secuelas irreversibles. Hoy, lucha

Pero el caso más devastador es el de Rosenda Contreras , auxiliar istrativa. Su familia la trasladó a Gamarra tras ser dada de alta en Bucaramanga, pero su estado es crítico. Desde entonces, permanece conectado a un ventilador mecánico, sin reacción. 

Su diagnóstico es desalentador: estado vegetativo permanente.

La indignación de la comunidad no tardó en manifestarse. La tragedia no podía quedar impune. Las autoridades iniciaron una investigación que permitió la captura de cinco presuntos responsables del ataque. Wilfrido Campos, William Castro Torrado, Yuberlys Bermúdez Rubiano e Isaías Peña Olivero fueron detenidos y enviados a prisión tras ser judicializados. 

Mientras tanto, Julio Rojas Marín recibió detención domiciliaria.

De acuerdo con la Fiscalía, los procesados planearon la asonada con el propósito de impedir las elecciones y quemar los tarjetones. Por ello, cuatro de los capturados fueron imputados con los delitos de homicidio agravado, tentativa de homicidio agravado e incendio , mientras que Rojas Marín enfrenta cargos por violencia contra el servidor público .

No obstante, Cristian Yesid Lobo Pacheco , el sexto implicado en la tragedia, continúa prófugo de la justicia.

“Como entidad y como país esperamos que un caso como este no se vuelva a repetir en ningún municipio de Colombia”, afirmó un funcionario de la registradoría nacional en el Cesar.

Un pueblo sin elecciones, una mujer muerta, dos más con secuelas irreversibles y una comunidad marcada por la tragedia. La justicia avanza, pero las heridas tardarán en sanar.

Wilfrido Campos, otro de los implicados, se acogió a principio de oportunidad bajo la condición de testigo contra los procesados.

La fiscalía continúa con la investigaciones para establecer a los actores intelectuales de estos hechos.

Periodista de Nación 

EL TIEMPO