Por el inicio de la nueva temporada de lluvias prevista para noviembre y diciembre y la preocupante alerta roja del Ideam, que advierte deslizamientos en el piedemonte llanero y alerta naranja por crecientes súbitas de ríos, el Gobierno local prorrogará por seis meses la declaración de calamidad pública.
Jacobo Matus, secretario privado del municipio, informó que la prórroga de la calamidad pública se extendió desde el pasado 13 de noviembre, día en que se cumplieron los seis meses de la calamidad decretada en mayo para hacer frente a los estragos originados por el invierno en ese entonces.
“La decisión se tomó en el Consejo Municipal de Gestión del Riesgo (CMGR), en el que se evaluó de manera favorable y en conjunto con los organismos de socorro, las obras realizadas y las acciones de mitigación ejecutadas desde el pasado 13 de mayo, cuando fue decretada la calamidad pública”, dijo Matus.
La prórroga se amplió con el compromiso de que luego de la temporada invernal de fin de año, el CMGR se reunirá para evaluar las condiciones climáticas y ambientales para determinar si se suspende o continúa hasta cumplir los seis meses como periodo máximo, según lo dispone la ley.
Esa determinación estará sujeta a las próximas alertas del Ideam que indiquen que se han superado las amenazas climatológicas.
De hecho, el fin de semana la ciudad vivió fuertes aguaceros que obligaron el cierre de la antigua vía a Bogotá, en el sector de Servitá, inundaciones leves en barrios por basuras y el control constante de los caños organismos de socorristas.
Fuentes de la Oficina de Gestión del Riesgo informaron que la prórroga tiene como fin “estar preparados legalmente por si se requiere adelantar medidas preventivas y de mitigación del riesgo”.
Sobre los sectores impactados durante la vigencia de la calamidad se estableció que serán evaluados y priorizados los que están en el plan de acción de Gestión del Riesgo.
En medio de la calamidad pública anterior se atendieron emergencias en varios sectores, entre ellos, la inundación en el sector de Brisas del Guatiquía, donde caño Parrado se desbordó y afectó a esta comunidad.
También atendieron los daños en infraestructura en la vereda El Carmen, así como la descontaminación de sitios críticos en caños urbanos. Según cifras de Gestión del Riesgo, invirtieron unos 2.000 millones de pesos.
REDACCIÓN LLANO SIE7E DÍAS