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'No pensé que mi hija sería un objetivo', papá de joven secuestrada en el Catatumbo
Aun se desconoce qué grupo al margen de la ley tiene a la joven norte santandereana.
Secuestrada en Catatumbo Foto: Suministrada a EL TIEMPO
Se cumplen casi 30 horas desde que Silvia Juliana Carvajal Montaño fue secuestrada en la vía que de Cúcuta conduce a Ocaña, Norte de Santander. Las autoridades no han establecido qué grupo armado es el responsable de la retención. Su papá y familiares suplican su liberación.
La joven de 19 años es estudiante de cuarto semestre en la Universidad de Santander en Cúcuta, y había decidido pasar el puente festivo en San Pablo, zona rural de Teorama, para reencontrarse con su familia.
El viaje se había convertido en una obsesión para Silvia Juliana y aunque sus padres la intentaron persuadir, la joven decidió no conducir su propio vehículo, sino viajar en compañía de una amiga y otras dos mujeres en el carro de su amigo.
Secuestrada en Ocaña Foto:Suministrada a EL TIEMPO
Neil Carvajal Suárez, papá de la joven, indicó que la meta de Silvia era compartir juntos el fin de semana y volver a Cúcuta el martes para presentar los exámenes finales de la universidad en la que estudia Bacteriología.
“Yo le insistí que se quedara, que la carretera estaba muy mala y la gasolina cara. Pero lo que jamás imaginé es que la secuestraran. Las únicas amenazas que recibimos fueron unas llamadas a mi esposa hace tres años, pero eso no trascendió. No imaginé que esto nos iba a ocurrir”, explicó el papá.
Cerca de las 6 de la mañana del viernes 10 de noviembre, a escasos kilómetros del corregimiento La San Juana y del casco urbano de Sardinata, un grupo de seis hombres a bordo de tres motocicletas, encapuchados y con armas de fuego; obligaron a detener el vehículo y uno a uno revisaron los documentos de identidad.
Al identificar a Silvia Juliana, uno de los presuntos captores exclamó "móntenla", pero la joven se opuso con intensidad hasta que los encapuchados hicieron disparos al aire para aterrorizar y subirla a una motocicleta con rumbo desconocido.
“Mi familia y yo no tenemos enemigos, pero algunas personas sí nos habían advertido que nuestros bienes económicos nos podían poner en riesgo. Por eso decidí no salir del pueblo los últimos meses e intenté ser cuidadoso, pero nunca pensé que mi hija sería un objetivo. Hoy siento que debí alertarla”, agregó.
Las primeras horas con su hija en cautiverio han sido la prueba más dura que ha tenido que sortear. Minuto a minuto crece la ansiedad, la frustración y el desespero por escuchar la voz de su amada hija.
“Estoy esperando que me llamen, que nos digan cuál es el camino a seguir. Lo más probable es que se trate de un secuestro extorsivo, y por eso insisto por la vida y la integridad de mi hija. Yo no tengo enemigos, el único motivo que explica esto es que quieren dinero”, afirmó el papá.
Piden su liberación Foto:Suministrada a EL TIEMPO
Neil Carvajal y su esposa Jazmín Montaño, son comerciantes del sector salud y agrícola; insisten en que su capital económico no es amplio, y que sus bienes son fruto de más de 20 años de disciplina.
“Nosotros somos personas trabajadoras y lo más importante para nosotros es tener noticias de nuestra hija y que lleguemos a un acuerdo” dijo.
El flagelo del secuestro ha golpeado a más de 25 de la población civil en Norte de Santander. Docentes, artistas, comerciantes, campesinos y funcionarios públicos han sido secuestrados este año.
“Nosotros aquí en el Catatumbo vivimos la guerra casi todos los días, pero ahora hemos perdido la libertad de movernos por nuestro territorio. Cada día hay más riesgos, casos de extorsión y secuestros. Mi hija no merece vivir esto, por favor libérenla ya”, insistió el papá.
En esta región del país, opera el Eln, y tres frentes de las disidencias de las Farc; entre otros grupos armados ilegales y bandas delincuenciales que orquestan secuestros extorsivos a habitantes de la provincia de Ocaña y el Catatumbo.