Aunque la rapidez en la producción de las diversas vacunas contra la COVID-19 fue notable, lo cierto es que no existe todavía una solución médica eficaz contra este mal, con el agravante de que los métodos actuales podrían perder su efectividad ante variantes nuevas y emergentes que se hagan virales.
Más allá del coronavirus, y observando la generalidad de las enfermedades, la realidad es que son muy pocas las innovaciones creadas por los investigadores en un laboratorio que pueden llegar a convertirse en un eventual medicamento.
Las razones para eso son varias: los costos monetarios y en tiempo que conlleva la investigación médica son muy altos y no aseguran un éxito rotundo, junto con los procesos y las normativas actuales que hacen que el camino que hay que recorrer sea excesivamente largo.
Por eso, pueden pasar varios desde la idea inicial hasta su masificación. En cada etapa del proceso, los costos aumentan y, al final, no es extraño encontrarse con inversiones que llegan e, incluso, superan los 2.260 millones de dólares (unos 2.000 millones de euros).
Además, no todos los productos en desarrollo acaban mejorando significativamente la calidad de vida del paciente, aunque cumplan con los requisitos de eficacia y seguridad. Incluso en la última fase de los ensayos clínicos, en la que un nuevo fármaco se prueba en humanos, sigue teniendo, en promedio, un 40% de posibilidades de fracasar.
En resumen, las posibilidades de éxito en la industria farmacéutica suelen ser escasas, ya que solo en promedio uno de cada diez fármacos que comienzan los ensayos clínicos son finalmente aprobados por las autoridades reguladoras y puestos a disposición de los pacientes.
Sin embargo, y a pesar de los desafíos existentes, las empresas del sector siguen empeñadas en seguir adelante con su trabajo. Por ejemplo, en Bayer, cerca de 7.400 personas, desde diversos lugares del planeta, trabajan con el objetivo de curar a los pacientes y disminuir su sufrimiento.
La empresa invierte, aproximadamente, 3.000 millones de euros al año (unos 3.400 millones de dólares) en investigación y desarrollo, y trabaja con aliados que tienen especializaciones específicas, motivada por dar nuevas respuestas a preguntas no contestadas.
La precisión médica
Una de las más importantes novedades es la denominada medicina de precisión, que cobra gran relevancia de cara a procurar alivio y seguridad sanitaria a las personas, no importa a qué enfermedad se estén enfrentando.
El doctor Héctor Posso, asesor médico con maestría en epidemiología y doctorado en salud pública, explica que este tipo de medicina “trata de determinar la vía a través de la cual se están multiplicando las células cancerígenas para desarrollar o aplicar un medicamento específico que detenga esa reproducción. A diferencia de la quimioterapia, que ataca de manera masiva las células, incluso las sanas, la medicina de precisión se dirige específicamente a esa vía de multiplicación de la enfermedad”, explica el especialista.
Debido a que los tumores cancerígenos se producen considerando unas ciertas características genéticas de los pacientes, la medicina de precisión hace una personalización de los medicamentos, con una tasa de éxito que supera el 80%.
De esta manera, es posible atacar, de manera individualizada, diversos tipos de cáncer como, por ejemplo, el de mama, de pulmón o de próstata, que es uno de los más grandes retos de salud para los hombres en Colombia.
Por la salud de los hombres
Con respecto al cáncer de próstata, esta enfermedad se ha convertido en la causa más común en Colombia de muerte entre hombres, según el Observatorio Global de Cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La institución señala que, en 2020, se diagnosticaron 14.460 nuevos casos en el país y 3.800 personas fallecieron debido a esa enfermedad.
“Los casos de esta patología diagnosticados en el país durante el año pasado representan el 6,2% de todos los detectados en Latinoamérica y el Caribe. De hecho, en la región, Colombia ocupa el tercer lugar en términos de incidencia y el cuarto en mortalidad por cáncer de próstata, detrás de Argentina, México y Brasil”, según indica Herney Cuartas, director ejecutivo del Observatorio Interinstitucional de Cáncer de Adultos.
De acuerdo con al doctor Héctor Posso, “así como con otros tipos de cáncer, es importante que esta patología se diagnostique lo antes posible. Vale la pena anotar que el cáncer de próstata en etapa temprana, generalmente, no presenta síntomas, a diferencia de los cánceres más avanzados”.
Además de la prevención a tiempo, existen desarrollos innovadores, como la oncología de precisión y la inmuno - oncología, que van desde la cirugía hasta la radioterapia y la terapia con sustancias que detienen la formación de testosterona o previenen su efecto en el área objetivo, y que ayudan a detener o retrasar el crecimiento de los carcinomas de próstata.
Este material tiene fines orientativos; su médico tratante es el indicado para resolver dudas con respecto a su patología, tratamiento, riesgos, beneficios, etc., y le indicará los pasos a seguir. Consulte con su médico!
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