Aunque la atención y vigilancia de los niños en los viajes siempre ha sido un factor a considerar para tener óptimas vivencias y los mejores recuerdos, a raíz de la pandemia se han presentado algunos cambios como el uso del tapabocas y las denominadas medidas de bioseguridad, pero también hay otros que siguen vigentes y que traen consigo múltiples beneficios tanto para niños y adolescentes como para sus padres.
No es un secreto que los menores son de los que más han sufrido el impacto de la pandemia; el encierro ha llevado al máximo la creatividad de papás y mamás, pero poco a poco se van acabando las alternativas de entretenimiento, y los viajes se convierten en grandes aliados a la hora de tener nuevos recuerdos para contar.
Cabe resaltar que estos son una ocasión perfecta para salir de la monotonía, desconectarse de la cotidianidad y mejorar la salud física y mental. No obstante, representan responsabilidades, compromisos y riesgos que deben abordarse con ciertos parámetros, pautas y recomendaciones. Frente a esta premisa, Sergio Pinilla Gutiérrez, médico y cirujano de la Universidad Industrial de Santander (UIS), destaca que en las vacaciones ocurren cambios importantes en agenda, en estilos de vida, en alimentación, en vínculos sociales al compartir con nuevas personas, y todo eso suscita algunos peligros que, fundamentalmente, tienen que ver con enfermedades diarreicas agudas, respiratorias, entre otras.
Respecto a los viajes en época de covid-19, el médico manifiesta que entre más personas estén cerca, más riesgo hay de contraer la enfermedad. Sin embargo, este virus no es el único problema, ya que también es posible contraer otros patógenos de tipo respiratorio e, incluso, intestinales, solo por mencionar algunos. Es aquí donde el uso del tapabocas y seguir los protocolos de bioseguridad (como el lavado de manos, una adecuada desinfección y cumplir con el autocuidado) es fundamental para dar un buen ejemplo.
La importancia de la salud intestinal
No cabe duda de que las vacaciones representan muchos cambios tanto para grandes como para chicos, uno de estos se refleja en la alimentación. Por tanto, un episodio diarreico siempre puede estar al orden del día y obligar a cambiar los planes.
Para evitarlo, el médico y cirujano de la Universidad Industrial de Santander (UIS) recomienda no tomar jugos en la calle, tratar de consumir alimentos sometidos a cocción (ya que representan menos riesgos) y adquirir productos en lugares confiables que se caractericen por contar con buenas prácticas de higiene y salubridad.
De igual forma, una buena preparación antes de un viaje puede hacer la diferencia. Por ejemplo, el consumo de probióticos y vitaminas contribuirá a que los pequeños cuenten con mejores defensas. Precisamente, los probióticos son ideales porque contienen microorganismos y su función es restaurar o mejorar la microbiota intestinal. “Uno de los riesgos a los que más se someten los niños en vacaciones es la enfermedad diarreica aguda. Es conveniente que los papás la puedan prevenir, esto es perfectamente posible”, complementa el experto.
Así mismo, resulta indispensable la vigilancia y atención, puesto que existe el riesgo de que un niño consuma (sin saberlo) agua contaminada o no potable. Solo bastará con vigilarlos constantemente y evitar los descuidos, así como brindarles productos que sean confiables.
Probióticos, claves de la prevención
De acuerdo con el doctor Sergio Pinilla Gutiérrez, hay algunos probióticos que han sido específicamente creados para la prevención, para el manejo de la diarrea aguda o para el fortalecimiento de la flora intestinal. “Por ejemplo, es muy conveniente que se consuma un probiótico orientado a la prevención y al tratamiento de la diarrea aguda”, asevera Pinilla.
Estos productos se destacan por sus múltiples beneficios y por ser fácil de consumir. Se pueden encontrar en diferentes presentaciones lo que permite su fácil consumo de acuerdo con las necesidades de cada persona.
Por último, Pinilla señala que la flora más importante es la intestinal, dado que el 70 por ciento o más de la inmunidad de un individuo, es decir, de la capacidad de respuesta del cuerpo a las infecciones, se integra en el sistema digestivo.
Así, es posible afirmar que buena parte de la salud integral de una persona depende su salud intestinal; se trata, por tanto, de un factor que no debe pasar desapercibido, ni dentro de casa ni al salir de esta, en busca de una nueva aventura.