¿No ha podido vender su inmueble en Bogotá por la crisis del sector?

Vender un inmueble en Bogotá se ha vuelto una tarea complicada en estos días. Esto se debe a que hay más personas vendiendo que comprando. Influyen las altas tasas de interés, la desaceleración económica y la incertidumbre. Al lanzar una propiedad al mercado los propietarios tienen dos caminos: contratar una de las mejores inmobiliarias en Bogotá o hacer la venta directamente.

Esta última opción le ahorrará el tres por ciento de la comisión, pero hará que la venta se prolongue y exija dedicación para investigar precios, tomar y retocar fotos, crear campañas digitales, atender llamadas, coordinar tiempos para mostrar el inmueble y gestionar los engorrosos trámites de cierre

1. Las agencias inmobiliarias en Colombia cobran el tres por ciento y no el seis por ciento como sucede en otros países. Primer punto.

2. Realizan un avalúo previo para asegurarse de que la propiedad no termine estancada por sobrevaloración y, en el peor de los casos, que acabe vendiéndose por debajo de su precio real.

3. Las fotografías o videos son de nivel profesional y eso ayuda a que más compradores o arrendatarios den clic al anuncio.

4. No se limitan a un aviso de ventana; las inmobiliarias más efectivas de Bogotá saben que los compradores ya no caminan calles como hace 30 años. El proceso de compra comienza hoy en día por Google, redes sociales y portales inmobiliarios.

5. La inteligencia artificial y los múltiples canales de comunicación intervienen en la atención de llamadas y mensajes de WhatsApp las 24 horas. Un propietario, por su cuenta, no tendría jamás tanta disponibilidad y esa gestión de datos.

6. Una inmobiliaria filtra a los compradores, programa citas, prepara el inmueble y lo muestra con técnicas de persuasión y ventas que seguramente el propietario desconoce.

7. Al final, una inmobiliaria aplica todo su rigor técnico en la elaboración de una promesa de compraventa, el estudio de títulos ante el banco, el proceso con la notaría y finalmente con la Oficina de Instrumentos Públicos.

Es tan amplia la oferta de servicios inmobiliarios en la capital, que los propietarios no saben por dónde empezar para identificar la que pueda ayudarles a vender o arrendar su inmueble en el menor tiempo y sin riesgos.

Tenga en cuenta los siguientes consejos, escoja con precaución y e máximo dos inmobiliarias; más de eso hará que la propiedad se sobreexponga y mande un mensaje de desesperación al comprador:

Busque una inmobiliaria especializada en un tipo de inmueble en particular y en determinado sector de la ciudad. Las que aplican la estrategia del perdigón, es decir, que comercializan bodegas, locales, fincas, oficinas, negocios, garajes, lotes, apartamentos, etc., quizás no son tan efectivas.

Una inmobiliaria seria no promete ventas en tiempos milagrosos, no cobra avalúos, fotos, campañas de publicidad ni derechos de publicación. La definición de corredor somete la remuneración o la comisión al éxito o cierre efectivo del negocio. Cualquier cobro anterior a eso es un asunto relevante a tener en cuenta antes de contratar una agencia inmobiliaria en Bogotá.

El teléfono y el WhatsApp hay que contestarlos. No puede convertirse en un viacrucis lograr la comunicación con un asesor inmobiliario para ampliar la información o visitar la propiedad. Los asesores inmobiliarios de élite no son los que más sonríen, sino los más ágiles en sus respuestas y los que trabajan los fines de semana sin importar, incluso, si es festivo.

Los tiempos evolucionaron. Una agencia inmobiliaria que opere en una ciudad como Bogotá debe incorporar avances tecnológicos en sus procesos comerciales: tecnología ‘Blockchain’ en los avalúos, fotografía y video profesionales, publicidad digital y recorridos virtuales, entre otras herramientas. Los avisos de ventana son obsoletos, antiestéticos e inseguros. Los compradores ya no recorren calles con un cuaderno en la mano: ¡están en Internet!

Quien exija cláusula de exclusividad está mandando una señal de inseguridad. Las inmobiliarias exitosas no temen competir con otras. De hecho, entienden que esto las obliga a ser cada vez mejores.

Su propiedad es el resultado de su esfuerzo y se constituye en el patrimonio de su familia. Asesorarse debidamente le ayudará a reducir los tiempos de venta y los riesgos propios que conlleva una operación inmobiliaria en Bogotá.

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