No deje que la temporada invernal enferme a sus niños de diarrea

Ya avanza el sexto mes de 2022 y si algo ha caracterizado este periodo ha sido el intenso invierno que se sigue extendiendo en gran parte del territorio nacional, ocasionando no solo las emergencias propias de esas temporadas de lluvias: inundaciones, desbordamiento de los ríos, caos en las grandes capitales, sino además enfermedades asociadas a esas condiciones climáticas.

En ese sentido, y ante el reciente incremento de los casos de diarrea en los niños, Harry Barranco Pineda, médico epidemiólogo de la Universidad El Bosque (UEB), señala que el 90 por ciento de las diarreas en niños, sobre todo en los menores de 5 años, son de origen viral y que el más común en esta población es el rotavirus, aparte de que esta es una de las principales causas de muerte en esta población.

Pensando en cómo se puede prevenir, el especialista afirma que en lo que respecta al cuidado integral que deben implementar las familias para protegerse de esta clase de virus, este debe partir con un buen lavado de manos y con seguir los mismos hábitos adquiridos para la prevención contra el covid-19, pues considera que estos virus son muy agresivos y contagiosos, por lo que todos los cuidados no están de más, como hervir el agua, consumir agua potable, lavar muy bien los alimentos, usar el tapabocas, etcétera.

“Por eso también recomendamos que toda la familia consuma probióticos, ya que cuando esa toma se hace de manera indeterminada esto confiere un beneficio de salud al intestino y a la vida de las personas. Cuando la microbiota intestinal está funcionando adecuadamente voy a tener menor riesgo de enfermarme de cuadros intestinales por diarrea o por algún tipo de enfermedad que tenga que ver con el funcionamiento del intestino”, subraya.

En esa línea, hoy se ve cómo hay probióticos para algo que es prevalente en la población mundial, como es síndrome de intestino irritable o también llamado colon irritable. Para ellos, si están consumiendo estos medicamentos, los síntomas del intestino irritable comienzan a disminuir y empiezan a sentirse mejor.

“Típicamente, los probióticos han logrado ser una herramienta importante, tanto en la prevención como en el tratamiento de la diarrea. En época de lluvia, estos virus están más al alcance de cada uno de estos sujetos en las comunidades y una buena manera de intentar prevenirla –porque no hay un medicamento que evite completamente la diarrea– es a través del consumo de probióticos”, puntualiza Barranco.

Y precisa que, si bien es cierto que probióticos hay muchos, hoy en día solo hay dos que manejan la mejor evidencia clínica y la mayor aprobación para la prevención y el tratamiento de la diarrea aguda en niños. Uno de ellos es el saccharomyces boulardii cncm i-745, que con el paso del tiempo y en esa evidencia clínica ha logrado demostrar que es capaz de ayudar en este tipo de momentos a la prevención de esta enfermedad.

¿Cómo? Estimulando el sistema inmunológico a nivel del intestino y fortaleciendo la microbiota intestinal. Y por el otro lado, ya cuando está instaurado el cuadro de diarrea, lo que hace es competir contra el virus y mejorar todas esas funciones que están en el intestino grueso y en el delgado para que el paciente se mejore mucho más rápido.

“Los probióticos, al ser microorganismos vivos, los podemos consumir por tiempo indefinido, por lo que si una persona quisiera tomarse una cápsula o un sobre de saccharomyces boulardii cncm i-745 diariamente –por un periodo de 10 años– lo puede hacer, y lo único que va a encontrar son beneficios en su salud digestiva”, enfatiza este experto que viene trabajando con probióticos desde 2013 y se encarga de capacitar fuerzas de ventas y da charlas en el país al respecto.

De acuerdo con el médico epidemiólogo de la Universidad El Bosque, las épocas invernales inciden en el incremento de esta enfermedad porque el mismo clima en los diferentes lugares (zonas tropicales o en Bogotá) hacen que estos virus estén más en el ambiente y al alcance de la contaminación que podría tener cualquier ser humano.

Así las cosas, la diarrea en tiempos de lluvias es mucho mayor, no solamente en cuadros virales sino también en bacterianos. Claramente, agrega, estas temporadas lluviosas –sobre todo en las zonas tropicales, a orilla de los ríos o del mar– afectan más a estas poblaciones, puesto que tienen una susceptibilidad y una vulnerabilidad mayor de infecciones intestinales por virus y por bacterias, como el cólera, que ya ameritan otro tipo de tratamientos, pero donde los probióticos como el saccharomyces boulardii cncm i-745 siguen siendo una herramienta adecuada y un apoyo importante para darles manejo a estos pacientes.

“Los probióticos hoy en día se recomiendan dependiendo de su cepa y del microorganismo del que estemos hablando: un Lactobacilo, un Saccharomyces o una Bifidobacteria. Según la evidencia clínica que cada uno de ellos tiene se aconsejan en diferentes patologías de origen intestinal y en algunas otras situaciones”, explica Barranco, quien añade que la importancia de los probióticos radica en el mecanismo de acción en el cual se refleja la manera en que actúa en el intestino y en el organismo humano.

Es así como, según él, desde hace más de 100 años se ha visto cómo los probióticos vienen ganando terreno frente a lo que es el bienestar y la generación de salud en las personas que los consumen.