Unicosta impulsa la transformación tecnológica de nueve empresas sucreñas

Con la financiación del Fondo de Ciencia, Tecnología e Innovación del departamento de Sucre y la vinculación de entidades como la Cámara de Comercio de Sincelejo y el Centro de Transferencia de Conocimiento e Innovación, Cientech, se han aplicado soluciones con impacto real a partir de la comprensión de las necesidades del entorno socioeconómicas de la región.

El aumento del número de tecnologías disponibles con prototipos funcionales validados, el desarrollo de productos y servicios más sofisticados e innovadores, y la protección de tecnologías a través de mecanismos legales y estratégicos, han sido algunos de los impactos más destacados del proyecto.

Con este tipo de iniciativas, la región Caribe, con Sucre como epicentro, se perfila como un terreno fértil para el desarrollo de la competitividad y la innovación.

“En el proceso, la Universidad ha adoptado una política orientada hacia la generación de impacto, tanto académico como socioeconómico. Buscamos que nuestra investigación trascienda los límites de lo académico y se aplique fuera de la universidad, demostrando un compromiso genuino con la transferencia de conocimiento, que contribuya al desarrollo de la región", señala Liney Manjarrés Henríquez, directora científica del proyecto. Detrás de esta revolución tecnológica, Unicosta se ha especializado en el impulso de la innovación más allá de la I+D, mediante el desarrollo de una propuesta metodológica denominada “Eceptia – Metodología iterativa para la madurez tecnológica”, para abordar la innovación desde diferentes ángulos y así generar un impacto real en las empresas de la región.

Al respecto, Jorge Arango Castaño, gerente istrativo del proyecto resalta el rol del capital humano altamente cualificado que la Universidad ha aportado, no solamente para la formulación de este tipo de proyectos, sino para la ejecución de los mismos. “El contar con un equipo multidisciplinario de expertos en innovación, con gente experta en gestión de proyectos, ha sido definitivo para el éxito del proyecto", comenta.

Bendito Marañón, Hotel Malibú, Chonchilandia, Almidones de Sucre, Laboratorio del Caribe, GAIA Health, Cosméticos Jhonvery S.A, Veolia, y Clínica Salud Social, son las nueve empresas beneficiadas, que han experimentado un cambio significativo gracias a esta colaboración. Todas ellas, ahora cuentan con una hoja de ruta tecnológica y un estudio de factibilidad técnica y económica que les permite introducir con éxito sus nuevos productos en el mercado.

Pero eso no es todo, después de diseñar estrategias de propiedad intelectual para cada tecnología, sus logros se hicieron aún más notorios. Se lograron registrar cuatro softwares ante la Dirección Nacional de Derecho de Autor (DNDA), se presentaron seis solicitudes de patente y seis solicitudes de marca, además de obtener un diseño industrial concedido por la Superintendencia de Industria y Comercio. Adicionalmente, se establecieron cinco Protocolos de Secreto Industrial, que brindan una protección legal y estratégica a las tecnologías desarrolladas. De este modo, el proyecto ha demostrado ser un motor de cambio tangible para las empresas en Sucre. El caso de Bendito Marañón, por ejemplo, demuestra cómo se ha traducido la innovación en un impacto real, pues durante la ejecución del proyecto se transformó la fabricación artesanal de Marañón en agroindustria, se fomentó la inclusión de mujeres cabeza de hogar y se desarrolló la creación de la carne vegana de Marañón. Por su parte, la empresa familiar Chonchilandia, materializó su sueño de contar con una planta de producción de alimentos para cerdos.

“A través de un proceso de secreto industrial, crearon un alimento con beneficios para los porcicultores locales y se posicionaron como una agroindustria clave en la región”, señala Manjarrés.

De otro lado, la empresa Veolia implementó un sistema de tratamiento de aguas grises y lluvias que redujo el uso de agua en un 40%. Utilizando tecnologías de reuso de agua gris, lograron disminuir su impacto ambiental y destacaron la importancia de la innovación en la gestión de recursos escasos. Al mismo tiempo, el Hotel y Centro de Eventos Malibú, logró implementar un sistema de generación de energía solar fotovoltaica que les permitió no solo un ahorro en costos y disminuciones de emisiones en CO2, sino también convertir la generación de energía en una unidad de negocio separada.

“Todos estos son ejemplos de cómo la colaboración entre Unicosta, las empresas locales y los aliados estratégicos, han dado lugar a una revolución tecnológica sin precedentes en Sucre. La transformación de territorios a través de la innovación no solo ha sido un concepto, sino una realidad palpable”, resalta Arango. De este modo, la Universidad de la Costa sigue apostando por el desarrollo de sus capacidades tecnológicas y su enfoque en generar un impacto real en la región, demostrando así por qué se ha consolidado entre las 10 mejores universidades de Colombia, según Times Higher Education, y afianzando su compromiso por una región Caribe y un país más innovador, competitivo y preparado para enfrentar los retos del futuro.