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Los dolores de Bolívar en cuerpo y alma en sus últimos días
El Colegio del Cuerpo, de Álvaro Restrepo, estrena 'Dos volcanes (y un laberinto)' en Bogotá.
La obra narra que uno de los golpes más duros para Bolívar fue saber del asesinato de Sucre, su amigo. Foto: Capucine Angers
“Un día no pudo. Se disponía a bajar solo las escaleras cuando se le desvaneció el mundo. ‘Me caí de mis propios pasteles, sin saber cómo y medio muerto’, contó a un amigo. Fue peor: no se mató de milagro, porque el vahído lo fulminó al borde mismo de las escaleras, y no siguió rodando por la liviandad del cuerpo”, dice uno de los apartes de 'El general en su laberinto', el libro que cuenta los últimos tiempos del Libertador Simón Bolívar.
Es un libro doloroso. El libertador de cinco naciones, el hombre que recorrió valles y montañas, que dirigió ejércitos, que era culto y preparado, pero también experto en el arte de la guerra, se moría.
Tenía 47 años y muchos dolores en el cuerpo y en el alma. Había salido de Bogotá ya afectado en sus vías respiratorias y muy delgado, con el sol a sus espaldas, maltratado y odiado. No era el mismo, era, ya, el hombre del final, que en Santa Marta murió el 17 de diciembre de 1830, con la Sierra Nevada como escenario desde su ventana.
A sus últimos días, Álvaro Restrepo y El Colegio del Cuerpo les rinden un homenaje en 'Dos volcanes (y un laberinto)', el montaje del grupo que se presentará en el Teatro Estudio del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo el 29 (8 p. m.) y 30 de octubre (5 y 8 p. m.).
La obra es un estreno en Bogotá. Se iba a presentar el año pasado, pero las funciones se aplazaron por la pandemia. Medellín y Cartagena ya la vieron y estará en Cali, en la Bienal de Danza, en noviembre.
'Dos volcanes (y un laberinto)' nace de 'El general en su laberinto', de Gabriel García Márquez, y de 'El último rostro', de Álvaro Mutis.
“Esta última iba a ser una novela. Se cuenta que Mutis quemó unas 500 páginas del libro y solo dejó este cuento, que narra el momento en el que Bolívar llegó a Cartagena, antes de ir a Santa Marta, y donde recibió la noticia del asesinato de Sucre, su mejor amigo y en quien veía un sucesor, hecho que para muchos fue el golpe final”, dice Restrepo.
El bailarín y coreógrafo cuenta que, posteriormente, García Márquez le pide permiso a Mutis para escribir la novela sobre los últimos días de Bolívar “y con diez años de diferencia nace 'El general en su laberinto', que cumplió 32 años”.
Para la creación del montaje, El Colegio del Cuerpo hizo “una lectura conjunta de la obra, escogiendo los personajes y las fuerzas más definitivas de Bolívar: el guerrero, el amante, el significado de las mujeres en su vida, especialmente Manuelita Sáenz; la traición, su relación con Francisco de Paula Santander... No estamos haciendo una ilustración literal, sino una conexión de nueve sueños, imágenes oníricas arquetípicas sobre la vida y el último viaje del Libertador, donde cada uno de los bailarines encarna una fuerza”.
Es una obra en la que el Libertador está “derrotado, amargado, mal pagado por su gente. Es un Bolívar muy humano, muy lejos de los momentos de oro a los que estamos acostumbrados o montando un corcel. Aquí está reducido casi al tamaño de un niñito, como un antihéroe”, sigue.
Para Restrepo, 'El general en su laberinto' “es la gran novela de García Márquez, que muestra el cuerpo y su enfermedad, y esa palabra, cuerpo, aparece decenas de veces en el libro, dando todos los detalles de sus males, del fin de su fuerza física, de un hombre que aunque fue y vino, terminó pobre y desnudo, sin la gratitud que merecía”.
Dice que es “el libro más humano del escritor y tal vez el menos vistoso, más aterrizado, sin su fantasía del realismo mágico, fue su última gran novela donde llegó al fondo de algo que lo obsesionó siempre: la soledad del poder”.
De paso, agrega, para los bailarines ha significado hacer una meditación sobre ese fin del cuerpo que para ellos lo es todo en la danza.
Durante una hora y media se desarrolla esta obra, con una introducción que hace Restrepo. “Tanto García Márquez como Mutis tuvieron una presencia muy importante en varios momentos de mi vida”.
Y recuerda que, precisamente, García Márquez “fue la primera persona que entendió el trabajo de El Colegio del Cuerpo. Yo le mostré en un papel ese sueño y él supo la dimensión del concepto que incluía sociedad, creación, inclusión social de los sectores menos favorecidos, en el que arte sirve para dignificar al más alto nivel”.
De nuevo, El Colegio del Cuerpo llega no solo para contar una historia, sino para hacer una reflexión, en esta ocasión, con el dolor de un héroe que vivió en la gloria, pero que murió rodeado de muy pocas personas, los muy cercanos a su corazón, como José Palacios, su edecán.
En medio de su introducción, seguramente Restrepo recordará lo que García Márquez le dijo sobre el nombre del grupo: “Tu Colegio del Cuerpo parece el título de un libro de poemas”.