Fagin es un tipo oscuro, avaro a pesar de su riqueza, descaradamente inhumano; parece sacado del lugar más oscuro de la vida callejera de Londres. Es el líder de una pandilla de niños, a los que les enseña a robar las carteras de los transeúntes de la ciudad.
Este es uno de los
personajes secundarios de 'Oliver Twist', la segunda novela del autor británico Charles Dickens, en la que se sigue la vida del personaje titular, un huérfano que huye a las calles de
Londres y cae en las redes de Fagin.
El relato ha impregnado el torrente del imaginario cultural por casi 200 años y cada tanto se ven cualquier tipo de adaptaciones.
El director, coreógrafo y bailarín británico Tony Adigun quiso darle una nueva visión a esta clásica historia con la obra 'Fagin’s Twist', y su compañía Avant Garde Dance Company la presenta hasta el domingo en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, de Bogotá.
“Creo que la historia original era algo fácil, y el mantra de la compañía es innovar. Quería asegurarme de hacer algo nuevo y excitante, mucha gente conoce la historia de Oliver Twist y yo quería mirar a alguien que de pronto había sido mal interpretado y meterme muy adentro de ese personaje”, dice Adigun sobre la pieza, coproducida con la compañía The Place.
El director agrega que Fagin es un personaje maravilloso porque es muy complejo y tiene muchas capas, por eso era tan atractivo para protagonizar uno de sus montajes. La pieza además combina rutinas de hip- hop con movimientos de danza contemporánea, las dos pasiones del director.
“En lo narrativo, algunas veces encuentro restricciones en el hip- hop, pero veo mucha libertad en lo contemporáneo. Así que trato de mezclar las dos, sacar lo mejor de cada uno, y también de la mejor música que pueda encontrar para crear un montaje asombroso, ojalá, con los dedos cruzados”.
En la primera parte, la pieza tiene otro referente determinante en la parte estética y narrativa: 'La naranja mecánica', la controversial película de Stanley Kubrick. Esta es una de las cintas favoritas de Adigun y se centra en Alex de Large, un joven que vive un profundo viaje personal: empezando por la violencia que vivía con su pandilla, los ‘droogs’, y llegando a la extrema terapia para eliminar sus deseos criminales, llamada ‘Método Ludovico’.
“Para mí, La naranja mecánica habla sobre un grupo, una pandilla, sobre camaradería, amistad; pero en ese grupo también había rivalidad. Tener eso es una simetría a la historia de Fagin en términos de los chicos y de la manera en que trabajan”, dice el director.
Dónde y cuándo
Funciones: Viernes y sábado, 8 p. m. Domingo, 11 a. m. y 5 p. m. Teatro Mayor. Calle 170 n.° 67-51. Boletas desde 20.000 hasta 120.000 pesos.
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