Flora Martínez ha contado que cuando empezó a trabajar en el montaje de
Frida libre, hace más o menos unos cuatro años, se ponía piedras en los zapatos y caminaba y corría para sentir parte del dolor que cargó desde su adolescencia la artista mexicana
Frida Kahlo –y que fue permanente–, debido a un accidente que sufrió en un bus y que la llevó a tener una tormentosa salud durante toda su vida.
Ese Frida libre de Martínez se ha convertido en un espectáculo que tiene que presentar con frecuencia, porque ha sido exitoso. Nació en El Museo del Tequila, en Bogotá, de donde la llamaron para hacer un montaje, que tuvo muchos cambios porque “lo había escrito un hombre y eso es diferente”, dice.
Entonces, Martínez le dio su punto de vista, lo volteó, le puso alma de mujer y este año, si no hubiera sido por la pandemia, habría estado en México presentándolo. Las fechas se cambiaron para marzo del 2021.
Mientras, lo presenta de nuevo vía streaming el 24 de octubre, a las 8 p. m., desde el Teatro Jorge Eliécer Gaitán, de Bogotá, pero no podrá ser visto en México por petición del promotor del espectáculo en ese país.
“Sin embargo, hemos tenido compra de boletas de lugares tan lejanos como Australia. Es increíble cómo a veces los cambios, que nos parecían difíciles, ayudan tanto”.
En los últimos días, Martínez ha estado ensayando con los músicos (entre los que está su esposo) en el Jorge Eliécer Gaitán, “donde nunca había actuado y ha sido maravilloso pisar su escenario. Tiene una gran magia”.
Estos ensayos le han permitido a ella y al equipo cuadrar muy bien los planos y las cámaras. “Presentar la obra vía streaming me deja en un terreno en el que ya gané, que fue el del manejo de cámaras gracias a la actuación, y es algo distinto a presentarlo para el público”. Por supuesto, “la gente hace falta, uno necesita esa sensibilidad, pero volverá esa parte, claro”.
Agrega que trabajar para un montaje de este tipo tiene sus exigencias, “en cuanto al rendimiento vocal y actoral, son distintos, por eso hay que perfeccionar más el espectáculo. Uno es romántico, le gusta el en vivo, sentir, pero esta apuesta lleva a lograr que el nuevo espectador sienta la misma magia, como si estuviera en el teatro. Unir estos dos mundos tiene más trabajo”.
En Frida libre, Flora Martínez (nacida en Montreal, Canadá, el primero de noviembre de 1977, pero llegó a Bogotá muy niña) no solo hace un recorrido por la vida de la artista mexicana, sino que también canta, y son temas relacionados con el dolor que siempre sintió la mujer que habitó en la Casa Azul de Ciudad de México, a donde van tantas personas cada año a buscar su esencia.
Uno es romántico, le gusta el en vivo, sentir, pero esta apuesta lleva a lograr que el nuevo espectador sienta la misma magia, como si estuviera en el teatro. Unir estos dos mundos tiene más trabajo
Allí también estuvo Martínez, viendo sus cosas, sintiéndolas. Por eso cree que Frida Kahlo es pertinente en estos momentos. “Siempre ha estado vigente, esa es su magia, pero hoy más, por su visión de la vida y también de la muerte, por esa incertidumbre que siempre tuvo con su salud, porque el dolor se encerró en su cuerpo. Frida sigue estando, no se va. Ella, como estos tiempos, nos está enseñando a que hay que sacar lo bueno y también a ser más humanos, más sensibles”.
¿Dónde y cuándo?
24 de octubre, 8 p. m., vía ‘streaming’.
Informes en tuboleta.com., donde están los horarios de otros países.
Precio: 40.000 pesos.
REDACCIÓN CULTURA