Llegó la época de las familias, las fiestas y ver la tele. Va una lista de series recomendadas por si no las han visto.
Better Call Saul (Netflix) es dura de ver, lenta, muy de imágenes y silencios, pero uno se enamora de esa tierna pareja de Jimmy y Kim, son icónicos en sus modos de quererse. Uno sufre mucho con Saul, y se compadece con Kim. Bueno, y como es gringa: hay narcos muy sangrientos y son latinos.
The Boys (Prime). ¿Qué hacen y cómo son los superhéroes cuando no lo son? Nos dijeron que eran Clark Kent (periodistas), pero en nuestros tiempos los villanos son los periodistas. Por eso, esta serie es poderosa ya que nos revela cómo son los egos y perversiones de los superhéroes. El resultado: miserables seres humanos. Desmitifica, entretiene y provoca.
Succession (HBO). Esta historia de magnates mediáticos jugando con la realidad, sus fortunas, sus familias, sus egos… la sabemos todos. Gente rica muy infantil que mata por el placer del dinero y el sexo y las drogas… y otras virtudes capitalistas. La producción es alucinante, la trama engancha y los personajes son odiables, todos.
Tokio Vice (HBO). Una temporada de una obvia serie policiaca, pero por alguna extraña razón uno se queda pegado y quiere seguirla y saber. Tal vez sea que es en Japón, tal vez que están muy bien diseñados los personajes, tal vez…
Euphoria (HBO). Todo un manifiesto sobre el ser joven y habitar esta época del caos y la indolencia. Una historia sobre cómo es de difícil ser jóvenes en el siglo XXI. Un mundo de todo por el consumo para alcanzar la promesa de que hay que pasarla bien como sea. Y, mientras tanto, los jóvenes abandonados por los adultos, la educación y el Estado irresponsables. Visualmente fascinante.
Estación once (HBO) recomendada solo para los que gustan y gozan de la gran dramaturgia y los guiones complejos. Peaky Blinders (Netflix) para hacer parte de su culto y gozar su música.
Ozark (Netflix) porque nos muestra cómo funcionan los dineros del narcopitalismo y la corrupción (el otro capitalismo): ese que viaja sin ley ni dios ni Estado.
En lo latino: Santa Evita (Star+), una de esas historias argentinas verdaderas que parecen ficción, y Noticia de un secuestro (Prime) o el impacto de la estúpida violencia ‘colombiche’ en la clase alta.
De lo que sonó e hizo mucho ruido está la última temporada de Stranger things (Netflix), que venía en modo bodrio, pero tuvo su levantón en 2022; La casa del dragón (HBO) que fascinó a los que ya eran fans de Game of Thrones y que entumeció los ojos de quienes gustan de mucha y excesiva posproducción visual; The Crown (Netflix) contó con la suerte de la muerte de la reina y volvió a ser furor porque sabemos más de la corona británica que de nuestra realidad.
No he visto pero recomiendan: The White Lotus (HBO). ¿Y usted qué recomienda? Escriba.
ÓMAR RINCÓN
Crítico de televisión
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