Oportunidad perdida / Crítica Mente

Mauricio Reina habla sobre 'El parque de los sueños', película que sigue la vida de María Wang.

‘El parque de los sueños’ se presentó, en 2017, como parte de la selección oficial del Festival Internacional de Cine de Toronto. Foto: Katie Yu / Mongrel Media

24.04.2019 21:02 Actualizado: 24.04.2019 21:35

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El parque de los sueños es una película flojita, y es una lástima porque su propuesta merecía mejor suerte.

La emancipación femenina en un hogar machista siempre constituye una causa noble, y mucho más si quien se rebela está entrando en la tercera edad. Todo se complica aún más si la mujer es inmigrante y pertenece a una minoría étnica, como es el caso de la protagonista.

La historia transcurre en Vancouver, donde viven María Wang y su marido Bing. Cuando joven, ella trabajó como secretaria en Hong Kong, pero al casarse empezó a depender de su esposo, circunstancia que se agravó cuando migraron a Canadá.

Su única ventana al mundo la constituyen su hija y su familia, porque su esposo tiene una pelea casada con su hijo y le impide verlo. Esta vida va marchitando a María, hasta que un día descubre un secreto de su marido que la lleva a rebelarse.

La película carga varios lastres encima, y la mayoría de ellos tienen que ver con la dirección. El tono de la narración tiene una insólita combinación de drama y comedia, en la que cada género debilita el potencial del otro.

Además los personajes secundarios son tan caricaturescos que parecen escapados de una película de televisión de domingo. Todo ello deriva en una puesta en escena de fábula, que se ve acentuada por una música melosa y reiterativa.

En medio de este ambiente de mentiritas, lo único que podría brillar es la veterana actriz Pei-Pei Cheng, famosa por su participación en cintas legendarias como El tigre y el dragón, pero hasta ella cae derrotada en esta oportunidad perdida.

MAURICIO REINA

Crítico de cine

@ReinaMauricio

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