Sin consecuencias / Criticamente

La película de amor y deseo 'Amante por un día' es floja, ¿por qué? Esto opina Mauricio Reina.

Película 'Amante por un día'. Foto: D'A - Film Festival de Barcelona

15.08.2018 20:29 Actualizado: 15.08.2018 20:29

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Los ingredientes de 'Amante por un día' auguran lo mejor. La película parece salida de la nueva ola sa por su fondo –amor y deseo– y por su forma –estética cincuentera y rodada en glorioso blanco y negro–.

Además, tiene entre sus coguionistas a Jean-Claude Carrière, el legendario colaborador de Luis Buñuel. Como si eso fuera poco, está protagonizada por Esther Garrel, quien representó a la imposible enamorada del personaje de Timothée Chalamet en Llámame por tu nombre.

El conflicto que propone la cinta es atemporal. Una muchacha es rechazada por su novio y decide ir al apartamento de su padre, un profesor de filosofía.

Al llegar se encuentra con una sorpresa: su papá vive con una de sus estudiantes, que se ha enamorado de él. ¿Y qué hace un profesor de filosofía en una película sa que busca homenajear a la nueva ola? Se echa un tremendo discurso contra la fidelidad y los celos, que es aprovechado por su joven amante para satisfacer su curiosidad sexual.

Si todo esto suena tan interesante y tan sexi, ¿por qué la película es tan floja? Porque en esta historia, las acciones no tienen consecuencias y, por tanto, los personajes parecen zombis pedaleando frenéticamente en bicicletas estáticas.

Una pelea monumental por aquí, y en la escena siguiente todos felices como si nada; una tentativa de suicidio por allá, y en la escena siguiente todos tomando café, y así…

Agreguen ustedes una narradora intrusiva, una horrorosa música de piano y un pusilánime protagonista masculino, y el filme queda reducido a un hermoso capricho, como el instinto de la sensual devoradora que lo protagoniza.

MAURICIO REINA

CRÍTICO DE CINE

@ReinaMauricio

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