¿Por fin maduraron los Guardianes de la Galaxia?

No hay nada mejor que una despedida inolvidable. James Gunn debió pensar eso cuando gritó ¡acción! en el primer momento del rodaje de Guardianes de la Galaxia: Volumen 3. No podía ser de otra forma, el artífice de la receta de acción desenfrenada y comedia en el universo de los superhéroes tenía que dejar su huella al despedirse de Marvel con una cinta violenta, divertida y, hay que decirlo, que va a hacer derramar algunas lágrimas de la audiencia.

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Gunn, quien logró fijar su sello en las dos anteriores producciones de la franquicia, no se intimida y consigue una película fresca en la que parece que el sueño es reivindicar la amistad, eso sí, mientras se masacran a criaturas monstruosas o hay estaciones espaciales con formas vivientes y una estética extraña.

“Estaba emocionado y agradecido de que James Gunn regresara y se preocupara por hacer evolucionar a los personajes. A veces puede existir un deseo de la gente de que sigan en el camino y repitan la misma fórmula, pero me encanta que estos guardianes siguen creciendo y tomen riesgos, como darle protagonismo a una travesía más emocional”, explica el actor Chris Pratt en una charla vía zoom con EL TIEMPO.

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Pero Guardianes de la Galaxia Volumen 3, que llega a las salas de cine este 4 de mayo, no es una experiencia estética solamente, su trama reúne a Peter Quill (Pratt) con su peculiar equipo de defensores del universo, tratando de ajustarse a una nueva vida, lidiar con un maniático que sueña con una sociedad perfecta y no tiene límites para manipular la genética y creerse un Dios para lograr su objetivo, así como tener que salvar la vida de su adorado Rocket, un mapache ultraviolento, que se convierte en el eje de la nueva cinta.

“Vamos con esta idea de una sociedad perfecta, pero siento que también estamos hablando del concepto de perfección en general, pero aunque todos tenemos de alguna manera esa idea de llegar a ser perfectos, eso no es lo que nos hace humanos, de hecho hasta Jesús cometió errores por su temperamento, y entonces, ¿cómo podemos aceptar los defectos, aceptar esas cosas que están mal en nosotros y aún poder sacar lo mejor y cambiar?”, agrega James Gunn, acerca de la profundidad que se revela en el nuevo filme.

El ritmo es trepidante, Peter Quill está pasando por una depresión y la extraña tranquilidad que experimentan se ve afectada con la aparición de Adam Warlock, un poderoso y torpe antagonista que termina lastimando a uno de los guardianes y activando la aventura y la ‘radiografía de traumas y dolores emocionales’. Todo entre ataques, golpes mortíferos, chistes y momentos absurdos sirven para asimilar la brutalidad que rodea a los guardianes.

Quill es una mezcla de fuerza y fragilidad emocional, su colega Drax es el inocente fortachón que parece codificar en otra frecuencia. “Idiota”, le gritan varias veces, pero él no pierde esa inocencia. Algo parecido revela Mantis, que-para quienes han visto las otras películas de la saga-se va desligando de su naturaleza casi infantil; sumado a Nébula, que expone sentimientos que contrastan con su fuerza y Groot crece y aparece más imponente.

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Salvar a un amigo es quizá la razón más poderosa para encarar el caos y sobrevivir a la jocosa química de los personajes de esta aventura con la que James Gunn le dice adiós a Marvel (ahora es el director ejecutivo de la competencia: DC Studios). Su propuesta es la más grande y, hay que insistir , y la más humana. “La química es genuina gracias a que nos queremos, sumado al hecho de que James (Gunn), escribió dirigió las películas anteriores y pudo encajar los papeles muy bien para nosotros como intérpretes”, agrega Pratt.

“Aunque eso es cierto, tengo que decir que lo bueno ha sido tener gente que quieres como seres humanos y con una creatividad que puede aflorar en el estudio (durante el rodaje). Son como niños jugando, pero de una forma estructurada y que se permiten revelar eso, junto a otras situaciones más adultas, todo en equilibrio”, agrega Gunn.

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En general, Guardianes de la Galaxia Volumen 3 sorprende por un cuidado y a veces excesivo tratamiento visual. Es explosiva, recurrente y autoparodica. Tiene una banda sonora envidiable y también hace una crítica a la manipulación genética, evolucionar sin cuestionamientos morales y hasta tiene tiempo para recordar ese vínculo con la naturaleza y con otros seres vivos, que siempre se sacrifica en aras del progreso. Es imposible tratar de contener las lágrimas en un par momentos que van de lo tierno a lo cruel, porque sí, Guardianes de la Galaxia Volumen 3 es impactante y espeluznante.

ANDRÉS HOYOS VARGAS

@AndresHoy1