Por Colombia, sin rival cercana: Pájaros de verano, codirigida por Ciro Guerra y Cristina Gallego. Drama familiar y humano desatado en territorio ancestral guajiro por la bonanza marimbera durante la sangrienta década de los 70. Dentro de una estructurada en 5 cantos, con sus respectivos desarrollos y desenlaces, los protagonistas son de un clan familiar muy representativo de la sólida cultura wayú. El honor y la dignidad del empoderamiento femenino constituyen los pilares de una narración épica, sumados a una puesta en escena verista y emocionante.
De Latinoamérica: Una mujer fantástica (Sebastián Lelio). Drama humano de pinceladas amargas y humillantes que reproduce el íntimo universo de una criatura transgénero capaz de asumir sus peculiaridades sexuales y luchar por identificarse como tal, sin jamás flaquear en el intento. Con Daniela Vega, consagrada cantante y actriz, eje de un relato crudo y tenaz de las hipocresías cotidianas sin perdonar duelos ni diversidades en Santiago de Chile.
Último gran éxito, la mexicana Roma –dirigida, escrita, coproducida, fotografiada y coeditada por Alfonso Cuarón–. Himno a la rutina doméstica, en memorable blanco y negro, con el protagonismo de una sirvienta indígena y un ritmo solo para espectadores nostálgicos y reflexivos.
Desde Hollywood: La forma del agua (Guillermo del Toro). Fábula romántica levemente terrorífica, tras el virtuosismo narrativo y las dimensiones de una tragicomedia orquestada por un mexicano universal. Pieza maestra que demuestra cómo puede recrearse una fantasía en el marco de lo cotidiano y ambientar una época libertaria con referencias al cine clásico de género en vistoso b. y n.
Mejor animación: Isla de perros (Wes Anderson). Cumbre innegable de la tridimensionalidad cuadro a cuadro y aventuras de reivindicación animalista protagonizadas por el niño samurái que busca rescatar a su mascota en un territorio invadido de basuras en que han sido desterrados canes portadores de misteriosa fiebre.
Lo mejor de Europa: En la penumbra (Fatih Akin, Alemania). Tres capítulos lineales en una emotiva exposición de asuntos terroristas, el duelo sobrellevado por las víctimas, la siniestra mediación de grupos ultraderechistas, los absurdos fallos de la justicia y sentimientos de rabia e indignación de una mujer que se ve abocada solitariamente a vengar las embestidas mortales.
Más del Viejo Continente: la sueca The Square (Ruben Ostlund), comedia del absurdo en torno a un curador de arte contemporáneo que prepara montajes conceptuales para desconcertar al público visitante; farsa del absurdo con imágenes del trajín diario que plantea las inutilidades del mundo posmoderno, y la italiana Llámame por tu nombre (Luca Guadagnino), sutil romance de roces mutuos y miradas cruzadas e intensas entre dos jóvenes artistas, con hallazgos arqueológicos y reordenamiento de valiosos documentos empolvados.
MAURICIO LAURENS