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¿Por qué ahora Netflix tiene la N de novelas?
La plataforma apuesta a las telenovelas con calidad y originalidad. Entrevista con dos guionistas.
El ‘reboot’ de ‘Rebelde’ sorprendió a los seguidores de la serie de 2004. Foto: Netflix
Roberto Stopello es un escritor y guionista venezolano, autor de novelas como La reina del sur, Señora Acero y actualmente es el director de Series Originales para Netflix Latinoamérica; y José Ignacio Valenzuela, conocido también como Chascas Valenzuela, es un escritor y guionista chileno, autor de guiones de telenovelas entre las que destaca la exitosa serie original de Netflix ¿Quién mató a Sara? Ambos son las cabezas detrás de la gran apuesta de la plataforma de streaming para llevar el melodrama latinoamericano de las telenovelas al mundo entero.
EL TIEMPO conversó con ellos.
No pasan de moda las telenovelas…
Roberto Stopello: Absolutamente, a ver, puede que haya habido alguna baja, pero siempre termina apareciendo una novela que se vuelve ícono, que la gente sigue, que la gente ama. El tema de las novelas está ligado a nuestra educación sentimental desde siempre. Desde toda la vida. Hay, por ejemplo, canciones que cuando las escuchas te pueden llevar a un momento muy específico en tu casa con tu familia, sentado en una mesa viendo una novela. Es parte de nuestra vida sentimental.
Chascas: Además porque la telenovela, históricamente lo que ha hecho es venderte una experiencia emocional más allá de una historia concreta. Con lo que tú te quedas es con la experiencia emocional que viviste. Eso se va incrustando en tu historia, en tu alma. Por eso esa suerte de oferta de esperanza que vende la telenovela clásica, en donde lo pasas pésimo por 119 capítulos y en el 120 el escritor, se las ingenia para decirte: ‘no importa que lo pases mal, siempre vas a salir adelante’.
Roberto Stopello, director de Series Originales para Netflix Latinoamérica; y Chascas Valenzuela, escritor y guionista. Foto:Fotos: Netflix
Como decían, las telenovelas son muy latinoamericanas, pero ahora se están viendo en todo el mundo...
Roberto Stopello: Para ser bien honestos, creo que esto ha sucedido desde hace mucho tiempo. Quizá no sentíamos el impacto porque la comunicación mundial no era lo que es ahora, que con un trino se enteran de mil cosas en todo el mundo, pero sí hubo novelas que se exportaron por el mundo. Lo que pasa es que ahora con la era streaming, por supuesto, cuando nosotros hacemos un producto que grabamos en Colombia y que lo estrenamos ahora a las 12 de la noche, se está viendo en 190 países simultáneamente. Eso es una cosa muy poderosa, muy grande.
También por algo que decía Chascas y es que es algo necesario para las personas, sentirse identificadas con esas historias de amor...
Chascas: Absolutamente, y eso no tiene fronteras, no tiene nacionalidad. Lo que sí tiene nacionalidad es el melodrama, que es el componente básico de una telenovela. Y es que el melodrama es latinoamericano. Nosotros inventamos el melodrama como género literario. Es de aquí, es de nosotros, y de aquí se exportó al mundo. Y en los años 80 y 90, telenovelas emblemáticas como Betty la fea y Café con aroma de mujer, dieron literalemente la vuelta al mundo. En Chile, cuando dieron Café con aroma de mujer se paralizaba el país. Y eso fue hace bastante tiempo, previo a las redes sociales. Eso lo hizo la telenovela a pulso. Creo que tiene que ver con que la telenovela clásica vende oferta de esperanza, se convierte en una suerte de matriz de opinión donde la gente la veía y se cuestionaba: ¿qué haría en ese caso? Se instalaba una conversación familiar en torno a la telenovela. Y eso es muy interesante de rescatar, que es lo que estamos haciendo, estamos rescatando esos hitos, esa matriz de opinión, esa oferta de esperanza, esa diversidad temática... la sacamos de su empaque más tradicional y lo insertamos en un contenido modernísimo, vertiginoso, trepidante, global, y el resultado es más atractivo.
Nosotros inventamos el melodrama como género literario. Es de aquí, es de nosotros, y de aquí se exportó al mundo
¿Cuál ha sido el principal reto que se le ha planteado? Pongo en la mesa, por ejemplo, los tiempos de corrección política...
Roberto Stopello: Es uno de los temas más importantes porque tiene que ver con las historias, la novedad y la profundidad de ver cómo podemos traer temas nuevos o tratarlos de maneras distintas aunque sean temas polémicos o fuertes. Por mencionar uno, el vientre de alquiler es un tema que se ha tocado en los últimos 25 años en muchas historias, pero en ¿Quién mató a Sara? la vuelta no era solo el vientre de alquiler nada más, sino dos hombres haciendo el recorrido de la subrogación a través de un vientre de alquiler
Chascas: Yo puedo agregar como escritor que lo interesante de esto es la vuelta de tuerca. Aquí nadie esquiva temas ni clichés. Porque si lo piensas, la telenovela clásica funciona en torno a ciertos clichés. Lo atractivo es agarrar esos temas, esos clichés, esos elementos clásicos, incluso temas polémicos e incómodos, y contarlo desde otro punto de vista.
A las telenovelas se les ha señalado de educar emocionalmente en, por ejemplo, el amor tóxico, ¿cómo plantean ahora el amor en las telenovelas?
Roberto Stopello: Yo creo que ha evolucionado. Y tienes toda la razón, venimos de la novela clásica donde la muchacha que llegaba del campo a la ciudad y la humillaban, y al final era la hija verdadera y heredera. Ahí estaba este cliché... Y efectivamente los tiempos cambian, estamos en una temporada extraordinaria del empoderamiento de la mujer, y eso les ha traído a las historias una sangre extraordinaria, trae maravilla porque no solamente permite hablar de lo que está sucediendo hoy sino que haces historias mucho más interesantes, más rebeldes que van en los tiempos y en la sintonía de lo nuestras audiencias.
La sacamos de su empaque más tradicional y la insertamos en un contenido modernísimo, atractivo, vertiginoso, trepidante, global, y el resultado es más eficiente
Chascas: Voy a agregar a eso una cosa más específica de escritor. En la telenovela clásica, lo que llamas el amor tóxico, sale cuando se formaba el triángulo entre dos personas que querían estar juntas y alguien se les oponía. Era un personaje, la villana que se despertaba a las 8 de la mañana con pestañas postizas, y peinada maravillosa, y que hablaba sola frente al espejo y decía frases como: “María Patricia no sabe lo que le espera”. Ahí puedo entender lo que dices del amor tóxico. Pero la vuelta de tuerca que estamos haciendo es que hoy en día lo que separa a dos personas es una circunstancia más que una persona. A través de esa circunstancia que estás metiendo entre esta pareja. Son esas circunstancias las que permiten tener una agenda, inyectarle diversidad.
¿Cómo definen el rol de Colombia?
Roberto Stopello: Colombia es muy competitivo, como México; tú no puedes contarle cuentos a la audiencia colombiana porque está educada en la novela. Para nosotros es un mercado muy importante por la cantidad de directores, escritores, autores, actores... de hecho, Colombia satisface no solo la necesidad colombiana sino también en México. Y porque a la hora de competir, estamos en un país donde hacen historias extraordinarias.
Chascas: Hay escritores colombianos maravillosos, Bernardo Romero, Fernando Gaitán..., que le dieron vueltas de tuerca a las telenovelas y que conquistaron el mundo.
Roberto Stopello: Acabamos de hacer el único remake que consideramos, porque estamos haciendo todo original, que es de Las Juanas. Cuando coincidí con Jimena Romero, la hija de Bernardo Romero, y hablamos y me dijo que le gustaría volver a hacer Las Juanas, de otra manera a la que hizo su papá. Hicimos esa apuesta y es un producto colombiano. Y cuando te hablo de eso, también tengo que mencionar la exportación del talento. Si ves ahora la temporada dos de Oscuro deseo, que se estrena en dos semanas, acabamos de meter a Catherine Siachoque, por primera vez por fuera de la pantalla de Telemundo en 20 años.
Madre solo hay dos’ narra la historia de dos mujeres que dan a luz en el mismo hospital y debido a la negligencia de una enfermera se llevan a casa a la bebé equivocada. Foto:Netflix
¿Qué se viene? ¿Cuáles son los próximos estrenos?
Roberto Stopello: De Colombia tenemos Ritmo salvaje y Pálpito. Eso es de lo que podemos hablar. Estamos produciendo mucho en Colombia. Oscuro deseo estrena su segunda temporada. ¿Quién mató a Sara? Tres, que ya viene con todo, se terminó de grabar. Viene la primera novela de Chascas en Netflix, que es Donde hubo fuego, sobre una estación de bomberos al frente de una pensión de señoritas.
Chascas: Te podrás imaginar la de chispas que habrá ahí. Y Donde hubo fuego lo que hace es rescatar los elementos clásicos del melodrama latinoamericano de los 80 y 90, sobre todo encarnado en esas figuras heroicas que son los bomberos, uno de los pocos integrantes de la sociedad civil que no están cuestionados por la ciudadanía y que siguen siendo los buenos. Esta historia clásica de bomberos –no puedo contar mucho, pero bueno– tiene una historia de venganza por una injusticia cometida, está contada con un ritmo de serie moderna donde no hay tiempo ni para respirar. Una historia muy centrada en este cuerpo de bomberos donde hay amores, desamores, conflictos, muerte, alegría, risas... etc, es un caledoiscopio sabroso y un reflejo de nuestra sociedad actual que toca temas muy interesantes.