'Succession': la multimillonaria pelea familiar por el poder se pone más intensa

En el 2018, cuando se estrenó la serie 'Succession', la trama prometía un conflicto de poder dentro de las altas esferas sociales. Fue más que eso.

Unos relacionaron directamente su historia con los dramas de William Shakespeare acerca del poder, la familia y la traición. Otros más avezados, que se trataba de una extraña metáfora de las tensiones que una vez exploró Game of Thrones, pero aquí no había dragones ni reinos, sino un emporio mediático y un patriarca multimillonario queriendo despedirse de él.

Logan Roy (Brian Cox) va a dejar su imperio, y sus cuatro hijos entran en una dinámica atroz alrededor de la idea de suceder al patriarca. La serie describe la espiral de alianzas, traiciones, intrigas en el proceso.

Otro tema: Rick Harrison, de 'El precio de la historia', busca tesoros en la carretera

La mente maestra de esta historia, Jesse Strong, no dejó que la serie se quedara en el melodrama, dando pasos a trazos de comedia y de una profundidad en las relaciones de poder que convirtió a Succession en un éxito de crítica y del público que descubrió su magia y entendió que la ficción frente a las pantallas era un retrato relevante de muchos conflictos dentro de las megaempresas, sus clanes y el contexto en que subsisten.

Sin ahondar mucho en detalles (para no dañar la experiencia de quienes no han visto la serie), Logan encara las ambiciones de sus hijos desde una perspectiva cruel y a la vez retadora, en la que se pasa del choque de intereses entre ellos mismos a una confrontación que está mediada por un equilibrio de fuerzas e intereses tan elásticos como la orientación de algunos políticos.

En ese escenario están Kendall, Connor, Shiv y Roman jugándose en cada temporada su posición en ese rompecabezas que tambalea ante la ambición. Ese es el contexto en el que se han mantenido las tres temporadas y que labran el terreno para la cuarta y última, que se estrena el 26 de marzo en HBO (a las 8 p. m. y en HBO Max).

El nuevo ciclo demuestra que se han sanado heridas entre los que antes eran adversarios, aunque no han faltado las puñaladas (metafóricamente hablando) de terceros que han sido víctimas de ese juego por el poder.

Puede interesarle: 'John Wick 4' es una máquina de matar y la mejor película de acción del 2023

Además, todo parece indicar que el conglomerado de entretenimiento de Waystar Royco, pasará a manos de un millonario dedicado a la tecnología, Lukas Matsson (Alexander Skargård), lo que impone un giro inesperado en la hoja de ruta de los hermanos Roy, al que se suma una nueva jugada de su padre, Logan, que parece tener entre sus aliados a Tom Wambsgans (esposo de Shiv y quien por mucho tiempo ha estado controlado de alguna manera por su mujer).

Al igual que a Greg Hirsch, quien es nieto de un hermano de Logan, que pasó de trabajar metido en el traje de un muñeco de parque temático a convertirse en un empleado que resulta siendo testigo de las intrigas de la familia y va escalando en la compañía de los Logan y podría tener un protagonismo en los acontecimientos de la temporada final de la serie.

“Greg puede parecer irrelevante en la cima de las discusión de los negocios, pero al estar (y no estar) implicado del todo en los conflictos que esos negocios generan es capaz de identificar oportunidades en el juego de las lealtades y el caos que propone la serie”, asegura el actor Nicholas Braun en una charla vía Zoom con EL TIEMPO.

Antes de seguir discutiendo acerca de los detalles de esa ‘lucha de lobos hambrientos por poder y estatus (que siempre los han tenido, pero han sido los detonantes de su vulnerabilidad como seres humanos de los protagonistas), Braun decide reflexionar ante el adiós de la serie.

“Recuerdo que el último día que rodamos fue un momento interesante, veníamos de un ciclo de un buen trabajo en las temporadas anteriores y lidiamos en la tercera con el covid, y fue una de las más largas y en el día que grabamos la última escena de esta temporada y nos reunimos con el equipo para la despedida fue algo muy emocional y me sentí agradecido por la experiencia y a la vez triste por decirle adiós”, reflexionó el actor.

Su personaje es catártico para el clan de los Roy. Ellos lo usan, de alguna manera lo explotan, pero él sigue ahí, quizás porque viene de una familia fracturada, sin una guía paternal en su infancia, y la conexión que consigue con Logan Roy puede ser el resultado de esas falencias.

Para Nicholas Braun, Succession es un reflejo muy potente de las relaciones familiares mediadas por los asuntos económicos de alto nivel, pero al pensar de una manera sencilla el concepto que encierra la cuarta temporada y que anuda toda la tensión que ha configurado la trama en toda su historia no lo piensa dos veces y reconoce que “la mejor palabra para definir lo que compone esta despedida es caos”, agrega.

“Creo que mi visión del poder ha cambiado un poco con la experiencia que me ha dado la serie; en realidad siento que Succession se ha dedicado a mostrarnos un poco de ese mundo extraño de los gerentes y ejecutivos de las grandes corporaciones y como son capaces de tomar tan fácilmente decisiones trascendentales y que pueden afectar a millones, en espacios tan inusuales como la habitación de un hotel”, reflexiona el actor.

Su punto de vista da pie a un detalle importante en esta etapa de Succession en la que también se enfatiza en la relación del poder económico y la política. No en vano, Logan Roy se está jugando su última carta para mantener su atesorado canal de TV ATN, fuera del trato con el nuevo dueño Lukas Matsson. Todo esto, con la intención de conservar algo de poder de influencia y usar este medio de comunicación como herramienta de cara a las elecciones presidenciales de los EE. UU., en las que seguramente y a pesar de que el camino ha sido muy complicado, Connor Roy siente que puede llegar a ser protagonista. Al final el poderoso principio de esta producción es que la familia Roy responde a una contradicción que puede ser una constante en las esferas sociales en las que mueve: ‘Lo tienes todo, pero a la vez careces de un verdadero vínculo de amor o amistad'.

Lo interesante va a ser cómo se cierra el destino de Kendall, Shiv y Roman no parecen estar listos para manejar el poder que tanto han deseado, algo que la serie siempre se ratificado, sumado a que parecen no tener en mente las consecuencias de sus decisiones para seguir en la danza del poder.

CULTURA

@CulturaET