Thalía ha vendido más de 25 millones de discos a nivel mundial y su presencia en la cultura pop latinoamericana ha sido constante a través de la radio, MTV y la televisión durante tres décadas de historia. Su carrera continúa esta vez con Thalía’s Mixtape: El Soundtrack de mi vida, un disco acompañado de una ‘docie’ de tres capítulos en los que la cantante explora la historia de los formatos musicales y se acompaña de grandes estrellas del rock en español y talentos emergentes de las nuevas culturas de música.
Thalía lanza esta nueva producción en medio de la preocupación de la comunidad artística global sobre la Inteligencia Artificial y así comienza esta conversación.
¿Le gusta lo que está sucediendo con la Inteligencia Artificial?
Asusta. Es un poquito miedoso, pero si no te montas a ese caballo, te quedas. Y llegan las arenas movedizas y te jalan. Entonces tienes que meterte ahí. Aprender y estar al tanto, porque es imparable.
En 'Mixtape' hablamos de esa evolución. Desde el gramófono hasta la Inteligencia Artificial, pero tocándolo desde una perspectiva ochentera.
Pero hablemos del proyecto. ¿Por qué entonces mirar hacia atrás?
Porque es reconocer de dónde venimos. Reconocer quienes pusieron esas piedras para poder estar aquí. En Mixtape hablamos de esa evolución. Desde el gramófono hasta la Inteligencia Artificial, pero tocándolo desde una perspectiva ochentera, como fan buscando a mis ídolos de la adolescencia. Y para mi esos ídolos eran indiscutiblemente los rockeros.
¿Hizo muchos 'mixtapes'?
Hice muchos y regalé muchos otros.
¿Pero hizo más 'mixtapes' de los que le regalaban?
Me regalaban, me regalaban. Pero a mi me gustaba más hacerlos, copiar los dos cassettes, me encantaba. Era como dar un pedazo de ti. Personalizar la pieza: escribir el nombre, ponerle estampitas... hoy se comparten playlists. Pero antes eran tangibles. Es traer ese recuerdo a la memoria. Y que la generación nueva entienda la estética de esa época, la generación apasionada que ha hecho todo el movimiento en la música.
¿Siente que fuimos más apasionados por tener esa oportunidad tangible de haber tenido la música en nuestras manos?
No sé, pero sí experimentamos muchas cosas que esta generación no, porque no las conoce. Esta generación que nació con una tableta en la mano y que tiene en un clic todo versus la generación anterior que tenía que tener una cámara de video, una cámara Polaroid, un Walkman, la agenda para ver a quién llamar, un despertador... ahora todo está en la mano. Es interesante ver cómo la sociedad se acopla a la aceleración digital. Por eso es bueno retroceder, hacer una pausa y ver esa evolución. Cuando tuve esta idea quería que mi hijo y mi hija pudieran aprender de ella. A través de esta serie, unimos la animación a mis ojos de fanática para entender el movimiento que hicieron estos grandes.
Sí experimentamos muchas cosas que esta generación no, porque no las conoce. Esta generación que nació con una tableta en la mano y que tiene en un clic todo.
Es muy interesante verla abordar la música con esa intención didáctica, que es tan difícil de hacer, pero que se siente cercana e íntima cuando usted la cuenta.
Todos los que hemos trabajado en esta producción son amantes de esta era, crecieron conmigo. El productor musical, Áureo Baqueiro, y yo nos conocimos de quince años. Cuando salíamos de gira, de ciudad en ciudad, nos compartíamos los audífonos para escuchar nuestro Walkman con cassettes de rock en español. Yo le decía que el único que podía entender que necesitábamos respetar el ADN de cada canción y rendir un homenaje era él, porque lo vivió conmigo. El otro gran amigo que me acompañó en este proyecto fue Simon Brand, quien hace parte de esa era de videos icónicos.
Y una de las cosas que inmediatamente conmueve de la serie es que arranca con un homenaje a Marciano Cantero de Enanitos Verdes y con ‘La Muralla’.
La Muralla y los Enanitos Verdes marcaron a mucha gente. Esta idea empezó a aterrizar en mi cabeza en 2019. Por ahí, el año pasado se terminó la producción. Filmamos a principios del año pasado. Cuando pasa la muerte de Marciano, dije, “paren todo, tenemos que volver a editar porque esto tiene que ser para Marciano”. Hicimos los cambios para rendir ese homenaje.
Quiero preguntarle por la elección de los músicos jóvenes.
Cuando comencé a ar a la realeza del rock en español, les empecé a explicar que en esta serie quería hacer un puente entre la historia que quería escuchar de ellos, y al mismo tiempo invitar a los pioneros de esta era de YouTube y TikTok, que han destapado una carrera, que están nominados a premios, y que arrancaron en esta era. Chicos que se sumaran para amplificar el mensaje. Lo entendieron muy bien. Ver a Bruses y a Ben Carrillo cantando La Muralla se me hizo tan claro. Oírlos cantar que están “parados sobre la muralla que divide todo lo que fue de lo que será” tenía mucho sentido: poner esta canción en el capítulo en el que hablamos de la era digital. O tener a una Kenia Os montada en el tema de La Mosca Tse-Tse y hacerlo tipo drama, bien novelesco, también tuvo mucho sentido. Creo que hemos logrado algo increíble. Conocer a los ídolos que se convierten en grandes amigos.
Hay otro momento en el que le hace homenaje a las mujeres del rock. Y escoge a Andrea Echeverry. ¿Por qué escogió a Andrea?
Primero por Florecita rockera. Y segundo, por esos ovarios. Una mujer que se plantó en este mundo de hombres, con su look único y dijo, aquí llegué, esta es mi música. De las primeras mujeres emprendedoras del empoderamiento. Chapeau. Es la bandera de la autenticidad. Era una generación muy auténtica.
Oírlos cantar que están “parados sobre la muralla que divide todo lo que fue de lo que será” tenía mucho sentido.
Hay otro momento muy especial en el que se encuentra con Charly Alberti y cuenta una historia fantástica sobre ‘Persiana Americana’. Yo no sabía esa historia.
Es que estaban tan ocupados en esa época. Y de pronto, alguien hizo la letra y no era del grupo. Fue increíble oír eso de primera mano.
También está el momento en que se sienta a hablar con Roco Pachukote de la Maldita Vecindad, contando la historia de los Zoot Suits.
Y conocerlo, nuevamente sentarse a hablar del movimiento de Pachuco. Aquí también lo aprendemos. Que me permitiera hacer con él un video de época, casi como metiéndose a ese universo fue súperincreíble. Poder jugar con la música y con la nostalgia, y que fueran lo suficientemente generosos de compartirme sus canciones, sus joyas de la corona de la mano de ellos fue increíble.
Mencionaba lo difícil que fue arlos. ¿Qué tan difícil es entrar al estudio con ellos reconstruir o darles nueva vida a estos grandes clásicos?
Todos estuvieron muy abiertos a este proyecto. Les gustaron los arreglos, lo que conservamos. Sentían emoción genuina. Poder decirle a David Summers, con quien me moría de nervios de hablar, porque fue mi primer crush: “A mi me quedaste a deber destrozar el Ford Fiesta blanco de Devuélveme a mi chica, con el jersey amarillo. ¡Nunca lo hiciste!” (risas) Verlo en el video darle el primer martillazo a ese carro, y romper esos vidrios, quemar ese jersey, fue presenciar un brillito en sus ojos de “Lo hice. Siempre lo quise hacer”.
ALEJANDRO MARÍN
PARA EL TIEMPO
En Twitter: @themusiimp
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