Bogotá tiene más de 1.500 barrios. Pero no en todos se vive la auténtica vida de barrio. Esa en la que se conoce al tendero por el nombre, que además fía. Donde saludan los vecinos, los vigilantes, los vendedores de aguacates y de periódicos. De restaurantes de comida casera, carnicerías, panaderías, cafés, librerías, droguerías y cafeterías. De parques con niños, deportistas, viejos, parejas y perros felices. La vida en comunidad.
Nací en el barrio Pablo VI, pero crecí y habité durante 30 años en el tradicional y bohemio barrio La Soledad. Felizmente mi papá aún lo hace. Tenemos la costumbre de caminar de gancho, comiendo helado de arequipe de Selva Nevada por el Park Way, luego de almorzar o desayunar. La última vez le pedí que me acompañara a recorrerlo y caminarlo, aprovechando el sol. Posiblemente era uno de esos días nostálgicos y sentí necesidad de revivir y recordar los lugares de infancia.
Me fascinó y sorprendió encontrar la gran cantidad de restaurantes de diferentes cocinas del mundo que han abierto en este barrio, además de los de comida casera
Este barrio, aún con muchas de sus casas estilo inglés, de edificios bajitos y cuyo nombre no le hace honor, ya que cada día está más activo cultural y socialmente, se construyó en la hacienda que era de propiedad de doña Soledad O’Leary, esposa de José Malo Blanco, presidente del estado soberano de Cundinamarca en 1857. Y el Park Way, un parque lineal, fue diseñado por el urbanista austriaco Karl Brunner en 1950. Aproveché para hacer algunas compras: $ 6.000 de cuajada fresca, $ 500 de cilantro, 8 panes de rollito hojaldrado, 1 aguacate maduro para el día siguiente, un ramo de astromelias rojas y él me regaló unos anones listos para comer, de la frutería de la esquina.
Me fascinó y sorprendió encontrar la gran cantidad de restaurantes de diferentes cocinas del mundo que han abierto, además de los de comida casera o almuerzos ejecutivos, los típicos y/o las franquicias locales. Se puede viajar a través de sabores, desde los más exóticos y lejanos hasta los conocidos y cercanos a tan solo unos pasos de distancia. No he probado todos, haré el recorrido completo, estos son algunos:
• Himalay. Tibetana. Calle 39A n.º 24-43
• Marrakesh. Marroquí. Cra. 24 n.º 39A-09
• Chalet Suizo. Suiza. Cra. 24 n.º 39A-48
• Curry Masala. India. Cra. 24 n.º 39A-44
• Huancaina. Peruana. Calle 39B n.º 21-12
• Grosso, pastelería, café. Argentina.Cra. 21 n.º 39A-73
• The Par Gueys & Lupe. Mexicana. Av. carrera 24 n.º 39-08
• Licenciado, tacos y birrias. Mexicana. Cra. 24 n.º 39B-20
• Mangiare, pizzería enoteca. Italiana. Cra. 24 n.º 39B-52
• Salonika. Griega. Cra. 24 n.º 41-22
• Búfala blanca, pizzería y trattoria. Italiana. Cl. 39 n.º 20-30
•Muchos de hamburguesas, alitas y cerveza. Americana.
Sin duda, el barrio La Soledad es una importante y gustosa zona gastronómica de la ciudad. Caminar por sus calles y parques con frondosos urapanes es una bellísima manera de desconectarse del agite y agobiante tráfico de la ciudad mientras se disfruta de un buen bocado. Buen provecho.
P. D.: escríbame a mi cuenta de Instagram: @MargaritaBernal y cuénteme cuáles restaurantes conoce para compartirlos y sumarlos a esta ruta gastronómica.
Margarita Bernal
Para EL TIEMPO
En instagram: @MargaritaBernal