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Noticia
Tres restaurantes recomendados en Bogotá para desayunar con todas las de la ley
Estos son los 'brunch' de Black Bear, Hab Café y Semolina, variados y deliciosos.
El Brunch de Black Bear cuenta con un menú diverso y amplio para todos los paladares. Foto: Cortesía del restaurante
¿Cuál es el problema de antojarse de unos buenos huevos a primera hora de la tarde? ¡Ninguno! ¿Cuál es el problema de pedir un pescado apanado a la hora en que muchos apenas están abriendo los ojos y tratar de conectar las neuronas? ¡Ninguno! ¿Cuál es el problema de ponerle un poco de vino espumoso al jugo de naranja o de mandarina con el que se acompañan los primeros platos del día? ¡Ninguno!
¿Cuál es la hora ideal para comer un medallón de lomo a la pimienta? ¡Cualquiera! ¿Cuál es el momento recomendado para pedir un plato de granola con yogurt y miel? ¡Cualquiera! ¿A qué hora saben mejor el cangrejo, la berenjena o los arándanos? ¡A cualquier hora!
Para algunos, no hay comida más apetecida que el desayuno. Para muchos, un fin de semana es sinónimo de horarios flexibles y sin ataduras. Para otros, nada tan estimulante, culinariamente hablando, como la posibilidad de salirse del libreto, explorar, proponer y arriesgarse… ir más allá del pan nuestro de cada mañana y del huevo frito que se repite sin descanso.
Semolina le apuesta a múltiples presentaciones para los huevos. Foto:Cortesía del restaurante Semolina
Hay una palabra que cuadra a la perfección para enmarcar todo lo dicho en los tres párrafos anteriores: brunch. Se trata de un término que surge de la suma de “desayuno” y “almuerzo” en inglés (breakfast + lunch), y que se ha ido popularizando incluso en latitudes en donde se hablan otros idiomas.
Lo cierto es que la idea de un desayuno largo, para el cual no haya necesidad de levantarse temprano, que se pueda extender varias horas y permita compartir con la familia o con amigos, y en el cual se puedan probar recetas muy distintas que aquellas de los desayunos caseros de un martes cualquiera, gana cada día más adeptos.
Un desayuno en el cual los huevos puedan recrear tradiciones de diversas culturas o estar al servicio de la creatividad de un cocinero que ha recogido enseñanzas aquí y allá, y ha desarrollado su propio estilo. Un desayuno que les abra las puertas a los frutos del mar, a los cortes de carne no tradicionales, a los productos menos comunes de la huerta. Un desayuno que permita encender el horno de leña, que alterne las cocciones largas con los ensambles de crudos, que combine las tradiciones centenarias con las propuestas de vanguardia.
No se trata, simplemente, de desayunar tarde o de comer en las horas de la mañana platos típicos del almuerzo. Se trata de hacer un festín a cualquier hora del día, con la disculpa de unir el desayuno con el almuerzo.
Muchos cocineros han comprendido el gusto creciente de los comensales por este tipo de propuestas, y cada vez más restaurantes se animan a abrir sus puertas más temprano –al menos los fines de semana– y desarrollar propuestas que puedan responder a ese término pegajoso cuya sola mención produce antojo: brunch. A continuación, Sancho recomienda tres brunch que bien vale la pena explorar en la capital del país.
Hab Café
En este acogedor restaurante, la filosofía de “farm to table” (de la granja a la mesa) es una promesa que se cumple de verdad, pues la mayor parte de los productos llegan sin escalas de una granja propia a las afueras de Bogotá. Pero no solo traen de allí zanahorias, cebollas y remolachas… también unos corderos increíbles que ellos mismos han criado con todos los cuidados –y con unas hierbas frescas y aromáticas que le aportan un sabor maravilloso a su carne– y con los cuales preparan algunos de los platos estrella de este restaurante. ¡Y también del brunch! Lo cual marca una diferencia con todos los demás. Así, por ejemplo, más allá de empanadas, tostadas y emparedados –buenísimos, por cierto– probé en el brunch de Hab café unos montaditos de cordero sobre patacón con huevo frito de codorniz… ¡inéditos, repetibles, adictivos!
Hab Café. Carrera 5 n.º 58-07 Tel: 322-2665749
En Hab Café, todo lo que sirven allí se cultiva a las afueras de Bogotá. Foto:Cortesía de Hab Café
Black Bear
Ir al brunch de Black Bear es como ir al paraíso. Nada menos. Entre otras razones porque una de sus características es la enorme variedad de su carta. Hay opciones suficientes para armar un menú diverso y atractivo que se puede llevar, paso a paso, al centro de la mesa. ¿Qué tal, por ejemplo, empezar con unos chilaquiles con salsa de tomatillo verde, seguir con unos huevos shakshuka –con tomate especiado, yogurt griego y queso de cabra–, pasar a una bruschetta de cangrejo, animarse con un tiradito de langostinos y cerrar con unos tacos de res en mole rojo? Parece mucho, ¿verdad? Pero si se comparte con la familia o con dos o tres amigos, habrá espacio, incluso, para una tostada sa con frutos rojos, de despedida.
No hay duda: la de Black Bear es una de las propuestas más atractivas de brunch que uno pueda encontrar hoy en día en Bogotá.
Black Bear. Carrera 11 A n.º 89-10 Tel: 601-6447766
Semolina
Aunque es cierto que en un brunch vale la pena explorar opciones más allá de los huevos, estos, en todo caso, no pueden faltar. Y en Semolina aparecen en recetas muy atractivas, como la frittata caprese –con bocconcini, tomate uvalina y pesto–; los huevos estrellados –con salsa napolitana, chorizo y papas a la sa–; la tradicional omelette; ese plato popular francés llamado “croque madame”, un ensamble que lleva huevo pochado, jamón, salsas bechamel y holandesa sobre pan brioche gratinado; o el sándwich de huevo, con tocineta y quesos mozarella y chedar. Claro está que hay vida en Semolina más allá de los huevos: desde un criollísimo caldo de papa y carne hasta un neoyorquino bagel con salmón curado.