En mayo de este año, la presentadora y actriz ocañera Ana Karina Soto anunció la lamentable noticia del fallecimiento de su progenitora, Juana Arévalo de Soto. Meses después, se sinceró con los espectadores y en una entrevista narró el melancólico momento que vivió cuando maquilló el cuerpo sin vida de su madre.
Según relató la presentadora de ‘Buen Día, Colombia’ en sus redes sociales, Juana Arévalo había permanecido un tiempo en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) debido a un accidente que le causó un fuerte traumatismo en su cabeza.
El golpe generó una fisura en su cráneo y un derrame cerebral interno. Aunque los médicos hicieron un gran esfuerzo por salvarla, la mujer perdió la vida unos días después del accidente.
“Vuela alto, mamita preciosa.Te amo con todo mi corazón, con mi alma y mi vida entera. Gracias, muchas gracias por ser la mejor mamá del universo; la más amorosa, generosa, tierna, detallista, respetuosa, inteligente y divertida. Siempre fuiste un gran ejemplo para todos. Te voy a extrañar”, fue el mensaje que escribió Soto en su cuenta de Instagram en honor a la partida de su madre.
Recientemente, la ocañera tuvo una entrevista con el medio especializado en farándula ‘Lo Sé Todo’, en la que reveló que su progentiora había tenido varias complicaciones médicas antes de su fallecimiento: “Ella atravesó un cáncer, ella sufrió un infarto hace como cinco años. Mi mamá tenía 70 años, era una mujer todavía muy joven, pero tenía muchos quebrantos de salud”.
Adicionalmente, Soto recalcó que ella y su familia recuerdan a Arévalo con mucho amor. Dijo que “era muy consentida” y que todos sus cercanos estuvieron tranquilos porque en vida siempre estuvieron con ella “consintiéndola y apapachándola”.
¿Por qué maquilló el cadáver?
La actriz aseguró que quiso honrar la muerte de su madre con algo que a ella le gustaba mucho: el maquillaje. Por eso, le pidió a la funeraria que la dejaran preparar el cuerpo para el velorio. Así pudo darle su último adiós como a ella le hubiera gustado.
“Yo a mi mami la maquillé porque a ella le gustaba como yo la maquillaba. Cuando llegamos a la clínica, yo le dije a los de la funeraria: ‘Yo quisiera maquillarla, ¿qué hay que hacer?’. Me dijeron: ‘Listo, tienes que estar una hora antes porque abrimos la sala a las 3 de la tarde’”, narró la la presentadora.
“Entré, la vi y le puse música de Rocio Durcal, que a ella le encantaba, y la empecé a arreglar. Le arreglé su pelito, porque por la cirugía la habían rapado una parte. Ella era super vanidosa y le encantaba su copetico”, complementó.
Soto concluyó su historia contando el bello momento que vivió cuando se despidió por última vez de su progenitora: “Duré una hora ahí con ella. La abracé, me despedí, le di besos y cuando llegaron ya a llevársela, le eché perfume y cerraron el cofre, y se la llevaron a la sala”.
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