‘Me declaré por WhatsApp, estando casada, a un compañero de primaria'

Verónica Díaz, oriunda de Argentina con 51 años, se encontró una imagen de Facebook en la que aparecían sus compañeros de primaria en el perfil de una amiga. Erica, la compañera, la incluyó en un grupo de WhatsApp con los de su colegio cuando era niña, y ahí empezó a hablar con un hombre llamado Carlos, que siempre le había parecido muy guapo.

¿El problema? Tenía esposo y una familia con tres hijos. Pero, según ella, se trataba de una unión infeliz, en la que hacía tiempo no se sentía apreciada ni querida. Inicialmente las conversaciones con Carlos eran puramente platónicas, no era más que un amigo, pero poco a poco empezó a sentir deseo y gusto por el hombre al otro lado del teléfono.

“Me cautivó su inteligencia, su sensibilidad y su atención conmigo”, contestó Verónica en entrevista con el diario argentino ‘La Nación’.

El único lío de ese gusto creciente que sentía por Carlos no era su matrimonio, sino que el hombre vivía en Río Negro, otra ciudad en Argentina. Mientras que ella vivía en la provincia de Buenos Aires. De igual forma, encontró la valentía para decirle lo que sentía, aun estando con su marido.

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“No contestó por 24 horas, pero cuando por fin contestó aceptó mi invitación y decidimos iniciar un noviazgo virtual”, relató Verónica para el mencionado medio de comunicación.

“De mi marido me había seducido su belleza física y que era una persona muy humilde”, recordó Díaz. Sin embargo, la ilusión acabó pronto después de haberse casado con el hombre. De acuerdo a su relato, la mujer era violentada físicamente y psicológicamente. Además, podía pasar meses sin demostrarle afecto ni deseo a menos de que estuviera bajo el efecto del alcohol y de otras sustancias psicoactivas.

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Aunque consideró en diversas ocasiones separarse del padre de sus tres hijos, no podía hacerlo debido a que era dependiente económicamente de él.

“Sostuve una relación tóxica sólo por aparentar”, itió la mujer cuando fue entrevistada por ‘La Nación’.

El noviazgo con Carlos iba progresando, hablaban a diario y un día decidieron encontrarse en Merlo, una zona de la provincia de Buenos Aires. Como de película, en esa cita el hombre la besó y ella se sintió encantada. Por eso decidió revelarle lo que estaba ocurriendo a su esposo y separarse de él.

A sus hijas ya les había contado la verdad de la relación clandestina que estaba viviendo. Su hijo, por su parte, se enteró cuando el padre le contó por lo que estaba molesto con su madre.

Díaz mencionó que sus hijas estaban felices de verla iniciando una historia de amor con un hombre que la hacía sentir apreciada.

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La relación ha continuado de manera virtual, pero para poder sortear la incomodidad de la distancia se llaman por horas en videollamadas todos los días. Carlos siempre ha buscado ser un apoyo incondicional y abrazarla en la distancia.

“Ahora si me siento una mujer amada y que puedo amar a un hombre. Carlos es mi felicidad y mi lugar en el mundo”, concluyó Verónica. Han decidido construir una vida juntos que incluya a los hijos y nietos de la mujer ahora que se separó de su esposo.

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