El orgasmo es una respuesta neurofisiológica involuntaria de intenso placer (acompañada en la mayoría de casos de contracciones del músculo pélvico) que se puede experimentar a través de la estimulación física y/o mental durante la actividad sexual.
Todos los hombres y todas las mujeres, salvo casos muy puntuales, pueden alcanzar el
orgasmo durante el sexo, pero para ellas puede ser un poco más complejo.
Esther Balac, columnista de sexo de EL TIEMPO, explica que
en el caso de las mujeres el orgasmo clitoridiano es más común que el orgasmo vaginal, por lo tanto la estimulación del clítoris es primordial para llegar a él.
Aquí le damos algunas recomendaciones que podrían facilitar que las mujeres alcancen el orgasmo. Tome nota.
Llegar al orgasmo
La Doctora en Psicología de la Salud, sexóloga y terapeuta de parejas, Sílvia Pastells, asegura que el orgasmo es directamente influido por aspectos fisiológicos, biológicos, psicológicos y sociales.
“Por tanto, aspectos tan diversos como nuestro grado de salud física y mental, así como el entorno social y las experiencias vividas, o las actitudes ante nuestro cuerpo y ante el placer, nos van a influir”, agregó Pastells.
Para el médico de la
Universidad de La Sabana y sexólogo clínico de la Universidad de Barcelona, Fernando Rosero Mera, no se puede estereotipar ni decir que algunas posiciones son más favorables que otras, porque “
no hay ningún estudio serio que valide que hay posiciones que, en general, faciliten la llegada al orgasmo”.
“Esto va más en lo que cada quien encuentra placentero, lo que le gusta, lo que no le gusta y sus condiciones más óptimas y adecuadas para poder tener esa respuesta orgásmica (...) Para mí, la posición ideal es esa posición con la que la mujer o el hombre se sientan a gusto y sientan su máximo punto de placer”, dijo Rosero.
Las posiciones sexuales son individuales, son subjetivas y hacen parte de cada persona
Posiciones que podrían ayudar
Aun así, hay algunas tendencias que pueden ser identificadas con respecto a qué prefieren las personas a la hora de experimentar poses en el sexo.
“Posturas como ‘el perrito’ (el hombre detrás), ‘la cuchara’ (ambos mirando hacia el mismo lado) o ‘la amazona’ (la mujer situada encima, mirando hacia delante o hacia atrás) permiten que la mujer misma se toque el clítoris o se lo toque su pareja” y esto las convierte en buenas opciones, explicó Pastells.
Posturas como ‘el perrito’, ‘la cuchara’ o ‘la amazona’ son una buena opción
“Si se prefiere una postura estimulante más indirecta para el clítoris, una opción es la alineación coital: variación del misionero pero con la cadera de la mujer ligeramente elevada, las piernas un poco más cerradas y las caderas de ambos alineadas para facilitar durante la penetración la sincronización de movimientos y la estimulación del
clítoris”, añadió la experta.
Así mismo recomendó las posturas en que la penetración se practique de lado y las piernas de los de la pareja formen unas tijeras que se entrelazan.
“Poder mirar a la pareja a los ojos mientras se practica la penetración, con posturas como las ya comentadas, permiten estimulación profunda a todos los niveles”, aseveró.
Además, puntualizó que todas aquellas posturas que permitan el control de la penetración y hacen que la otra persona se pueda estimular o ser estimulado, fomentan el orgasmo de ambos.
Poder mirar a la pareja a los ojos mientras se practica la penetración permite una estimulación profunda a todos los niveles
Hay que innovar
El sexólogo Rosero dice que “todos los seres humanos tenemos en nuestra cabeza la idea de ser creativos, obviamente también en una actividad tan humana como lo es tener
relaciones sexuales” y aconseja a quienes estén iniciando en la exploración de nuevas posiciones que “debe existir un deseo espontáneo y genuino por querer innovar, es decir,
no se debe forzar a una de las partes a realizar prácticas sexuales con las que no esté cómodo”.
Tampoco deben obligarse a mantener la posición durante mucho tiempo si no es fácil, porque el factor placer desaparece al volverse un esfuerzo. Es necesario asegurarse de que ambos estén cómodos y estén teniendo un buen momento al realizar la pose.
En esta misma línea, la sexóloga Pastells recomendó: “Escuchar a tu propio cuerpo, a tu pareja y a su cuerpo. Si nos presionamos, o presionamos al otro u otra a hacer cosas que no apetecen, eso lastima. Hablar, experimentar y probar no nos puede lastimar, exigir o exigirse excesivamente sí. Hay que aprender a ser sexualmente asertivos y asertivas. Cada uno tiene su gusto particular y debe expresarlo”.
Escuchar a tu propio cuerpo, a tu pareja y a su cuerpo
Con respecto a practicar nuevas poses sexuales, Pastells señaló que existe el riesgo de lastimarse: “Nos pueden lastimar las malas formas y no ser lo suficientemente sensibles teniendo en cuenta la zona a la que estimulamos (vagina, pene, pechos, ano, etc), o no tenerse en cuenta a uno/a misma o a la otra persona. O negarse a utilizar el preservativo. La intensidad sexual no es incompatible con la empatía y la ternura, de hecho se potencian”.
Asimismo, el sexólogo Rosero advirtió que se debe realizar una buena lubricación e higiene para evitar irritación. Además, utilizar productos que estén avalados por la ciencia y que no puedan causar contraindicaciones.
“Por ejemplo: Usar lubricantes con base de agua y de silicona. No utilizar lubricantes de aceite, no utilizar desodorantes, cremas o productos que puedan llegar a producir irritación”, concluyó.
En definitiva, sí existen posiciones que facilitan el orgasmo, pero no son las mismas para todas las mujeres. Por eso, los expertos recomiendan explorar el cuerpo propio y el de la pareja para encontrar cuáles son las que favorecen el
orgasmo en cada caso particular.
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