Kanye West cada vez se supera en polémicas y cada vez está más contra la pared, en términos comerciales y de marca, en un mundo que no quiere repetir los errores de la historia: la discriminación y el antisemitismo.
A principios de mes, en un desfile de moda secreto de su marca Yeezy en París, para lanzar su nueva colección, el rapero y algunas modelos lucieron camisetas con el mensaje White Lives Matter (las vidas blancas importan). El movimiento que los supremacistas blancos impulsaron en contraposición del Black Lives Matter (las vidas negras importan), que, a su vez, fue la respuesta en contra por la muerte por asfixia de George Floyd, en mayo de 2020, a manos de un policía.
Invitados como Jaden Smith o la editora afrodescendiente Lynette Nylander abandonaron el recinto incómodos, mientras otros cuchicheaban durante el show.
“Bajo la apariencia de una presentación de moda, el desfile fue, de hecho, un intento apenas disimulado de cooptar a los medios de moda para difundir un mensaje que es reductivo, dañino y extremo (...). Kanye ha dejado clara su posición. Ahora la industria debe decidir qué hará”, escribió Nylander en la revista británica Dazed.
Después de que Ye volviera a meter la pata este fin de semana, Camille se ha negado a representarlo. El bufete quería seguir adelante bajo la condición de que se retractara, pero él no lo hará”
La industria, o por lo menos las grandes empresas que tenían contratos y alianzas con West, que ahora se hace llamar Ye, reaccionaron y tomaron posición, a pesar de las consecuencias en términos monetarios y de ganancias. Se trata de Balenciaga, Gap, Adidas, Creative Artists Agency (CAA) y recientemente su abogada, Camille Vásquez, reconocida por representar y ganar el caso del actor Johnny Depp contra su exesposa.
“Después de que Ye volviera a meter la pata este fin de semana, Camille se ha negado a representarlo. El bufete (Brown Rudnick) quería seguir adelante con el caso bajo la condición de que Kanye se retractara, pero él les ha asegurado que no lo hará, así que terminaron el contrato”, informó el Daily Mail con base a fuentes cercanas.
El no continuar con el contrato para representarlo no solo se debió al mensaje de supremacismo blanco que lució en su desfile de modas a principios de octubre.
También en octubre el rapero protagonizó, al menos, otras dos polémicas. La primera en Twitter, donde escribió “death con 3 contra los judíos (sic)” y por lo que su cuenta fue bloqueada por violar las reglas de la red social. Death en inglés significa muerte. Esto se interpretó como un mensaje antisemita.
Y aunque West trató de enmendarse, asegurando que no era death sino DEFCON, su explicación tampoco ayudó mucho. El supuesto término que quería usar se emplea en una escala del uno (guerra nuclear) al cinco (no hay alerta) para medir el nivel de disponibilidad de las Fuerzas Armadas de EE.UU. para que actúen en cierta circunstancia.
Se tomó como un llamado en contra de los judíos. Y en Los Ángeles, se reportó una pancarta en un puente con el mensaje “Kanye tiene razón sobre los judíos”.
El otro episodio ocurrió el pasado 18 de octubre. En entrevista con el programa de podcast Drink Champs, el rapero aseguró que George Floyd no murió por la violencia policial (caso que movilizó aún más el Black Lives Matter), sino por el consumo de fentanilo. La familia de Floyd anunció que demandará por USD$ 250 millones a West por difamación.
No más acuerdos
“No toleramos el antisemitismo ni cualquier otra forma de discurso de odio”, manifestó Adidas.
La semana pasada fue decisiva para que marcas como Adidas y la agencia CAA anunciaran el rompimiento de sus acuerdos comerciales con el cantante. La empresa alemana llevaba semanas analizando la posibilidad de acabar unilateralmente la alianza con West por sus comentarios y posturas polémicas. Incluso, él los desafió a dejarlo. “Puedo decir cosas antisemitas y Adidas no puede dejarme”, aseguró.
“No toleramos el antisemitismo ni cualquier otra forma de discurso de odio”, manifestó la compañía. Esta decisión a Adidas le traerá efectos económicos negativos y estima pérdidas por USD$ 250 millones. Los prejuicios no son solo para Adidas.
Tras la decisión de la empresa alemana, West dejó de hacer parte de la lista de los más ricos de Forbes. “Adidas obtiene entre un 4 por ciento y un 8 por ciento de sus ventas de los productos Yeezy, según el banco de inversión Cowen. Para Ye era un trato aún mayor, ya que representaba USD$ 1.500 millones de su patrimonio neto”, explicó Forbes.
Se calcula que Kanye West sin Adidas posee una riqueza de USD$ 400 millones, patrimonio que no le permitiría estar en la lista Forbes de los más ricos del mundo, liderada por Elon Musk con USD$ 219.000 millones.
Así mismo, Vogue prometió que no trabajará en más proyectos futuros con West; MCR Entertainment informó que no distribuirá un documental ya filmado sobre la vida del rapero, y Gap había cortado relaciones en septiembre, pero este mes comunicó que iba acelerar el desmontaje de la página YeezyGap.com, así como de los productos que continúan en las tiendas físicas.
Tiendas de grande superficie como FootLocker y TJ Maxx cerraron las puertas a vender productos del rapero. Los deportistas Jaylen Brown (Boston Celtics) y Aaron Donald (Los Angeles Rams) dieron por terminados sus acuerdos con Donda Sports, empresa de West.
REDACCIÓN DOMINGO
EL TIEMPO