Luis von Ahn nació y se crió en Guatemala, es el creador de Duolingo, realizó dos importantes transacciones con Google y alcanzó la fortuna.
Duolingo es una plataforma que ofrece a sus s la posibilidad de aprender más de 40 lenguas de manera independiente, utilizando un enfoque lúdico con varios niveles y opciones de uso, que pueden ajustarse según las preferencias de cada persona.
Sin embargo, para llegar a desarrollar una herramienta que permita aprender diferentes lenguas desde un teléfono móvil, su fundador tuvo que recorrer un largo trayecto.
Proveniente de Guatemala, Luis von Ahn demostró una habilidad excepcional para las matemáticas y la informática, lo que lo llevó a vender algunos de sus desarrollos a Google y posteriormente a crear una de las plataformas de enseñanza de idiomas más reconocidas a nivel mundial.
Su madre, una de las primeras mujeres en cursar estudios de medicina en el país, decidió que la mejor opción para su hijo era inscribirlo en una escuela bilingüe, una elección que von Ahn valoraría profundamente en el futuro.
Tras finalizar sus estudios de bachillerato, Luis obtuvo una beca para cursar matemáticas en la Universidad de Duke, ubicada en Carolina del Norte, Estados Unidos, y se graduó con distinción en el año 2000.
Posteriormente, se especializó en ciencias de la computación en la Universidad Carnegie Mellon, en Pittsburgh. Allí, llegó a ser profesor de Informática, enfocándose en la "computación basada en humanos", un concepto que, de manera simple, describe cómo las personas y los ordenadores pueden colaborar eficazmente para resolver problemas complejos.
Además, gracias a su innovador trabajo en este ámbito, fue galardonado con el reconocido premio MacArthur Fellows Program, comúnmente denominado la "beca para genios", dado que se considera que sólo aquellos con un extraordinario talento pueden obtenerla.
El nacimiento de Duolingo
La motivación detrás de la creación de Duolingo partió de la visión de brindar "una educación accesible para todos", y qué mejor manera de hacerlo que a través de los idiomas.
"Me centré en los idiomas porque al crecer en Guatemala vi que todos quieren aprender inglés", mencionó Luis durante una charla TED en 2012.
"Y el conocimiento del inglés en un país donde no se habla ese idioma generalmente puede significar que tu potencial de ingresos se duplica. Quiero decir, literalmente ganas el doble de dinero si sabes inglés. Así que de ahí surgió la idea de tener un programa gratuito para aprender idiomas, y eso fue Duolingo", explicó.
El desarrollo de Duolingo se inició en 2009, cuando von Ahn aún era catedrático en la Universidad Carnegie Mellon. Fue entonces cuando solicitó el apoyo de uno de sus alumnos, Severin Hacker, para dar vida a la primera aplicación de aprendizaje de idiomas a nivel mundial.
No fue hasta 2012 cuando, con la inclusión de especialistas en lingüística y en procesos de retención de idiomas, el dúo de informáticos lanzó Duolingo, que ofrecía más de 100 cursos en más de 40 lenguas.
"Cuando la lanzamos, tuve la suerte de poder dar una charla TED que fue vista por dos millones de personas, lo que le dio a Duolingo una buena base inicial de s. Pero desde entonces hasta 2019, nuestro crecimiento se debió únicamente al boca a boca positivo, no hicimos publicidad ni marketing", comentó Luis en una entrevista con la ‘BBC’.
Aunque las lenguas más populares son el español, el inglés y el francés, Duolingo ofrece la posibilidad de aprender otros idiomas como el árabe o el ucraniano.
Además, el impacto de Duolingo fue tan significativo que propició la creación de Duolingo for Schools, una plataforma gratuita que apoya a los docentes en la enseñanza de lenguas dentro del aula, y del Duolingo English Test, una prueba de dominio del inglés aceptada por numerosas universidades y organizaciones en todo el mundo.
La reconocida invención de Luis von Ahn
Un criptógrafo de origen venezolano en la Universidad Carnegie Mellon, Manuel Blum, seleccionó a Luis von Ahn y a otros estudiantes recién graduados para abordar un desafío reciente en ese momento: determinar quién estaba interactuando detrás de las pantallas, si era una persona o un programa automatizado.
Para dar solución a este reto, los especialistas diseñaron una prueba de Turing automatizada, destinada a diferenciar entre un ser humano y una máquina.
Así nació Captcha, una prueba basada en cadenas de letras y números distorsionados mediante software básico que utilizaba números aleatorios y un conjunto fijo de reglas.
Este sistema presentaba caracteres que solo los humanos podían identificar correctamente, por lo que, si el lograba resolver el test, se confirmaba que era una persona real y no un bot.
Según ‘The New York Times’, la idea fue de Manuel Blum, quien sugirió que lo más adecuado era: "Prueba de Turing Pública Completamente Automatizada para Diferenciar Computadoras y Humanos".
Aunque otro investigador que trabajó en el proyecto propuso llamarlo "prueba de Turing inversa", cuando Yahoo comenzó a implementar el sistema, lo denominó Captcha, y así quedó.
Las transacciones que Luis hizo con Google
Los dos proyectos que Luis vendió a Google fueron ESP Game y ReCaptcha.
ESP, siglas en inglés de "percepción extrasensorial", era un juego en línea en el que dos jugadores, sin poder comunicarse entre ellos, debían seleccionar palabras que describieran una imagen.
Si coincidían en la elección de la palabra, ambos ganaban un punto y pasaban a una nueva fotografía. Desde 2006, Google ha utilizado esta tecnología para optimizar su motor de búsqueda de imágenes.
ReCaptcha, por su parte, es la versión mejorada de Captcha. Luis se dio cuenta de que Captcha resultaba molesto para los s, ya que les tomaba demasiado tiempo completarlo.
Por ello, diseñó una alternativa más sencilla, donde la persona solo tenía que confirmar que era humana. En 2009, Google adquirió ReCaptcha, una venta que permitió a Luis iniciar el desarrollo de Duolingo posteriormente.
FLOR AYALA.
La Prensa Gráfica (El Salvador) / GDA
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*Este contenido fue hecho con la asistencia de la inteligencia artificial, basado en información de La Prensa Gráfica y contó con la revisión del periodista y un editor.