¿La ha visto? Entre la calle 10 y la carrera 4, cerca del Museo de Botero y de Arte Miguel Urrutia (MAMU), se encuentra una colonial tienda que, si no fuera por su letrero, su nombre sería desconocido: Geremyaz, desde 1819. Así se llama el local que está ubicado en la localidad de La Candelaria, Bogotá.
Este es un lugar desconocido por muchos habitantes del país, pero que por más de dos décadas ha ofrecido sus servicios en venta de alimentos y artículos necesarios.
Incluso, en uno de los carteles que se asoma en la fachada, la cual se pinta de ladrillos marrones, se lee que, entre la variedad de sus productos hay cucas, crespas, polvorosas, cotudos, panochas, garullas, masato, almojábanas, herpos, veleños y marquezas.
Tiene más de 200 años y ha tenido seis dueños
La historia de este lugar data de 1819 y, desde esa época hasta la actualidad, se ubica en el mismo lugar: en la calle de La Esperanza, entre la calle 10 y la carrera 4, en La Candelaria, el mítico e histórico barrio de Bogotá.
Con un legado de más de 200 años, su estructura se mantiene intacta, las puertas de madera de color wengué conservan su brillo. Sus andamios se mantienen fieles a la época e inmortalizan en el tiempo la esencial colonial de una Bogotá del siglo XVIII.
Este establecimiento fue restaurado en 1905 y ha tenido seis propietarios a lo largo de los años. Según algunos registros, su ubicación la convirtió en un punto estratégico para una ciudad en crecimiento.
Siempre fue un comercio
En una entrevista de 2020, para el programa 'Trendiando', Manuel Cabrera Teherán, oriundo de Pasto, es su último propietario y quien lleva trece años al cuidado de este sitio.
"En esa época de la colonia, ya cuando la ciudad estaba creciendo, en esta equina siempre hubo negocio y comercio. En ese tiempo, les llamaban las punterías, donde se conseguía toda clase de artículos", contó a dicho formato.
El sitio es un lugar lleno de cuadros de cantantes, objetos de la época y es abierto al público. "Cuando adquirí este negocio, me fascinó la historia, los recuerdos que quedad y comencé a investigar", dijo Teherán.
Desde que adquirió la tienda Geremyaz, su objetivo fue uno: retardar el paso del tiempo, para que la gente observe las cosas antiguas y cómo funcionaba una tienda de esa época.
Este comercio es un lugar para cualquier colombiano y turistas que se quieran enamorar de la gastronomía del país: "Tenemos cucas, las crespas, las panochas, tengo huevos cocinados, las empanadas, los famosos herpos y matecadas caseras. Hasta calentanos".
Incluso, este sitio fue el epicentro de encuentros de políticos y artistas. "Aquí compartí con políticos y artistas del país, ha estado Marbelle y el expresidente Juan Manuel Santos, quien degustó un masato y garulla", dijo al programa.
Más noticias en EL TIEMPO
CAMILA SANCHEZ FAJARDO
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO