La verdura rica en antioxidantes que protege el hígado, mejora la digestión y regula los niveles de colesterol

Una investigación realizada por el Instituto de Investigación e Innovación Agroalimentario y Agroambiental (Ciagro) de la Escuela Superior Politécnica de la Universidad Miguel Hernández de Elche (ESPO-UMH) identificó a la alcachofa como un vegetal con alto contenido antioxidante que le permite resistir las bajas temperaturas. 

Según el estudio, publicado en Antioxidants Journal, dicha característica se debe a su concentración de compuestos fenólicos, que fortalecen su estructura ante condiciones climáticas extremas.

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El análisis, centrado en la variedad Blanca de Tudela y dirigido por el investigador Pedro Javier Zapata, reveló que los ejemplares más pequeños, conocidos como terceras, contienen una mayor cantidad de compuestos fenólicos y mayor actividad antioxidante. Como resultado, estas alcachofas demostraron "una mayor resistencia a las heladas en comparación con las alcachofas más grandes", que, al tener una menor cantidad de antioxidantes, fueron las más afectadas por el frío.

El estudio también sugiere que estos hallazgos pueden influir en la producción agrícola, pues el incremento en el contenido fenólico de la alcachofa "podría utilizarse como estrategia para minimizar las pérdidas económicas causadas por las heladas". Además, se señala que el uso de bioestimulantes y modificaciones en las técnicas de cultivo "podrían ser clave para mejorar la resistencia de los cultivos".

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Más allá de su resistencia al frío, la alcachofa destaca por sus "múltiples beneficios para la salud humana". Su consumo aporta una gran cantidad de antioxidantes que reducen el estrés oxidativo en el cuerpo y ofrecen protección al hígado. Asimismo, favorece la digestión y contribuye a regular los niveles de colesterol.

Los compuestos bioactivos presentes en este vegetal, entre los que se encuentran los ácidos hidrocinámicos y los derivados de la luteolina, han sido asociados con efectos antiinflamatorios y cardioprotectores. Además, su consumo puede estimular la producción de bilis y mejorar la función hepática, favoreciendo la eliminación de toxinas del organismo.

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El estudio también resalta que los compuestos fenólicos de la alcachofa tienen un impacto positivo en la salud cardiovascular, ya que ayudan a reducir la acumulación de lípidos en las arterias. Su alto contenido en fibra dietética facilita el tránsito intestinal y contribuye a prevenir problemas como el estreñimiento.

Por otro lado, los flavonoides presentes en este vegetal han demostrado propiedades neuroprotectoras. Además, su efecto diurético ayuda a la eliminación de líquidos, lo que resulta beneficioso para quienes enfrentan dificultades asociadas a la retención de líquidos o la hipertensión.

Finalmente, es importante que, antes de incorporar cualquier alimento a la alimentación diaria, es fundamental consultar con un profesional de la salud. Cada organismo tiene necesidades específicas, por lo que un especialista puede orientar sobre las porciones y la forma adecuada de consumo según el estado de salud y los requerimientos individuales.

Europa Press