En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
El fallido intento de Stalin para conseguir un ejército de 'hombres-mono'
Un conocido científico soviético llevó a cabo el experimento, pero la iniciativa no tuvo éxito.
El experimento tenía como fin crear tropas soviéticas de hombres-mono creados mediante inseminación artificial. Foto: iStock
En el año de 1924, cuando los científicos aún no seguían los códigos morales por los que se rigen ahora.
En la antigua Unión Soviética se llevó a cabo un experimento, cuyo objetivo estaba relacionado con la expansión de la URSS y la posibilidad de derrotar a las fuerzas fascistas y liberales conun ejército más fuerte conformado por hombres-mono.
El gobierno de ese país, entonces liderado por Iósif Stalin, financiócon unos 10.000 dólares (poco más de 37 millones de pesos) el particular proyecto, que propuso el biólogo soviético Ilya Ivanovich Ivanov con apoyo del político Nikolai Gorbunov.
Hibridación en inseminación
Según información de la enciclopedia ‘Britannica’, Ilya Ivanovich Ivanov nació en 1870 en la provincia rusa de Kursk Guberniya. Este biólogo soviético desarrolló un método de inseminación artificial que aplicó en distintos animales domésticos.
Ilya Ivanovich Ivanov fue el biólogo ruso a cargo del retorcido experimento. Foto:Archivo particular
Después de estudiar detalladamente los órganos sexuales, las glándulas y las células reproductivas, se dio a la tarea de “producir híbridos utilizables comercialmente y desarrollar nuevas razas más resistentes a las enfermedades y más adaptables a los duros inviernos rusos”, según explica la enciclopedia.
Por su parte, ‘National Geographic’ detalla que a principios del siglo XX, la técnica de hibridación “era una ‘rareza’, tanto en humanos como en animales, básicamente porque no contaba con el beneplácito de la Iglesia”.
La revista también explica que, al crear nuevas especies como el ‘cebroide’ (fruto de la cebra y un burro), o el ‘zubrón’ (cruce de una vaca y un bisonte), Ivanov se convirtió en el fundador de la inseminación artificial veterinaria.
Según el registro histórico, en el año de 1924, Ivanov consiguió el apoyo del funcionario soviético Gorbunov, para que la Academia de Ciencias aprobara llevar a cabo un proyecto bastante retorcido, incluso para esos días.
El científico propuso utilizar sus técnicas de inseminaciónpara crear un ser híbrido entre un humano y un primate.
‘National Geographic’ señala que, el experimento fue atractivo para Gorbunov por la idea de crear todo un ejército de hombres-mono que fueran más resistentes a las extremas temperaturas de Rusia y que fuera capaz de vencer a las tropas fascistas y liberales de Europa y Estados Unidos, enemigos de la Unión Soviética.
El científico desarrolló el método de inseminación artificial, que aplicó en varios animales. Foto:iStock
Registros del diario ruso ‘Vechernyaya Moskva’, relatan que el primer experimento comenzó en 1926, cuando Ivanov fue al continente africano para encontrar ejemplares de monos que utilizaría para la inseminación.
‘Nat Geo’ explica que, de manera paralela, se estaban buscando donantes de esperma rusos y en Georgia, país que también perteneció a la URSS, se adelantaban investigaciones con hombres de raza negra, ya que se creía que eran más cercanos a los monos.
Tres chimpancés hembras habrían sido inseminadas con esperma de hombre. Como era de esperarse, el experimento falló, las primates no quedaron en embarazo. Pero Ivanov no se rindió, y pidió aprobación para inseminar mujeres con esperma de mono.
Según él, el fracaso se debía a la dificultad de trabajar con primates.
A pesar de no obtener la aprobación, al científico soviético no le importó inseminar a “un número indeterminado de prisioneras a las que visitaba en sus celdas de la prisión de Lubianka, pero tampoco obtuvo resultados”, señala 'National Geographic'.
Esta es Chita, una de los chimpancés del lugar. El otro es Pancho. La primate siempre tiene un trapo en sus manos. Foto:Alexis Múnera
La última oportunidad
Los informes también explican que, tras los fallidos intentos de crear a la nueva criatura, el mismo Stalin (el dirigente político de la Unión Soviética durante 30 años), se impacientó, y comenzó a presionar a Ivanov para obtener resultados.
Los registros indican que el científico nunca dudó de la viabilidad de su experimento, y que solo fallaba por circunstancias aisladas.
Para el último experimento, fue a la ciudad de Sujumi, ubicada en Georgia, con un clima templado “más apropiado” para los monos.
Ivanov iba a experimentar con cuatro chimpancés y un orangután, que serían importados. ‘Nat Geo’ también señala que el biólogo convenció a cinco mujeres analfabetas de la zona para ser voluntarias en su experimento, ya que pensaba que había un factor psicológico que contribuiría al embarazo.
A pesar de los esfuerzos del soviético, y de la presión impuesta por sus superiores, los monos enfermaron en el viaje y murieron antes de que les pudieran extraer suficientes muestras de esperma.
El objetivo era desarrollar tropas más resistentes que el ejército rojo soviético. Foto:iStock
El trágico final
“Al recibir la noticia, Gorbunov, desesperado contestó: Es el fin”, comentan los historiadores.
En 1930, el renombrado científico fue objeto de burlas entre la burocracia soviética. En ese mismo año, fue capturado por la policía secreta y enviado al exilio en Kazajistán, donde murió dos años después por un derrame cerebral, informa ‘Nat Geo’.
Por su parte, Gorbunov fue acusado de espionaje y conspiración por el asesinato de Stalin y murió fusilado.
Los informes aseguran que las cinco voluntarias también fueron ejecutadas sin haberles revelado el objetivo del experimento.
Los científicos han nombrado como ‘humanzees’ a las criaturas híbridas entre un humano y un chimpancé. Experimentos similares se han registrado posteriormente. Uno sucedió en China, en 1967, donde se dijo que la hembra había quedado embarazada pero que murió cuando abandonaron el experimento.
Otro caso se dio en Estados Unidos, en Orange Park, Florida. El psicólogo evolutivo Gordon Gallup aseguró que no solo se había dado el embarazo, sino que había nacido el bebé, al cual sacrificaron por “las consideraciones éticas y morales del caso”, según informó ‘The Sun’.
Además del experimento ruso, otras dos investigaciones se han llevado a cano con el fin de crear híbridos de monos y humanos. Foto:iStock