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‘Mi novio tiene un hijo, pero su ex lo usa para impedir nuestra relación’
En #MensajeDirecto, una pareja soporta el maltrato de la exesposa mientras un niño está en el medio.
Regresó #MensajeDirecto, un formato con el que EL TIEMPO busca darle un espacio a sus lectores para contar aquellas historias de amor o vivencias personales que se consideran poco comunes. Aunque usted no lo crea, alguien se identificará con su relato. No olvide que, en medio de las diferencias, todos reímos y sufrimos en el mismo idioma. Conozca esta nueva historia.
Los comportamientos tóxicos son cada vez más visibles gracias a la información y a la campaña que el mundo ha hecho en general para prestar más atención a nuestra salud mental. Todos en algún punto hemos sido arrastrados por nuestras emociones y perpetrado acciones de las cuales nos arrepentimos. Requiere de mucho amor por uno mismo, autoconocimiento y consciencia, reconocer comportamientos tóxicos y corregirlos.
El problema no era en absoluto este niño precioso al que le dio la vida, sino la mujer con la cual decidió concebirlo
Hace unos dos años conocí a mi novio. Un hombre con cualidades y virtudes que siempre he valorado. Cuando empezamos a salir, supe que tenía un hijo y que se había divorciado tiempo atrás. Desde el primer día me di cuenta de que adoraba al pequeño.
Detalle que nunca imaginé sería algo que más adelante traería unos retos impresionantes, pues el problema no era en absoluto este niño precioso al que le dio la vida, sino la mujer con la cual decidió concebirlo.
La relación me hizo empezar a entender unas dinámicas de los sistemas familiares muy complejas y unas ideas culturales que dejan el papel de la novia de un padre relegado a los cuentos en los que la madrastra es la malvada que saboteará la vida de todos.
Y resulta que la bruja malvada en todas las historias de mujeres que vivían esta situación resultaba siendo la madre biológica de los hijos de sus novios o esposos. Salvo ciertos casos, por supuesto, de mujeres maduras emocionalmente que ponen como prioridad el bienestar de sus niños.
Toneladas de ira
Llegó entonces el primer ataque: la mujer de la que se separó mi novio se enteró de que estaba saliendo conmigo. Los insultos hacia mí aparecieron en todas sus presentaciones, no directamente, sino en chats que le escribía a mi novio -los cuales, creo, nunca debió mostrarme-.
Toda la comunicación ha sido entre ellos. Conmigo, no ha pasado. Pero si en algún momento me enfrenta, no sé cómo reaccionaría. Quedaría tal vez en ‘shock’.
Yo al principio normalicé el comportamiento y dije "bueno, la mujer está celosa. Ya se le pasará". Pero resulta que no era normal que hiciera eso y tampoco se lo debía pasar. Todo lo contrario, se volvió peor.
Llamadas insistentes a nivel de hostigamiento, insultos permanentes a mi pareja, conversaciones con los padres de su exesposo para expresar su descontento de que él estuviera con una novia.
Cualquier cosa que él haga es un detonante para que su infelicidad con la vida salga a flote. Todo, delante del niño. TODO
Mensajes a sus amigos, mensajes a cualquiera con quien pudiera destilar su odio. Ahí empecé a entender la dinámica tóxica y de maltrato que había entre ellos dos: maltrato de ella hacia mi novio y maltrato que mi novio hoy sigue permitiendo, porque cada vez que intenta poner límites o hacerse respetar pierde la posibilidad de ver a su hijo. Si él hace algo mal, pone trabas, lo manipula, lo amenaza y le recuerda quién tiene la custodia.
Este punto precisamente es el que indignada me tiene escribiendo. La cantidad de historias de maltrato y manipulación a los hombres con los hijos es abrumadora; es una problemática aislada y no estructural y sistemática como la violencia femenina. No hay que minimizar ni normalizar. No solo por el chantaje emocional con el que mantienen estas dinámicas, sino porque finalmente quienes sufren son los hijos.
Pasó el tiempo y las cosas no mejoraron. En cambio, aparecieron los chantajes: “Cuidadito con ir a presentarle esa vieja a mi hijo” y “más le vale que esa no vaya a compartir el mismo espacio con mi hijo”. Cualquier cantidad de mensajes del mismo estilo y palabras que ni vale la pena compartir. Inclusive, el niño llegó a decir: “Papi, por favor, no me presentes a tu novia”.
. Foto:iStock
Se metía a mis redes sociales, que antes tenía públicas y me tocó ponerlas privadas para que esas toneladas de mala energía no llegaran cada vez que veía una foto de nosotros en un viaje.
El ciclo es así: un hecho que la hace estremecer de rabia y miseria, como que mi novio no le conteste el teléfono porque está trabajando, una foto en redes, una media que no llegó con la maleta del niño, 20 minutos de demora en recogerlo, que comparta con sus abuelos… En fin, cualquier cosa que él haga es un detonante para que su infelicidad con la vida salga a flote. Todo, delante del niño. TODO.
Sin ser madre, podría intuir que en algún punto la prioridad debe ser gestionar el dolor para ofrecer unas mejores herramientas a los hijos
Se ha inventado muchas cosas para que mi pareja salga corriendo a ver si el pequeño está bien o no. Cuando les permite compartir, no deja que esté en otro lugar distinto a la casa de él. Si mi novio está en otra parte, es capaz de llegar a recoger a su hijo.
En todo caso, la desesperación por no tener la vida de su ex bajo control la tiene en un nivel máximo de hostilidad. Cada vez que él comete un error mínimo -como llegar tarde- se traduce en menos tiempo con su hijo, en menos flexibilidad para sus derechos de visita, en insultos desagradables, en poca cooperación para que el chico, por ejemplo, pueda distraerse en clases de fútbol.
Al final, trae malestar emocional para el niño. Ve cómo su mamá se desencaja sin ningún tipo de autocontrol y le habla mal de su papá.
Un hijo con el peso del pasado
Esa mujer cree que le está haciendo daño a mi novio, pero el daño se lo está haciendo a su hijo y eso es lo que me entristece más. Un niño que no tiene la culpa de la cantidad de problemas no resueltos entre los padres, no tiene la culpa de la rabia no procesada de su mamá, no tiene la culpa de las frustraciones de ella. Está creciendo en un ambiente de aversión hacia su padre.
Todo este ambiente tóxico está patrocinado por una cosa: la obsesión de mantener su papel de exesposa controladora antes que de mamá. Él necesita que ella vaya a terapia, para darle un espacio emocional seguro.
No digo que sea fácil manejar todas las emociones abrumadoras que llegan con un divorcio frustrado, pero, sin ser madre, podría intuir que en algún punto la prioridad debe ser gestionar el dolor para ofrecer unas mejores herramientas a los hijos.
Todos pasamos por momentos difíciles, la vida es difícil. Pero tratar de que otros sean infelices es una estrategia que solo destruye a quien la emplea.
Familia reconstituida
Resulta complicado tener una ayuda para que el niño entienda que su papá tiene derecho a relacionarse con otros y que su mamá también… Cada uno tiene el derecho a rehacer su vida
Yo no he podido conocer al niño. En medio de tanta carencia emocional, es lo último que quisiera. El sistema familiar roto ha creado un trauma que ella ha decidido transferírselo al chico. Qué pesar. Pero como les digo, historias así hay muchísimas.
Incluso, encontré en Internet una comunidad terapéutica de mujeres que entran a estos sistemas ensamblados -así se les llama a las familias reconstituidas donde un miembro de la pareja aporta hijos de una relación previa-.
Allí muestran la difícil relación que hay siempre entre madrastra y madre biológica. Cuentan sus historias y dan consejos para manejar la situación: cómo poner límites al esposo con las ex, cómo manejar las hostilidades de amores pasados.
. Foto:iStock
Cada vez los divorcios son más comunes y los sistemas familiares están cambiando. Existen muchas herramientas terapéuticas para realizar estas transiciones que implican retos emocionales tan grandes para cada miembro. La verdad es que uno tiene el deber de informarse e investigar, sobre todo al haber niños de por medio. Finalmente, son ellos quienes de adultos van a tener que recuperarse de los traumas que esto puede generar.
No solo hemos hablado del tema con mi novio, también hemos ido a terapias. Pero resulta complicado tener una ayuda para que el niño entienda qué es un divorcio, qué significa estar con otra persona, que su papá tiene derecho a relacionarse con otros y que su mamá también… Cada uno tiene el derecho a rehacer su vida.
No hay una guía. Ella tira para su lado y si él quiere hacer una cosa, ella la deshace. Él está asustado de que tome una acción legal y la ex termine ganando, pues los jueces tratan de favorecer a las mujeres.
Es una circunstancia que está fuera de mi control. El amor siempre tiene límites y el límite depende de cómo se pueda solucionar. Toca ver cómo se desenvuelve la situación, pero yo veo que él está dispuesto a encontrar una salida.
¿Tiene una historia de amor curiosa o poco común? Nos interesa conocerla y publicarla en #MensajeDirecto. Escríbala y envíela a los correos [email protected]y [email protected]y lo aremos. Debe tener un mínimo de extensión de dos hojas y un máximo de cuatro hojas.