En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información aquí

CLUB VIVAMOS
Suscríbete
Disfruta de los beneficios de El Tiempo
SUSCRÍBETE CLUB VIVAMOS

¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo [email protected] no ha sido verificado. Verificar Correo

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión

Hola, bienvenido

¿Cual es la ciudad colombiana clasificada como la más peligrosa del mundo?
¿Cómo va el juicio al expresidente Álvaro Uribe?
¿Accidente de bus en Calarcá?
Frío inusual en Bogotá explicado por el Ideam

Noticia

¿Por qué la comida del avión no sabe bien? Las razones científicas de porque el sabor de los alimentos cambia en las alturas

La altura, la presión del aire y la humedad afectan al sentido del gusto y el olfato. 

.

Existen tres factores ambientales en los aviones que perjudican la capacidad de percibir los sabores. Foto: iStock

Alt thumbnail

PERIODISTAActualizado:

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon

Alguna vez le ha pasado que cuando recibe la comida del avión esta tiene un sabor diferente o extraño. Para muchos pasajeros que su comida sepa mal puede ser algo decepcionante, pero la realidad es que hay una explicación científica detrás de este fenómeno.

Cuando se vuela a 10.000 metros de altura, la presión del aire y la humedad en la cabina son muy diferentes a las del nivel del mar. Esto hace que nuestro olfato se altere, lo que es pieza clave para que el sentido del gusto cambie. 
Según el experto Charles Spence, profesor de psicología experimental en la Universidad de Oxford, consultado por el diario 'La Vanguardia', existen tres factores ambientales en los aviones que perjudican la capacidad de percibir los sabores. La primera es la baja presión que influye especialmente en la detección del sabor amargo y afecta significativamente el sentido del olfato. 

El otro es la baja humedad del aire reciclado en la cabina, el cual es simular a la de un desierto e impacta negativamente en la percepción de los aromas, lo que disminuye la percepción general de los sabores. Por último, ​el ruido constante de los motores del avión, que oscila entre 80 y 85 dB, disminuye la capacidad de percibir los sabores dulces y salados. 
.

El estrés y la ansiedad que sufren algunos pasajeros en los vuelos también puede afectar el sentido del olfato y el gusto. Foto:iStock

Por estos factores es normal que a las personas les sepa diferente la comida en los aviones. Según Laura López-Mascaraque, investigadora del sistema olfativo del Instituto Cajal-CSIC y presidenta de la Red Olfativa Española (ROE), consultada por 'National Geographic',  los sabores intensos o picantes mantienen sus propiedades durante el vuelo, en cambio, los que son más sutiles, como los de ciertos pescados o aves de corral, pierden peso con la altura. 

​"El sabor de los alimentos también se determina por la cualidad y concentración de las sustancias que lo provocan", asegura López-Mascaraque. Asimismo agregó: "El 30% de las papilas gustativas se duermen durante el vuelo, lo que provoca que los sabores salados y dulces se reduzcan entre un 20 y un 30%, mientras que los ácidos o margaos sigan siendo los mismos". 

Además, el estrés que padecen algunas personas durante el vuelo también puede afectar a la forma en que perciben los sabores. "Los olores activan una gran parte de las regiones emocionales del cerebro, específicamente la amígdala y el hipocampo, pertenecientes al sistema límbico, llamado 'cerebro emocional', afirmó. López. De esta forma la ansiedad o el estrés podrían convertir los olores neutros en malolientes.
DANIELA LARRARTE ASAAD
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO

Más noticias

Sigue toda la información de Cultura en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon

Conforme a los criterios de

Logo Trust Project
Saber más
Sugerencias
Alt thumbnail

BOLETINES EL TIEMPO

Regístrate en nuestros boletines y recibe noticias en tu correo según tus intereses. Mantente informado con lo que realmente te importa.

Alt thumbnail

EL TIEMPO GOOGLE NEWS

Síguenos en GOOGLE NEWS. Mantente siempre actualizado con las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en Google News.

Alt thumbnail

EL TIEMPO WHATSAPP

Únete al canal de El Tiempo en WhatsApp para estar al día con las noticias más relevantes al momento.

Alt thumbnail

EL TIEMPO APP

Mantente informado con la app de EL TIEMPO. Recibe las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en tu dispositivo.

Alt thumbnail

SUSCRÍBETE AL DIGITAL

Información confiable para ti. Suscríbete a EL TIEMPO y consulta de forma ilimitada nuestros contenidos periodísticos.

Mis portales