¿Qué es la sisifemia, el trastorno que afecta a muchas personas en el trabajo y puede llevar al estrés y la frustración?

En este contexto, surge el término "sisifemia", que aunque no es una terminología diagnóstica técnica, describe una realidad muy común en los entornos laborales modernos.

La sisifemia hace referencia a la sensación de estar atrapado en un trabajo que solo genera desmotivación y frustración, en la que la persona se ve obligada a esforzarse cada vez más sin recibir ninguna recompensa a cambio, conduciendo a problemas de salud importantes.

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Este término proviene de la mitología griega, en específico de Sísifo, condenado a repetir eternamente una tarea monótona y sin sentido. Se relaciona con la obsesión por el resultado final y la aprobación ajena, acompañada de una baja autoestima y la percepción de que las tareas laborales carecen de sentido y significado. 

Según la psicóloga española Fátima Castaño, "el principal problema es el exceso de autoexigencia y la incapacidad de poner límites cuando está en juego la salud".

Castaño explica que es común encontrar pacientes que establecen objetivos demasiado elevados en diversas áreas de sus vidas, desde el deporte hasta las expectativas laborales y familiares.

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"Nos autoimponemos llegar a los estándares de calidad que vienen predeterminados socialmente, sin poner ningún tipo de filtro. Hay que llegar y no nos planteamos no poder llegar", indicó. Esta sobre exigencia se entiende como "la tendencia de la sociedad actual a la sobre exigencia, a esa falta de capacidad para decir 'no' que resulta tan nociva para la salud mental", afirma la psicóloga. 

El peligro de esta tendencia social a decir "sí" a todo, a buscar constantemente la perfección en el trabajo, y a cumplir con las expectativas de los demás, puede llevar a una persona al colapso psicológico, al estrés abrumador y a una frustración por no poder cumplir con los compromisos establecidos.

"Tenemos que trabajar duro para volver a lo que deben ser nuestros estándares alcanzables, qué podemos hacer y qué no, cuáles son nuestras funciones reales y objetivas en función del rol para el que hemos sido contratados, nuestro sueldo y redefinir nuestro puesto recuperando el sentido común", comentó Castaño.

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Es fundamental identificar las señales que el cuerpo emite cuando necesita un descanso. Ignorar estas señales puede perpetuar un ciclo de autoexigencia y búsqueda de aceptación externa que, como describe Castaño, resulta ser "un bucle interminable, un pozo sin fondo".

Como parte del desarrollo personal, es esencial fortalecer la autoestima, reducir la dependencia de la validación externa y establecer límites claros. Para lograrlo, resulta crucial detenerse a escuchar tanto al cuerpo como a la mente, lo cual es la estrategia más efectiva para evitar efectos adversos en la salud.

Existen señales claras que advierten sobre la presencia de este tipo de situaciones, tales como la incapacidad para concentrarse, la frecuente detección de errores en las labores, el malestar en las interacciones sociales por comparaciones constantes, y la experiencia de estrés intenso y ansiedad regular por no cumplir con las metas establecidas.

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Al reconocer estos signos, el paso siguiente es implementar acciones correctivas, comenzando por ajustar los ritmos y horarios laborales. Es vital priorizar el fortalecimiento de la autoestima para identificar lo que realmente se valora y brinda satisfacción en el ámbito laboral. Una vez clarificados los objetivos profesionales verdaderos, es necesario eliminar todo aquello que no sea esencial.